Dialogamos con el presidente de Cotecmar, el almirante Luis Fernando Márquez sobre la evolución de la que se ha convertido no solo en la mayor industria naval de Colombia, sino uno de los astilleros más importantes de América Latina. Ahora, apuntando a comenzar la construcción de fragatas para la Armada de Colombia, la empresa consolida su crecimiento.
Por Santiago Rivas
Entrevistamos al almirante Luis Fernando Márquez, presidente del astillero colombiano Cotecmar, que no solo es la principal industria naval de Colombia, sino que se está consolidando como una de las más importantes de América Latina. El astillero fue creado por la Armada de Colombia en el año 2000, como Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval Marítima y Fluvial, por lo que en su ADN siempre estuvo el desarrollo de productos basados en las necesidades de los clientes. Iniciando su historia con pequeños patrulleros fluviales, dio un primer salto al encarar la producción de tres OPV para la Armada de Colombia y más recientemente con el buque de investigación ARC Bolívar. Ahora, están dando otro salto, con el diseño local de buques más complejos y la construcción de su primera fragata.
Pucará Defensa: ¿Cómo ha sido el desarrollo de Cotecmar desde su nacimiento?
Almirante Márquez: Desde el poco tiempo que llevamos trabajando para la Armada de Colombia y las Armadas de la región, siempre hemos alineado nuestro esfuerzo mirando las necesidades que tiene cada país y el contexto de la región. Hablamos del Caribe y el Pacífico colombiano. En los primeros años la principal evolución que tuvo la corporación fue en productos enfocados a las necesidades fluviales de la Armada de Colombia, las lanchas patrulleras de río, las patrullas pesadas y livianas que se requerían para atender las necesidades internas de nuestro país. Después empezamos a evolucionar con los productos a nivel marítimo, los buques de desembarco anfibio o buques de apoyo logístico y cabotaje. Después miramos a las patrullera de costa, son productos netamente desarrollados por la corporación con un grupo interdisciplinario que tenemos en una gerencia de ingeniería y diseño naval, entre 70 y 75 profesionales de diferentes ámbitos, ingenieros, arquitectos, diseñadores enfocados a la ingeniería naval.
Eso fue esa primera parte desde el 2000 terminando en 2009, cuando empezamos a ir avanzando con los buques patrulleros oceánicos, que fueron los OPV 80 de la empresa Fassmer de Alemania, que a pesar de que esos patrulleros eran con un diseño básico de Fassmer, fueron modificados en su diseño por Cotecmar de acuerdo a las necesidades de la Armada de Colombia, es decir que ese diseño es único, se construyeron tres que entraron a funcionar desde el 2011 hasta el 2017 en la Armada de Colombia.
Nosotros no solamente atendemos a la Armada de Colombia, sino también a la parte privada. La construcción de remolcadores, algunas barcazas para el transporte de crudo.
Continuando con la parte de los desarrollos, vendemos los buques de desembarco anfibio. En total se han construido ocho, seis para Colombia y dos para el exterior.
Y después avanzamos en la evolución del desarrollo de los diseños de beneficio social, hay embarcaderos para la parte fluvial de diferentes departamentos de nuestro país y vamos avanzando poco a poco.
Después migramos a productos de mayor valor agregado y mayor complejidad como la construcción del buque investigación científico Bolívar, y a el convenio que tenemos con Estados Unidos para suplir los botes de interdicción para la Armada de Colombia, de diferente tipo. El último fue el bote Arcángel, en 2022, es un bote de 21 metros de eslora con alta capacidad, con autonomía de hasta 825 millas náuticas, de aluminio, que le permite a la Armada de Colombia hacer una modificación en su en su doctrina operacional, en lo que es la lucha contra el delito transnacional.
En 2017 se hizo un desarrollo en combinación con la Armada de Colombia para los botes de bajo calado, son unos botes especiales en aluminio, diseñados por Cotecmar que solamente necesitan 50 cm de profundidad para poder operar en el río y llevar 8 personas con su equipamiento y tienen un sistema de blindaje especial con láminas como las que utilizan los helicópteros Black Hawk.
PD: ¿Cómo está organizado el astillero?
AM: La corporación tiene su parte operativa en la ciudad de Cartagena, donde tenemos dos plantas, la planta de Mamonal, que es la principal y queda en la zona industrial de Cartagena. Tiene una gran capacidad, con un sistema de sincro elevador para poder sacar los buques, con ocho posiciones de varada. Ahí estaba el proceso productivo de construcción, con unas líneas de producción donde tenemos dos posiciones de varada y van saliendo los buques al agua a través de la parte del Synchrolift. De igual forma tenemos también en Cartagena, pero en Boca Grande, donde queda la principal base de la Armada de Colombia, otra planta un poquito más pequeña, que tiene un sistema de Speedway para sacar los buques del agua a través de rieles, una capacidad más disminuida. Sin embargo, en ambas plantas hay talleres de metalmecánica, de electricidad, la parte de amueblamiento, electrónica, qué nos permite soportar la parte del proceso productivo.
No obstante, nosotros somos el soporte de la Armada de Colombia, prestamos servicios de mantenimiento a las unidades en el Pacífico colombiano, en el oriente y en el sur, en cada una de las fuerzas, con equipos de trabajo que se desplazan y con algunas empresas de la región.
PD: ¿Cómo es la integración con las empresas locales?
AM: Nosotros trabajamos de la mano de la ANDI, que es la Asociación Nacional de Industriales. A través de la Cámara del Metal donde buscamos el relacionamiento con las directrices que hay del Estado para permitirnos lograr que dentro de la regulación o normativa el sector no sea afectado. Por otro lado, trabajamos con la Cámara de Comercio, es la agrupación en Cartagena que agrupa a todas las empresas, grandes, medianas y pequeñas de diferentes tipos y que buscan que nosotros articulemos lo que hace el astillero. De igual forma trabajamos con la Cámara de Comercio de Manizales, una cámara de comercio que tiene un sector metalmecánico. La industria astillera es una industria de síntesis, en el centro tenemos el astillero, que es el que tiene una capacidad instalada, profesional y de diseño, pero están las empresas auxiliares, la parte de ferretería, de metalmecánica, de electricidad y hemos buscado articularlas con lo que hace la corporación, de tal forma que ellos nos puedan suplir en parte. La educación ha sido un proceso en el cual se continúa trabajando, teniendo en cuenta que ellos tienen que hacer inversiones grandes, porque la industria de la construcción y reparación de buques requiere un alto estándar de calidad. Nosotros debemos garantizar nuestro trabajo y nuestros productos, porque un buque sale al mar o a navegar en el río y es como una ciudad flotante. Ahí hemos tenido algunos limitantes en ocasiones, porque para lograr esos puntos de calidad se requiere invertir recursos en certificaciones de calidad, en maquinaria y ha sido un poco complejo a veces. Sin embargo, también hemos tenido apoyo de algunas entidades del gobierno, como Colombia Productiva, que se articulan con estas empresas y consiguen recursos para poderles apoyar en su desarrollo. La intención es continuar desarrollando estos clústeres, el clúster marítimo, la Cámara de Comercio de Cartagena y el Clúster Metalmecánico en Manizales y poder articular con otras empresas colombianas con estos proyectos que vamos a asumir de aquí en adelante, que permitan fortalecer más la capacidad productiva del país y ser suplidores en una mayor cantidad de las partes que requerimos para la construcción de nuestros buques.
PD: ¿Cómo es la proyección hacia el exterior?
AM: Hay dos factores a tener en cuenta, primero la Armada de Colombia como punto de referencia, ya que ellos tienen los productos que hemos construido, todos están en uso con excelentes resultados, lo cual la ha llamado la atención a muchos países de la región, incluso algunos países de Europa. Como ejemplo la parte de fluvial. Hemos incursionado en diferentes países con nuestros productos y hemos comercializado dos buques de apoyo logístico y cabotaje, son los mismas que utiliza Colombia, uno para Guatemala y otro para Honduras, en 2017 y 2019. También, con Brasil con lanchas patrulleras de río. En Honduras hicimos la comercialización de botes interceptores que funcionan y trabajan de la mano con el buque de apoyo logístico y cabotaje para proyección de operaciones de control. Eso nos ha permitido posicionarnos. Desafortunadamente el tema de la pandemia afectó mucho a la región y tuvo que enfocar los recursos a atender esta necesidad.
Nosotros seguimos trabajando porque hemos ido desarrollando otros productos, vamos a construir una patrullera oceánica totalmente diseñada por Cotecmar para la Armada de Colombia. La primera fragata que será construida aquí en Colombia y el desarrollo de un diseño de buque logístico, BAL 6012 que es un buque de 60 metros de eslora, diferente a los otros que hemos construido, como las BDA, con una configuración diferente y con mayores prestaciones. Estos tres buques nos llevan a otro nivel, nosotros hemos ido rompiendo hitos en la medida que ha pasado el tiempo. Inicialmente veníamos avanzando con las patrullas oceánicas, los buques de la parte fluvial, las tecnologías de uso dual para la parte social, y viendo el tema del buque de investigación científica marina, con mayor complejidad, más grande, con una gran robustez que requería el buque por las misiones que va a cumplir, porque va a ir a la Antártida.
Estamos iniciando la construcción de la Patrullera Oceánica Colombiana, un buque de 93 metros de eslora con capacidad para recibir un helicóptero mediano, para cumplir operaciones de patrullaje y cobertura en la protección del patrimonio marítimo de los colombianos. De forma simultánea estamos continuando con el desarrollo de la primera fragata a construir en Colombia que es un diseño Sigma del astillero Damen de Países Bajos. Como se hizo en su momento con las patrulleras oceánicas OPV 80, es un diseño que va a ser ajustado y modificado por Colombia a través de Cotecmar.
Para la Fragata y el buque logístico es un proyecto de 10 años, pero con el que ya iniciamos es la patrullera oceánica. Esto nos ha permitido mostrar esas capacidades que tenemos y ha generado interés de algunos países de la región. En algún momento se ha llegado a hablar de poder manejar este diseño que tiene Colombia para que sea una referencia para otros países y cada quien lo configura de acuerdo a sus necesidades, con el material o los elementos de seguridad que ellos consideren, para cumplir las misiones en cada una de sus marinas.
PD: En cuanto al OPV que están haciendo, ¿ya se ha iniciado la construcción? ¿Qué diferencias tiene con respecto a los OPV 80?
AM: De la OPV 93 ya iniciamos la construcción en este mes de febrero. Es una patrullera que, si bien es cierto que cumple un rol de protección del patrimonio marítimo colombiano, las prestaciones que tiene se diferencian de la OPV 80. La OPV 80 tiene capacidad para recibir un bote Arcángel por la popa, que se una de las modificaciones que hicimos. La OPV 93 va a recibir un bote más grande, aproximadamente dos metros más largo, el Apóstol. Tiene capacidad para recibir un helicóptero más grande y el hangar no es retráctil. Va a tener un espacio para poder lanzar aeronaves no tripuladas para hacer patrullajes de cobertura. La capacidad de alojamiento será mayor.
Se maneja el mismo concepto de triada, donde está la operación con una plataforma que es el OPV, más el helicóptero y la lancha. El sistema de propulsión tiene un mejor desempeño, a pesar de que es más grande va a tener las mismas prestaciones que la otra, con los mismos motores. Eso debido al diseño que tiene el buque y, lo principal, que al ser un producto desarrollado por la corporación y construido por la Armada Colombiana, tenemos una independencia desde el punto de vista tecnológico para el soporte en el ciclo de vida. Si algún país o alguna marina amiga tuviera interés en este tipo de buque se pueden hacer los ajustes o modificaciones de acuerdo a esas necesidades, porque tenemos todos los derechos del diseño.
PD: ¿Cuándo tienen previsto hacer la entrega de este buque?
AM: El proceso de construcción que iniciamos este año esperamos terminarlo a finales de 2025 o principios de 2026, está ajustado a la disponibilidad de recursos del Gobierno.
PD: En cuanto a al proyecto de fragatas, ¿Cuándo se iniciará la construcción y cómo evolucionaría? Porque tengo entendido que la Armada quiere más, no solamente una.
AM: Sí, nosotros estamos en la parte del diseño que es el codesarrollo. Nosotros estamos ya terminando el diseño contractual con ese codesarrollo que estamos haciendo con Damen. Y continúa con las siguientes fases del diseño, que es el diseño funcional con la ingeniería de detalle y la ingeniería de taller, es un proceso meticuloso de nuestra gente, tener la maqueta electrónica del buque con todos los detalles y aspectos específicos de lo que va a tener el buque, para poder facilitar el proceso y la estrategia constructiva que vamos a tener. En este momento nosotros estamos proyectando que en el segundo semestre del 2025 se iniciaría la construcción.
PD: ¿El buque de apoyo logístico sería el tercero?
AM: Sí, el tercero. Está proyectado para iniciar en el 2029, sin embargo estamos a la expectativa, porque las necesidades del país y de la Armada son otras, pero dependemos de los recursos y esperamos tener la posibilidad, ya sea con la Armada o con la alguna entidad del gobierno nacional de poder construir un buque de esos con anticipación, en este cuatrienio que estamos iniciando, 2023-2026, estamos trabajando para ello.
PD: El año pasado entregaron el Simón Bolívar, que ha sido el buque más complejo construido hasta ahora por Cotecmar. ¿Cómo fue la experiencia y cómo les permite avanzar a diseños como el OPV o la fragata?
AM: El buque de investigación científica marina Simón Bolívar fue un reto para la corporación que se asumió en el año 2019, mostrándole a la Armada y a la Dirección General Marítima las capacidades que ya había adquirido la corporación. Era un buque mucho más grande, más complejo desde la parte de la integración de sus equipos, con unos equipos especializados, pues, como es un buque de investigación, deberá contar con diferentes tipos de sonares y equipos especializados para toma de muestras, medición de profundidades, es un buque que tiene aproximadamente casi 70 kilómetros de cable internamente. Para poder hacer esa integración, desde las consolas principales de los laboratorios a donde está el puesto de mando y donde están colocados los equipos en una en una góndola en el casco del buque. La corporación empezó a desarrollar este trabajo con un aliado tecnológico que era Damen, porque es quien ganó el proceso para poder seleccionar el buque, que también es diferente al diseño básico que se hizo en su momento, porque se ajustó a las necesidades, se modificó, por ejemplo, donde estaba el helipuerto, que estaba en la proa, se pasó para la popa. La góndola de sensores estaba en otro lugar, se hicieron estudios, porque la proa tenía bulbo, que se eliminó porque generaba burbujas a los equipos de medición. Pero después de tres años, porque la construcción empezó en 2020, se entregó a finales del año 2022. Entregamos un producto de alta calidad, de alto valor agregado, previamente probado y funcional, donde inclusive los mismos holandeses estaban muy sorprendidos del desarrollo y la organización para la construcción del buque, como el resultado que tuvimos en todas las pruebas, que salieron satisfactorias.
PD: En cuanto al área fluvial, que fue el inicio de Cotecmar y hoy Colombia es uno de los países con más experiencia en guerra fluvial. ¿Cómo ven ese mercado?
AM: Sí, el desarrollo y capacidad de los productos fluviales ha sido bastante beneficioso. Hemos logrado mostrar esas capacidades a diferentes países de la región, a Ecuador, Perú, a Paraguay, y ellos conocen nuestros productos en la parte fluvial, ha habido interés. Las limitantes que se han presentado son la falta de recursos para poder desarrollar sus proyectos. De igual forma, en África en muchos países hemos mostrado estos productos y hay algún interés. El tema es que en ocasiones, con las fuentes de financiación que tienen, no les permiten comprar este tipo de buques, porque lo ven como si fuera un buque de guerra, pero realmente son buques que hacen control fluvial y prestan también apoyo a las comunidades, que es lo que hacemos aquí en nuestro país.
PD: ¿Cómo se aplica la interacción con la Armada de Colombia? que tiene una gran experiencia tanto ríos como también en la parte marítima.
AM: Ese es un factor clave para nosotros, esa sinergia y esa interacción que tenemos con la Armada de Colombia. Nosotros nos debemos a la Armada de Colombia; a pesar de que formamos parte del sector de defensa, tenemos ese cordón umbilical que nos une con la Armada nacional y en todos los desarrollos de los diferentes buques siempre hay una comunicación permanente para trabajar desde Cotecmar con la Armada de Colombia, conociendo esas necesidades. Uno de esos ejemplos son los botes de bajo calado, la Armada nacional no podía llegar a ríos secundarios y terciarios por la baja profundidad, razón por la cual esa parte operacional de la infantería Marina nos retroalimenta. Se reúne con los equipos de diseño e ingeniería de la corporación e interactúa. Esa retroalimentación de la parte operacional ha sido fundamental para nosotros. Así sucedió con los buques de desembarco anfibio, reemplazamos a unos buques que habíamos recibido de la Armada de los Estados Unidos hace muchos años, que eran las LCU y que tenían que salir de servicio.
PD: ¿Están trabajando con otras armadas de la región en otros proyectos?
AM: Actualmente no. Hemos presentado diferentes ofertas de los productos a diferentes países de la región, en Centroamérica y Sudamérica. Tenemos reuniones, incluso Colombiamar es un escenario para afianzar ese relacionamiento y que miren los avances que ha tenido la corporación en los proyectos de construcción para la Armada de Colombia. En ese orden de ideas, lo que buscamos es estar de manera permanente en comunicación con ellos. Siempre estamos abiertos a escuchar a los diferentes clientes, para poderles mostrar los productos y escuchar las necesidades adicionales que tengan, que nos ayuden a desarrollar nuevos productos enfocados a sus necesidades. Y no solamente en lo que utilizan las marinas, también en tecnologías de uso dual, nosotros tenemos productos que por sus características pueden ser configurables para poder hacer otra actividad en beneficio de la población.
PD: Cotecmar, a través del estado colombiano, ¿puede hacer contratos por acuerdos gobierno a gobierno?
AM: Sí, claro. Es una de las ventajas que se tiene poder contratar con nosotros. Desde Cotecmar, que somos una empresa del estado, manejamos acuerdos de entendimiento con diferentes países a través de los ministerios de defensa. Estos acuerdos nos permiten llevar a cabo proyectos que se requieren a nivel de gobierno a gobierno, porque es una garantía, el respaldo lo da el mismo Gobierno de Colombia a través del Ministerio de Defensa y de la Armada de Colombia. Y no solamente por eso, nosotros, en todos los productos que construimos buscamos hacer transferencia de conocimiento, tanto en la parte del proceso constructivo, en el ciclo de mantenimiento del buque y en la doctrina, con la Armada nacional. Un ejemplo fue con los países de Centroamérica, las tripulaciones que vinieron a entrenarse aquí y a recibir el buque, cuando salieron para Guatemala o para Honduras, ya estaban capacitados por la Armada de Colombia en la operación de ese tipo de buques con toda la doctrina que utilizamos nosotros.
Son valores agregados adicionales que tienen estos productos que le podemos suministrar y garantizar los diferentes países a los cuales le ofrecemos nuestros productos.
PD: ¿Qué otras ventajas competitivas podría nombrar de Cotecmar?
AM: Una es que son productos ya probados y usados por la Armada de Colombia. Otra es la transferencia de conocimiento, en la experiencia que tiene Cotecmar con la Armada de Colombia para la operación de los buques. El entrenamiento y capacitación de las tripulaciones y los equipos que vienen a recibir el buque. Normalmente vienen dos o tres personas del país receptor que están desde el inicio del proyecto hasta la terminación. La cercanía que tenemos todos por el idioma español, que facilita el intercambio y la comunicación para las lecciones aprendidas, caso que no sucede con los buques construidos en Europa o en Asia. Todos los manuales de operación se entregan en español. Y la interacción permanente en la postventa, nosotros no perdemos el contacto, seguimos haciendo un acompañamiento a la marina de receptora del producto, inclusive en ocasiones se han hecho reentrenamientos. Nos permite ir más allá de lo que nosotros hemos tenido como experiencia, pues Colombia durante mucho tiempo recibió buque suecos, norteamericanos, que no eran nuevos, y nos generó muchas complicaciones. Entonces, ya con la experiencia y las lecciones aprendidas, sabemos cómo fuimos afectados nosotros y cómo podemos beneficiar a algunos países de la región.
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