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Donación de helicópteros militares a Uruguay, una polémica innecesaria

 El 8 de mayo, el presidente de la República de Brasil presentó al Congreso un proyecto de ley que autoriza la donación de dos helicópteros Bell Jet Ranger III de la Marina de Brasil (MB) a la Armada de Uruguay. Este anuncio tardío ha generado una polémica innecesaria, y en muchos casos, blogs y cuentas de Instagram han utilizado imágenes del H225M, uno de los helicópteros militares más modernos que operan en Brasil, para ilustrar la noticia sobre el Jet Ranger III. Entendamos cómo interpretar la información y las consecuencias de estas negociaciones sin sensacionalismo ni la búsqueda incesante de "me gusta y clics".

Esta no es la primera vez en la historia que este tipo de donación ocurre desde Brasil a países de América Latina. El Ejército y la Fuerza Aérea ya han donado material de defensa a otras naciones de la región mediante donaciones o ventas por un valor simbólico. En el caso del Bell Jet Ranger III (IH-6B), los tipos fueron recibidos por la MB a partir de 1985, en una flota que totalizó 16 ejemplares y que fue ampliamente utilizada en el entrenamiento de aviadores navales, actividad reconocida por provocar un mayor desgaste estructural en comparación con las propias misiones operacionales, considerando que el alumno está en la fase de aprendizaje.

Además del entrenamiento, entre 2004 y 2012, el HU-41 en Ladário recibió varios IH-6B. Su estancia en el Pantanal fue breve debido a las severas restricciones impuestas por el clima cálido y húmedo de la región, que resultó inadecuado para la operación de estos helicópteros.

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Tras 40 años de servicio, estas aeronaves, completamente obsoletas para la Aviación Naval de la Marina de Brasil, finalmente están siendo desmanteladas y serán reemplazadas por el ultramoderno AS350B3 Esquilo (IH-18). Además de un mantenimiento cada vez más complejo y costoso debido a la antigüedad de los sistemas y la dificultad para obtener piezas, lo que afecta la disponibilidad en la línea de vuelo. El Jet Ranger III presenta limitaciones operativas y una cabina completamente analógica, una tecnología incompatible con la que ya se observa en prácticamente todas las aeronaves que vuelan en la Aviación Naval. A pesar del trabajo incansable del Comando de la Fuerza Aérea Naval y de la Marina de Brasil en ofrecer lo mejor en términos de equipamiento y entrenamiento para su personal militar, las constantes restricciones presupuestarias y la contingencia de fondos impidieron que programas como este, que durante años tuvo como objetivo sustituir al IH-6B, siguieran adelante.

Ahora, finalmente, al comenzar esta transición, los Jet Ranger III restantes serán retirados y la Marina de Brasil dejará de utilizarlos operativamente. Esto probablemente despertó el interés del país vecino y generó una controversia innecesaria.

En primer lugar, el Jet Ranger es un helicóptero antiguo y obsoleto para la misión constitucional de la Marina de Brasil, y donarlo a un país amigo fortalece los lazos de amistad y, sobre todo, contribuye a una mayor seguridad regional.

Al fin y al cabo, toda cooperación técnica, intercambios, entrenamientos y operaciones conjuntas, y la coexistencia con países con mayor capacidad operativa, en última instancia, tienen un impacto directo en la propia seguridad nacional. Si bien cada país tiene soberanía sobre su espacio aéreo, terrestre y marítimo, al frenar las actividades ilegales, el país vecino ayuda a prevenir su propagación por la región.

En este caso, podrían surgir dudas sobre la donación de estos helicópteros a servicios de salud, servicios de rescate o fuerzas de seguridad pública. En primer lugar, es importante verificar si alguno de estos servicios está interesado en este tipo de equipo, ya que recibir una donación requerirá fondos para mantener una tripulación capacitada y una infraestructura adecuada para su operación. Además, podrían existir conversaciones en curso al respecto que aún no se han revelado.

 

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