Hablamos con Henry Cleveland Cartés, director ejecutivo de ENAER, sobre el nuevo proyecto que relanza la fabricación de aviones por parte de la industria chilena.
Por Santiago Rivas
Fotos Enaer
El pasado 26 de octubre se realizó el lanzamiento del Proyecto Pillán II, programa que permitirá renovar el sistema de entrenamiento básico T-35 Pillán, que ya cuenta con varias décadas de servicio, así como modernizar significativamente las capacidades de entrenamiento para los futuros pilotos de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), un reto que permitirá a la FACH adaptarse a las nuevas tecnologías en materia de instrucción básica de vuelo.
Un punto importante del proyecto es la posibilidad de utilizar la vasta experiencia adquirida por ENAER en la construcción del T-35 Pillán, ya que representa una gran oportunidad para fabricar un nuevo sistema básico de instrucción aérea con tecnología diseñada y construida en Chile, generando desarrollo y creando fuentes de empleo.
En este sentido, el director ejecutivo de ENAER, Henry Cleveland Cártes, dijo que este programa tendrá un impacto social significativo, ya que se estima la creación de 300 empleos calificados y de calidad durante varios años para personal técnico, administrativo y de servicios. A esto se suma el trabajo de las pequeñas y medianas empresas proveedoras de productos y servicios para el programa, que demandarán una oferta de 200 empleos directos. También anunció que en el actual programa Pillán se contrataron cincuenta pequeñas y medianas empresas nacionales. Cleveland explicó que “una vez que estemos en una etapa más avanzada del diseño, iniciaremos la búsqueda y desarrollo de empresas nacionales, como proveedores de partes. Aún no tenemos una cantidad definida, pero, como referencia, en la fabricación del Pillan original, se contrataron medio centenar de PYMES chilenas. Paralelamente, trabajaremos con centros de investigación para aplicar nuevas tecnologías constructivas y soluciones innovadoras en el desarrollo del avión”.
Por otro lado, Cleveland agregó que “este Proyecto significa un tremendo paso para ENAER, porque permite, después de largo tiempo, retomar el diseño y fabricación de aeronaves. Sin duda que la consolidación de la base industrial derivada de este Programa, servirá de piso para abordar proyectos más desafiantes en el futuro.
Pero también representa un avance muy importante para la industria nacional. Destaco en este aspecto, el desarrollo y aplicación que realiza nuestra filial tecnológica DTS SpA, hoy 100% de propiedad de ENAER. DTS es responsable de todos los subsistemas que conforman el Sistema Integrado de Instrucción de Vuelo, donde el avión es uno de los componentes. En efecto, los simuladores de vuelo, los sistemas de planificación de misión, las estaciones de debriefing y otros subsistemas, serán provistos por esta empresa”.
El nuevo proyecto se basa en un sistema integrado de formación piloto, donde la formación estará dirigida a facilitar al máximo la transición a los modelos más avanzados. La aeronave contará con una cabina de cristal y un Head Up Display, además del sistema contará con un simulador y planificador de misiones, así como un sistema de debriefing, para que los pilotos puedan ser instruidos desde el plan de vuelo que realizarán hasta el análisis del mismo.
Esto mejorará la detección de las habilidades de los pilotos y también de aquellos aspectos en los que habrá que prestar atención para mejorar su rendimiento.
DTS, filial de ENAER, se encarga del desarrollo de los periféricos terrestres, mientras que la aviónica será importada.
Si bien el avión tiene cierto parecido con su predecesor, el T-35 Pillán, es una aeronave prácticamente diferente, con un ala completamente rediseñada, una longitud más larga y una cabina completamente nueva. Además, el 30% de los componentes estarán hechos de materiales compuestos. Henry Cleveland explica que “el original T-35 Pillan y el nuevo desarrollo Pillan II evidentemente tienen semejanzas aparentes; se podría decir que el segundo es la evolución del primero, pero en rigor serán completamente distintos. Dicha semejanza tiene que ver con que ambos están concebidos para cumplir el mismo rol operacional, el de la instrucción básica de pilotos militares, con que la potencia de sus motores es del mismo orden y con que las respectivas cargas útiles y envolventes de vuelo son comparables entre ellas.
No obstante, las diferencias que caracterizarán al Pillan II serán sustanciales. Entre otras, sus alas serán un desarrollo completamente nuevo, tanto en lo que se refiere a la geometría, como a su aerodinámica, componentes, materiales y solución constructiva, manteniendo la capacidad de portar cargas externas.
Por otro lado, un fuselaje 7.5 pulgadas más largo, permitirá configurar una cabina más adecuada desde el punto de vista de los requerimientos ergonométricos, considerando la nueva interfase Hombre-Máquina que se integrará en el avión (aviónica digital con pantallas multifunción y HUD).
Otros sistemas relevantes que lo diferenciarán, serán el de acondicionamiento de cabina, para mejorar las condiciones de operación en ambientes de alta temperatura de aire exterior, y el de provisión de oxígeno para vuelos en altura.
Otras diferencias significativas tienen que ver con el diseño estructural y aerodinámico”.
En este sentido, Cleveland explicó que el T-35 Pillan original “se ha caracterizado a lo largo de su historia por poseer performances y cualidades de vuelo que han sido elogiadas, de manera consistente, por todas la Fuerzas que lo operan. Estas características imponen un grado de exigencia adecuado para que el piloto-alumno aplique sus destrezas y, en consecuencia, desarrolle las competencias que son propias de un piloto militar.
Uno de los desafíos más importantes del Proyecto de Desarrollo Pillan II, tiene que ver justamente con lo anterior. Esto es, que junto con introducir más y mejores sistemas para poder dar cumplimiento a los exigentes requerimientos definidos por la Fuerza Aérea de Chile, el equipo de diseño ENAER consiga que la nueva aeronave posea características de operación tan o más satisfactorias como las de su antecesor. Para esto es crucial la búsqueda de una optimización aerodinámica, de peso y distribución másica y de la solución constructiva de la estructura.
Para lograr lo anterior se contempla uso intensivo de análisis computacional de fluidos (CFD), lo que permitirá desarrollar soluciones de diseño que resulten en la menor resistencia aerodinámica posible, la utilización más extensiva de materiales compuestos, incluyendo superficies de control, y procesos de fabricación avanzados”.
En marzo pasado la compañía finalizó la fase conceptual del proyecto, donde se enfocaron en que la nueva aeronave cumpla con el requerimiento de la Fuerza Aérea de Chile, y analizaron cómo se cumplirá con ese requisito. Ahora se ha firmado el contrato para el diseño preliminar de la aeronave, que será seguido por el diseño detallado con el objetivo de que el prototipo vuele por primera vez en 2025 y el modelo pueda ser certificado para 2026.
La FACH espera dar de baja el Pillán para 2028 o 2029 y para entonces ya debería tener el Pillán II en servicio. ENAER fabricará 33 aviones Pillan II para la FACH y desde la empresa informaron que en los próximos meses iniciarán una campaña de promoción a nivel internacional, enfocada no sólo en los actuales operadores de Pillan, sino también en otros países que requieren reemplazar sus sistemas de entrenamiento primario. Este sentido, esperan poder ofrecer financiación a los clientes, aunque Cleveland aclara que “una vez que exploremos el mercado internacional, veremos las necesidades de financiamiento que pudieran requerir algunos clientes. Lo hemos estudiado y existe la posibilidad de hacerlo, pero la factibilidad dependerá del país receptor, de la entidad que otorgue el crédito y del mecanismo de financiación que se negocie”.
Por otro lado, la empresa no tiene previsto desarrollar una versión para empleo civil de la aeronave.
Detalles
El avión tiene como objetivo entrenar a los nuevos pilotos con los sistemas integrados que encontrarán en el futuro de su carrera, alrededor de un avión de última generación. El Pillán II es una evolución del T-35 Pillán original, actualizado en todos sus aspectos relevantes, como aviónica, uso extensivo de fibra de carbono, nuevo diseño de ala, winglets, nuevo motor y mejor relación potencia-peso, manteniendo la confiabilidad y bajos costos operativos. Además, tiene una cúpula rediseñada, para aumentar la vista del piloto, aire acondicionado, asientos eyectables y nuevo motor (aún no definido).
Si bien el Estudio Básico de Inversión e Ingeniería que llevó a cabo ENAER durante 2021, incluyó la definición y evaluación del Diseño Conceptual del componente aéreo del Sistema Pillan II en dos versiones, una con planta motriz turbopropulsada y otra con motor convencional recíproco, la Fuerza Aérea de Chile optó por la segunda y es esa la que se desarrollará en el marco del contrato suscrito con esa Institución.
“El motor preseleccionado para cumplir los requerimientos de operación específicos, tendrá capacidad de vuelo acrobático y algo más de potencia máxima que el actual Pillan. El modelo es ampliamente utilizado en aeronaves de esta categoría. Se complementará con una hélice de materiales compuestos.
Sin perjuicio de lo anterior, la variante turbohélice sigue siendo una alternativa con gran potencial, toda vez que da la posibilidad de dotar al avión con mayor potencia disponible, entre otras ventajas. Lo interesante es que esta opción ya ha despertado el interés de varios operadores militares y, eventualmente, podría desarrollarse como otro producto para ofrecer al mercado en el mediano plazo” explicó Cleveland. Este concepto ubicaría al Pillán II como un reemplazo de los Embraer Tucano y Pilatus PC-7 que ya están próximos a ser dados de baja.
Como el avión está diseñado como un sistema de entrenamiento, esto incluye una serie de subsistemas más allá del avión, como:
Simulador de Vuelo – SIM: Este subsistema, bajo un entorno inmersivo, brindará al usuario una experiencia de vuelo cercana a la realidad. Permitirá la instrucción de procedimientos, entrenamiento de lecciones y simulación de misiones planificadas. El SIM es conformado por una Cabina de Vuelo, una Estación para el Instructor y un Sistema Visual de Realidad Mixta, y tiene la capacidad de comunicarse con el Subsistema de Planificación de Misión (MPS) y con el Subsistema de Debriefing (DBS) para planificar y analizar misiones respectivamente.
Planificación de Misión – MPS: El MPS es una herramienta informática multiplataforma, basada en el motor geoespacial “Luciad”, la cual permitirá generar planes de vuelo e ingresar el plan de vuelo a la aviónica de la aeronave.
Debriefing de Misión – DBS: El DBS reproducirá en forma sincronizada parámetros de vuelo, audio y video del HUD, con el propósito de efectuar análisis post vuelo de cada misión de instrucción, presentando en forma simultánea el vuelo en 2D/3D, el video del HUD y la data.
Seguimiento en Vuelo – TRK: El TRK consiste en un conjunto de herramientas de software y hardware que permitirán monitorear, desde una estación en tierra, diferentes parámetros de las aeronaves que se encuentren realizando vuelos incluso en zonas remotas. Esto se realizará mediante el uso de un dispositivo de seguimiento a bordo de la aeronave, el cual transmitirá de manera periódica, vía datalink satelital o celular, mensajes con la información de vuelo hacia los servidores del proveedor de seguimiento, desde el cual serán obtenidos y visualizados en las estaciones de seguimiento en tierra. Estas estaciones también serán capaces de generar alarmas visuales y auditivas, cuando la aeronave se aparte de ciertos rangos previamente configurados del plan de vuelo asociado (altitud, velocidad, rumbo, posición, etc.).
Instrucción para Operadores y Mantenedores – SOM: El SOM corresponde a un sistema tipo CBT (Computer Based Training) o Enseñanza Asistida por Computadora, compuesto por hardware, software y metodologías que permitirán realizar las actividades de formación, capacitación e instrucción de operadores y mantenedores.
Gestión de Órdenes Técnicas (SOT): El SOT permite la gestión de documentos, para rastrear, almacenar, archivar y organizar documentos electrónicos o imágenes de documentos en papel. Poseerá la capacidad de mantener un registro de las distintas versiones y modificaciones de los documentos que se vayan ingresando al sistema.
De momento las características estimadas son las siguientes:
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