Tras la polémica desatada por el acuerdo firmado en 2022 para la instalación de un radar para monitoreo de objetos en órbita baja en el espacio, la Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad del gobierno argentino publicó hoy en el Boletín Oficial una resolución por la cual se decide “Suspender los efectos de la Disposición N° 8/22 de esta Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad, mediante la cual se autorizó precariamente a la empresa LeoLabs Argentina SRL para instalar y poner en funcionamiento una Estación Terrena en Banda S, con el fin de rastrear y monitorear objetos en el entorno LEO (órbita terrestre baja)”, dándose intervención al Ministerio de Defensa y al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
La medida fue tomada a pedido del Ministerio de Defensa, como indica la resolución: “Que mediante Oficio No. NO-2023-68130584-APN-MD, el Ministro de Defensa solicitó al Jefe de Estado Mayor que colaborara facilitando la información disponible en sus áreas específicas sobre la actividad de la citada empresa en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, incluyendo las gestiones realizadas, acuerdos suscritos, autorizaciones que hayan sido concedidas y cualquier otro dato que permite acceder a un mayor conocimiento y claridad sobre el tema”. Así, la resolución agrega que “Que dado que la solicitud del Ministro de Defensa involucra cuestiones de interés público, este Subsecretario considera necesario suspender la autorización otorgada a la empresa LeoLabs Argentina SRL”.
Esto se debe a que dicho radar, que oficialmente estaría dedicado al monitoreo de basura espacial, también puede rastrear otros objetos en el espacio, como satélites u otros objetos lanzados al espacio, lo que le daría un potencial uso militar, tal como la empresa describe en su sitio web, en donde se plantea la capacidad de rastrear lanzamientos “no cooperativos”. Además, la empresa destaca la importancia de la cobertura del espacio sobre el hemisferio sur, por lo que se ve la relevancia de la instalación del radar en Tierra del Fuego, que se sumaría a los que ya tienen en Australia y Nueva Zelanda. Según explica el CEO de LeoLabs, Dan Ceperley en una entrevista reciente con Breaking Defense “Las cargas útiles recién lanzadas “van en todo tipo de trayectorias diferentes, por lo que tener otro radar en otra ubicación las detectará antes”. Desde la empresa agregan que “sin una cobertura suficiente, los propietarios-operadores de satélites, los reguladores gubernamentales, las agencias de defensa nacional y otras partes interesadas quedan en la oscuridad durante al menos la mitad de la vida útil de ese activo espacial: esta incertidumbre y falta de claridad conlleva riesgos”.
Por otro lado, si bien LeoLabs se presenta como una empresa estadounidense, hubo varios reclamos de que la empresa en realidad posee capitales británicos. Así consta en los datos registrales del Estado Fueguino que aparecen el Boletín Oficial de Tierra del Fuego del viernes 4 de marzo de 2022 Nº 5065, en donde se informa la creación de la filial local, LeoLabs Limited, cuyos propietarios serían LeoLabs Space Holdings Limited y LeoLabs Limited, la primera de las cuales está radicada en Irlanda y la segunda en Gran Bretaña, ambas como subsidiarias de LeoLabs INC. de Estados Unidos.
En noviembre de 2022 se había firmado un contrato, de “carácter precario”, entre la empresa y la Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad autorizando a LeoLabs a instalar y poner en funcionamiento el radar, el cual se haría próximo a Tolhuin. Sin embargo, no se habían tenido en consideración las implicancias en la defensa que esto constituía, de la misma manera que ocurre con la base china en Neuquén, pero que en este caso se agrega el hecho de que la empresa tiene conexión con Gran Bretaña, país que mantiene un conflicto con la Argentina.
