Atrás quedaron los días en que los simuladores para uso militar eran una especie rara en las organizaciones militares y estaban restringidos a grupos de países más ricos o aquellos que tenían la capacidad de desarrollar tales sistemas.
También hemos pasado el punto en el que este tipo de equipo solo se usaba para entrenar procedimientos básicos y de emergencia. En la tercera década del siglo XXI, estos sistemas se integran cada vez más en la rutina de las organizaciones militares de todo el mundo y, debido a los avances en las comunicaciones, cada vez es más común llevar a cabo entrenamientos a gran escala que involucran a varios actores que se encuentran en diferentes lugares (o incluso en diferentes países).
Recientemente, la Red de Operaciones de Misión Distribuida (DMON, por sus siglas en inglés) producida por Northrop Grumman, permitió a la USAF llevar a cabo entrenamientos a gran escala contra adversarios disímiles en un entorno altamente complejo y multidominio utilizando simuladores de vuelo en red. El ejercicio se llevó a cabo en las Combat Air Forces Distributed Mission Operations (CAF-DMO) en la Base de la Fuerza Aérea de Langley en Virginia, con DMON proporcionando una conexión segura de información y enlace de datos mediante la integración de plataformas de simulador en múltiples ubicaciones.
Durante cuatro días, 97 cabinas de cazas de 4ª y 5ª generación, procedentes de 44 ubicaciones diferentes, se integraron en un mismo escenario. Para dar una dimensión, en un escenario virtual, volaron F-22, F-35, F-16, A-10, MQ-9, EA-18G, E-3G y RC-135, además de integrar centros de comando y control y JTAC's.
A través de DMON se llevó a cabo la planificación, la ejecución de la misión, la sesión informativa y el debriefing. Además, era posible que los operadores realizaran cambios en tiempo real y adaptaran los escenarios a los requisitos de capacitación de la misión.
El sistema es escalable en tamaño y se puede escalar hacia arriba o hacia abajo según sea necesario. Además de la ganancia operativa, sin duda, el ahorro de recursos es otro aspecto que destaca, teniendo en cuenta que no se gasta en horas de vuelo y desplazamientos de personal para realizar el ejercicio.
Esa no fue la única ocasión en la que se llevó a cabo este tipo de ejercicio. En febrero de 2023, el Ejército de los EE. UU. y la OTAN llevaron a cabo un entrenamiento en puestos de mando. Participaron Estados Unidos, Polonia, Lituania, Reino Unido, Alemania y Rumanía. Los activos del ejercicio se distribuyeron entre Fort Knox en Kentucky; el puesto de mando avanzado del V Cuerpo en Poznan; y el Área de Formación de Grafenwoehr en Alemania.
Llamado Allied Spirit, el ejercicio fue diseñado específicamente para entrenar y evaluar al V Cuerpo con la 41.ª Brigada de Artillería de Campaña, el 2.º Regimiento de Caballería, la 12.ª Brigada de Aviación de Combate y los aliados de la OTAN en una respuesta general integrada a una crisis u operación de contingencia. Allied Spirit les permitió ejercer una rápida toma de decisiones, validación de procedimientos operativos y sincronización de equipos en una región distribuida geográficamente entre los EE. UU. y Europa.
Por último, cabe destacar la celebración del ejercicio Spartan Alliance 2018, demostrando que este tipo de entrenamientos se realizan desde hace varios años. La Spartan Alliance integró 22 simuladores en Alemania e Italia de forma virtual, colocó el M-346 en Lecce actuando como agresor; el Panavia Tornado de la Base Aérea de Ghedi; el Eurofighter Typhoon de la Base Aérea de Gioia del Colle; aviones E-3 Sentry de la OTAN en la base aérea de Gelsenkirchen y misiles Patriot alemanes y la USAF, desde el Centro de Preparación de Guerreros en Ramstein con Predator y KC-130J para reabastecimiento en vuelo.
Mirando los ejemplos de los países desarrollados y los ubicados en Europa, la pregunta sigue siendo cómo los países sudamericanos están respondiendo a las amenazas o desastres naturales de manera coordinada y conjunta, o aumentar la respuesta contra los aviones de los narcotraficantes en vuelos ilegales que cruzan los cielos de un país a otro. Aunque en algunos países los simuladores de vuelo son una realidad y soportan diversos tipos de entrenamiento, estamos lejos de contar con una infraestructura que cumpla con los requerimientos operacionales del contexto actual.
Además, hay una pregunta. ¿Ha llegado el momento de estudiar una acción más eficaz de forma integrada?
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