Por Luis Briatore*
Con 43 años de servicio y 131 mil horas surcando el cielo argentino, en la tarde del domingo 29 de noviembre 2015, el Sistema de Armas Mirage, se despidió con todos los honores desde su nido, la VI Brigada Aérea de Tandil.
Un quinteto de “Deltas”, excelentemente presentados, deleitó al entusiasta público presente, con una rutina memorable. Mezcla de asombro y nostalgia invadió el alma aeronáutica de los declarados mirageros. Fueron miles los que vitorearon cada vibrante y ensordecedor pasaje en aquella inolvidable y ultima demostración de poder.
Hoy, ante las pretensiones injustificadas y expansionistas del país trasandino, nos damos cuenta de la falta de previsión, que existe un vacío que no se ha llenado aun, y nos preguntamos: ¿Hemos dejado de pensar como país en la defensa de nuestra soberanía?
Pasaron al descanso del guerrero los gloriosos “Deltas”, y nunca llegó su reemplazo, el que seguimos y seguiremos esperando. Es una preocupación alarmante, principalmente a todos los que tenemos la convicción por juramento y vivimos para defender a “La Patria”.
Tantos años formando pilotos interceptores y cazas bombarderos con estos nobles cazas, transitando un camino iluminado por el ejemplo de nuestros héroes, hoy próceres alados.
Tanta sangre derramada en la cruenta batalla aérea del Atlántico Sur, contienda bélica que demostró la valentía y coraje del combatiente argentino, ante la mirada atónita del mundo entero, en una lección de cómo defender lo propio en neta inferioridad de condiciones, enfrentando a la tercera flota del planeta a puro coraje.
Hoy nos encuentra con nuestra amada Fuerza Aérea Argentina, como la más debilitada de las tres Fuerzas Armadas, en lo que respecta a poder disuasivo, algo incomprensible ante tanto mérito ganado en la adversidad de una guerra tan desigual. Situación de desventaja aprovechada políticamente, y mirando el pasado, de manera reincidente por nuestros expansionistas vecinos.
Incorporar un avión de combate de manera inteligente, tomando las previsiones necesarias, lleva muchos años. Formar la suficiente cantidad de profesionales del aire que estén en condiciones de operar estas increíbles maquinas hasta llegar al nivel orgánico y operativo de un escuadrón aéreo, lleva más tiempo aun, e insume miles de horas de vuelo.
Hoy, lamentablemente Argentina se da cuenta de esta falencia cuando nos lastima el alma una triste realidad, de la que siempre fuimos conscientes.
Como piloto de combate, hoy ya alejado de mi hábitat preferido, hijo de los valientes “Guerreros de Malvinas”, quien supo aprovechar al máximo la formación y posibilidades que me dio generosamente el Estado Argentino, solo puedo expresar con preocupación y pesar: ¡Cómo te extraño Mirage!
“No hay quien pueda y viva la patria”.
* Luis Alberto Briatore nació en la ciudad de San Fernando (Buenos Aires) en el año 1960.
Egresó como Alférez y Aviador militar de la Escuela de Aviación de la Fuerza Aérea Argentina en 1981 (Promoción XLVII) y como Piloto de Combate de la Escuela de Caza en 1982. Fue Instructor de vuelo en la Escuela de Caza y en aviones Mirage y T-33 Silver Star (Bolivia).
A lo largo de su carrera en la Fuerza Aérea Argentina tripuló entrenadores Mentor B45 y MS-760 Paris, aviones de combate F-86F Sabre, Mirage IIIC, IIIEA y 5A Mara ocupando distintos cargos operativos, tales como Jefe de Escuadrón Instrucción X (Mirage 5 Mara/Mirage biplazas) en la VI Brigada Aérea y Jefe del Grupo 3 de Ataque en la III Brigada Aérea.
En el extranjero voló Mirage IIIEE como Jefe de Escuadrilla e Instructor en el Ala 111 del Ejército del Aire (Valencia, España) y T-33 Silver Star como Instructor de Vuelo en el Grupo Aéreo de Caza 32 y Asesor Académico en el Colegio Militar de Aviación en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).
Su experiencia de vuelo incluye 3.300 horas de vuelo en reactores y 200 horas en aviones convencionales.
Es también Licenciado en Sistemas Aéreos y Aeroespaciales del Instituto Universitario Aeronáutico (Córdoba, Argentina) y Master en Dirección de Empresas de la Universidad del Salvador.
Tras su pase a retiro en el año 2014, se dedicó a la Instrucción en aviones convencionales PA-11 Cub y PA-12 Super Cub en el Aeroclub Tandil (Buenos Aires) y el Aeroclub Isla de Ibicuy (Entre Ríos) y en el año 2018 se empleó como Piloto de LJ-60 XR – operando desde Aeroparque Jorge Newbery.
Comments