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La Presidencia de la Nación Argentina planea transferir a la Fuerza Aérea Argentina su flota de aeronaves

El gobierno argentino está trabajando en la transferencia de la flota de aeronaves de la Agrupación Aérea Presidencial a la Fuerza Aérea Argentina. Al momento no se han definido los términos de la transferencia y se está negociando si se hará lo propio con todas las aeronaves o solo algunas, ya que algunas de ellas no se espera que se vaya a seguir usándolas en vuelos VIP y no pueden cumplir otras funciones de manera adecuada.



Actualmente dicha flota está compuesta por el Boeing 757-256 comprado en los últimos tiempos de la gestión de Alberto Fernández, matriculado como ARG-01, el Boeing 737-5H6 matriculado T-04 o ARG-02 y el Sikorsky S-70C matriculado ARG-10, el S-76B Spirit ARG-11 y el S-76 ARG-11 todos los cuales eran operados y mantenidos por personal de la Fuerza Aérea Argentina. A los que se suma un Airbus H155B1 comprado en 2019 pero operado por la Policía Federal Argentina, mientras que presidencia emplea también un Learjet 60 con la matrícula ARG-03, pero este aparato siempre perteneció a la Fuerza Aérea Argentina y, por lo tanto, no necesita ser transferido.

La fuerza ya venía solicitando desde comienzos de año la cesión del 737-5H6 para poder aumentar su capacidad de transporte, con la intención de modificar su interior VIP por uno en configuración normal de pasajeros.

El Learjet 60 seguiría siendo para uso presidencial, aunque sus costos operativos correrían a cargo de la Fuerza Aérea, que también podría disponer de la aeronave para actividades propias. Este avión fue originalmente comprado para la fuerza para uso propio, pero al poco tiempo de su incorporación fue solicitado por la presidencia, que desde entonces lo usó exclusivamente.

Desde su asunción en diciembre pasado, el nuevo gobierno argentino solo ha usado en una oportunidad el Learjet 60 y en el día de hoy por primera vez hizo lo propio con el Airbus H155, sin que se hayan registrado operaciones con las demás aeronaves, a pesar de que se las mantiene en servicio.

Según se informó, no se ha decidido el futuro de los tres helicópteros Sikorsky ni del Boeing 757, aunque la intención sería intentar venderlos, ya que no hay intención de seguir empleándolos para vuelos VIP y ninguno tiene utilidad para la Fuerza Aérea. Mientras tanto, la fuerza deberá enfrentar los costos de mantenerlos, lo cual impactará negativamente en su ya limitado presupuesto.



Históricamente, las aeronaves presidenciales, si bien pertenecían a la Agrupación Aérea Presidencial, la cual dependía de la Secretaría General de la Presidencia, eran operadas y mantenidas por la Fuerza Aérea Argentina. Esto cambió a partir del gobierno de Mauricio Macri, en que se sumaron pilotos civiles para volar los aviones, mientras que los helicópteros siguieron siendo operados por personal de la VII Brigada Aérea. En ese entonces, también se empezaron a usar en vuelos presidenciales los Airbus H145 de la Policía Federal Argentina y se compró un H155 que pasó a ser operado por dicha fuerza. Dado el escándalo del vuelo rasante realizado sobre Buenos Aires cuando llegó el nuevo Boeing 757 el 25 de mayo de 2023, realizado por pilotos civiles, se fue gestando la decisión, tomada en noviembre de 2023, de que los aviones vuelvan a ser operados por personal de la I Brigada Aérea. Desde el 10 de diciembre pasado, ni el 757 ni los helicópteros Sikorsky se usaron en vuelos VIP y solo han realizado unos pocos vuelos para mantener las habilitaciones de las tripulaciones.

 

 

 

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