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Foto del escritorJosé Javier Díaz

La Fuerza Aérea Argentina impulsa la tecnología – Parte 2

Por José Javier Díaz


Principales proyectos de la Dirección General de Investigación y Desarrollo

A través de la organización descrita precedentemente, la DGID se encuentra en aptitud de llevar a cabo una amplia gama de investigaciones científicas y desarrollos tecnológicos contribuyentes al Poder Aeroespacial Nacional.

En este sentido, el criterio de trabajo matricial facilita la interacción y optimiza la sinergia técnica, operativa y administrativa de las diversas dependencias de la DGID distribuidas en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y La Rioja.

En las siguientes líneas describimos los proyectos de I+D más importantes que lleva a cabo la DGID actualmente, a saber:


· Micro satélite “µSAT-3”

A través del CIA, la DGID está construyendo el micro satélite de observación de la tierra “µSAT-3” para el MINDEF. Su diseño comenzó hace unos años atrás a través de un equipo multidisciplinario integrado por ingenieros, técnicos, profesores y alumnos del CIA, IUA y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

El satélite contará con dos cámaras fotográficas y un novedoso sistema de propulsión a partir de un motor de plasma, pesará 30 Kg y tendrá una vida útil de aproximadamente diez años. Por su reducido tamaño y peso, podrá ser lanzado junto con otros satélites, reduciendo significativamente su costo de lanzamiento.

El “µSAT-3” ocupará una órbita helio sincrónica (combina altitud e inclinación para lograr que pase sobre una determinada latitud a un mismo tiempo) y su velocidad será de 25.200 km/h. Gracias a su órbita, este satélite podrá tomar imágenes de un mismo lugar con sólo cuatro días de diferencia entre una toma y la siguiente, facilitando las tareas de vigilancia y reconocimiento del territorio nacional.

Hasta el presente ningún satélite diseñado y fabricado en Argentina posee la capacidad de obtención de imágenes con la calidad y frecuencia de revisita que tendrá el “µSAT-3”.


· Vectores de Acceso al Espacio

Nuestro país comenzó a diseñar y producir cohetes durante la segunda mitad de la década de 1940, inicialmente usando combustible sólido importado de Francia y, con los años, utilizando combustible de diseño y fabricación argentina.

La época de oro de la cohetería argentina tuvo lugar entre las décadas de 1960 y 1970, durante las cuales se avanzó en materia de diseño aerodinámico; química aplicada para diseño y producción del grano propulsante; sistemas de navegación, guiado y control; telemetría; etc. Como resultado de una política sostenida en el tiempo, la Argentina llegó a contar con una familia de vectores nacionales -de distintas prestaciones- capaces de alcanzar los 500 km de altura.

El desinterés en la Defensa que sobrevino tras la derrota en Malvinas provocó una reducción sistemática de las capacidades científico-tecnológicas e industriales alcanzadas en las décadas previas, paralizándose la mayoría de los proyectos estratégicos, incluso aquellos en los cuales había una interesante trayectoria, como la cohetería, que sufrió la desactivación del “Proyecto Cóndor”, un vector de uso dual -civil y militar- que podría haberse empleado como inyector satelital o misil balístico de mediano alcance (tenía capacidad de transportar una carga útil de 500 Kg a mil kilómetros de distancia).

Actualmente se trabaja conceptualmente en el desarrollo de una “Familia de Vectores” para obtener la capacidad de acceder al espacio de manera autónoma.

El Proyecto "I-ES-0060", más conocido como “Experiencia Centenario” en el ámbito de la DGID, contempló el diseño, construcción y lanzamiento de un vector sonda a fines del año 2013 desde el Centro de Experimentación y Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados (CELPA) Chamical, Provincia de La Rioja.

El "I-ES-0060" era un cohete de 270 Kg de peso y 280mm de diámetro, impulsado por un motor de propulsante sólido (HTPB) de 4.500 Kg de empuje, capaz de portar una carga útil de 60 Kg a 70 Km de altura.

El lanzamiento sirvió para demostrar las capacidades tecnológicas alcanzadas por la Fuerza Aérea Argentina en un área estratégica para cualquier país como lo es el desarrollo de vectores.

Asimismo, gracias al óptimo desempeño del sistema telemétrico, la carga útil fue recuperada por un helicóptero del Ejército Argentino, permitiendo corroborar los parámetros previstos en los experimentos de cada uno de los “paquetes tecnológicos” que aportaron diversas Universidades Nacionales para ser integrados en el “Módulo Invitado”.

Entre las diversas instituciones académicas que colaboraron en la ejecución de este proyecto se puede citar al Instituto Universitario Aeronáutico (IUA), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional Haedo y la Universidad Nacional del Comahue (UNComa).

La “Experiencia Centenario” también permitió desarrollar capacidades técnicas no sólo de la DGID sino también de otras dependencias de la FAA como, por ejemplo, el “Equipo de Registros Fílmicos” del CEASO, que utilizó una cámara HD (alta definición) de 60 cuadros por segundo y una estación de seguimiento de trayectoria por imágenes que desarrolló el CIA.

Por otro lado, la FAA inició el desarrollo del Proyecto FAS-1500, un lanzador suborbital de 2.050 Kg de peso, que tiene dos etapas (la primera de un “cluster” de cuatro motores y la segunda de un único motor, todos de 320mm de diámetro), ambas de propulsante sólido compuesto), que podrá portar una carga útil de 200 Kg a 350 Km de altura. El lanzamiento del FAS-1500 se realizará desde el CELPA Chamical en cuanto se complete el desarrollo del sistema de estabilización por chorro de nitrógeno y la carga útil de imágenes infrarrojas.

La FAA ha planificado el desarrollo de una familia de vectores, cuyos mayores exponentes serán los cohetes “Sirio” y “Águila”, los cuales tendrán prestaciones incrementales superiores a las del FAS-1500.



Cohete del programa FAS-1500.


· Armamento y espoletas

La DGID desarrolló diversas bombas y espoletas para sustituir importaciones y disponer de armamento de diseño y fabricación nacional. A continuación se citan los principales desarrollos llevados a cabo hasta el momento:

Pod Subalar de Ametralladora: El proyecto se lleva a cabo con personal del Departamento Ingeniería del Área Material Río Cuarto (AMR IV) y prevé el desarrollo del Pod subalar para ametralladora calibre 12,7 mm para equipar a los sistemas de armas Embraer EMB-321 Tucano y a otras aeronaves de dotación de la FAA. Este pod permitirá incrementar la capacidad de fuego de las aeronaves de la FAA al incorporar armamento de mayor calibre al de los pods de dotación actual (que son de calibre 7,62mm). Este desarrollo nacional permitirá reducir los costos de adquisición y mantenimiento en forma sustancial respecto a sistemas equivalentes importados.

Como parte de este proyecto ya se ha completado el desarrollo y producción de un prototipo en calibre 7,62mm que ha sido ensayado con éxito, por lo cual fue certificado y se prevé avanzar en el desarrollo de la versión más potente en calibre 12,7mm.


Afuste de ametralladora para helicópteros: El Departamento Ingeniería del Área Material Río Cuarto desarrolló un afuste para tiro lateral desde las puertas de la cabina de pasajeros de los Sistemas de Armas Bell 212 y 412 en dotación de la FAA. Este afuste permite incorporar hasta dos ametralladoras MAG calibre 7,62 mm en cada helicóptero, incrementando su capacidad de fuego tanto para tareas de ataque como de autodefensa en misiones de búsqueda y rescate en combate. Actualmente se ha superado la etapa de construcción de los prototipos, habiéndose efectuando ensayos en tierra y en vuelo, abriendo fuego a distintas distancias y en diversas condiciones de vuelo que permitieron aprobar las bases de certificación para su posterior fabricación en serie.



Afuste de ametralladora para helicópteros siendo evaluado en un Bell 212.


Bomba autopropulsada “Dardo”FAS-850: constituye el desarrollo de armamento del tipo “stand off” más relevante de la FAA y representa un salto cualitativo en la capacidad de adiestrar a las tripulaciones para atacar objetivos materiales, ya sean fijos o móviles.

El desarrollo de la “Dardo” comenzó con la adaptación de una bomba Mk-82 para convertirla en munición guiada. A tal fin se diseñó una estructura aerodinámica de materiales mixta (compuestos y metálico) para alojar el cuerpo de una Mk-82, con aletas fijas y móviles para planear entre 40, 60 y 200 km (versión “Dardo 1”, “Dardo 2C” y “Dardo 3”) según la altura y velocidad de lanzamiento.


Las principales características de la “Dardo III” son:



Bomba Dardo 3.


Bomba antipista FAS-260: capaz de penetrar 30 cm de cemento gracias al impulso de un cohete acelerador que le permite explotar de manera subterránea, generando mayor efecto destructivo en la superficie impactada. Esta bomba se puede lanzar a muy baja altura y alta velocidad, redundando en una mayor precisión del ataque y en menor riesgo para la aeronave portadora.


Bomba de fragmentación FAS-280: fue pensada para ser lanzada en grupos de 9 ó 18 unidades mediante el empleo de un intervalómetro que permita su lanzamiento secuencial para aumentar el área de saturación en el blanco. Esta bomba porta una carga explosiva de 6 kg y el material fragmentable, constituido por parte de la carcasa y cientos de bolillas de acero, pudiendo penetrar una placa blindada de 7 a 20 mm de espesor según la distancia.

Debido a la similitud de pesos y dimensiones, tanto la FAS-260 como la FAS-280 pueden ser lanzadas desde un mismo eyector de nueve unidades.


Espoleta de impacto FAS-250: su desarrollo surgió a partir de la actualización tecnológica de las espoletas de nariz ENEAS 08V y de cola ECEAS 08RV. Ambas espoletas fueron diseñadas para utilizarse en bombas frenadas, lanzadas a muy baja cota. Estaban compuestas por elementos mecánicos, electrónicos (incluyendo acelerómetro y circuito de esterilización) y pirotécnicos que detonan la bomba portadora a un tiempo fijo.


Espoleta de proximidad FAS-1020: fue diseñada y construida bajo un concepto modular, con vistas a su empleo en bombas lisas y frenadas, que dispone de dos subsistemas, a saber: Subsistema de Seguridad y Armado, compuesto por un Módulo Electrónico de Seguridad y Armado, un Circuito de Esterilización, un Selector de Tiempos de Armado, un Mecanismo de Alineación del Tren de Fuego y un Reforzador; mientras que el Subsistema de Detección del Blanco estaba integrado por un Sensor Ambiental, un Cabezal de Radiofrecuencia (que emitía una señal de onda continua modulada en frecuencia en la banda UHF), una Placa de Procesamiento de Señales y el Cableado de Interconexión.

La espoleta FAS-1020 se activa a cierta distancia del blanco, en base al principio del efecto Doppler, disponiendo de tiempos de armado variables entre dos y doce segundos, con altura nominal de explosión a los diez metros, pudiendo operar en temperaturas entre los -30/ +60°C y velocidades entre los 220 y los 580 nudos.



Espoleta de proximidad FAS-1020


· Software “MULA”

A partir de un requerimiento operativo de la FAA, la DGID inició el desarrollo de un software llamado “Módulo Unificado de Logística Aérea” (MULA), para ser utilizado en la gestión y administración de cargas y el transporte de los insumos necesarios en Operaciones Aéreas Combinadas para Ayuda Humanitaria.

El “MULA” está conformado por una aplicación de escritorio y un servicio web vinculado, desarrollados por el Centro de Simulación y Juegos de Guerra (CSJG).

La primera versión del “MULA” fue utilizada operativamente en el año 2011, durante el ejercicio “Ajax”, con el objeto de administrar los documentos “Manifiesto de Carga” y “Guías de Carga” para las terminales aéreas y sus depósitos.

El CSJG creó una versión integradora, llamada “MULA 4.0”, en la que fusionó dos softwares desarrollados “in house”: el “Informatized Command and Control” (ICC) para planificar los vuelos y el “MULA” para planificar los movimientos de Cargas.

En 2015 los Jefes de las Fuerzas Aéreas Americanas adoptaron el “MULA 4.0” como software para Ejercicios y Casos Reales de Ayuda Humanitaria o Desastres del Sistema de Cooperación de las Fuerzas Aéreas Americanas (SICOFAA).


· Software “Fénix”

Este software desarrollado por la DGID tiene por fin apoyar el planeamiento de operaciones aéreas, evaluar las misiones ejecutadas por medio de modelos matemáticos, probabilísticos, estadísticos y lógicos, introducidos en la simulación.

El “Fénix” tiene distintas formas de empleo, la más utilizada es la que se juega a dos bandos (“Azul” y “Colorado”), en la que a cada bando se le asigna un área geográfica donde estarán ubicadas sus bases militares (aéreas, terrestres y navales), con su infraestructura (pistas, plataformas, hangares, depósitos, puertos, edificaciones), armamento, combustible y radares, entre otros elementos.

El software funciona sobre plataforma “Windows” y se instala dentro de una Red LAN (Local Área Network). Las computadoras deben estar conectadas al Servidor vía Red LAN, se instala y configuran las terminales clientes del “Fénix” (Inteligencia, Logística, Planeamiento, Current y Navegador) y el acceso web al mismo.

Además de ser utilizado y reconocido por las Escuelas de Guerra de varios países, este software argentino es usado como herramienta de simulación en ejercicios internacionales de defensa aérea y ayuda humanitaria.


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