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CC José Porto

El terrorismo “mapuche” y su relación con la guerrilla colombiana. 1º Parte

Evidencias de la continuidad criminal y terrorista trasnacional de las FARC posterior al Acuerdo de Paz de 2016, y la construcción de los consecuentes escenarios estratégicos que se pueden presentar en Argentina


Por el Capitán de Corbeta (Armada de Colombia) José Alejandro Porto Morales


Introducción

Actualmente se vive con incertidumbre y polarización la era pos-acuerdo de Paz entre el Gobierno de Colombia y la organización FARC, firmado en noviembre de 2016, y una falta de análisis prospectivo a nivel estratégico puede conllevar a que los distintos gobiernos latinoamericanos no visualicen riesgos y amenazas para su seguridad y defensa, derivadas de la probada continuidad terrorista, de alcance regional, de una significativa porción de las FARC. El presente artículo estructura escenarios probables, analizando hechos históricos, y recopilando evidencias actuales.



En el marco del pos-Acuerdo de Paz, surge en algunos gremios de la comunidad nacional e internacional un sentimiento triunfalista que presupone el fin de más de 50 años de conflicto. Sin embargo, actualmente se observa cómo la antigua amenaza generada por las FARC no se extinguió con la firma del Acuerdo de Paz, sino que ha mutado hacia otras formas de violencia, a manos de antiguos miembros de esa exguerrilla, cuyos alcances trasnacionales sobrepasan fronteras y se engranan con procesos y sistemas políticos y/o criminales de dimensión regional, representando una seria amenaza para la seguridad de los países latinoamericanos, entre ellos Argentina y Chile.


Ilustración 1 Perfiles hipotéticos de las FARC pos-acuerdo (Porto, 2015)


Antecedentes de las FARC en Chile

Conflicto Mapuche. Una de las fuentes de información más concretas que dan cuenta de la relación entre las FARC y la RAM/CAM, fue la encontrada en las computadoras de alias “Raúl Reyes”, capturadas tras la operación “FENIX”, desarrollada por las FF.AA de Colombia en territorio ecuatoriano en marzo de 2008; se encontraron correos electrónicos entre las FARC y el Partido Comunista chileno, donde estos últimos mostraban interés en recibir entrenamiento para la RAM, por parte de las FARC; esta información fue contrastada por parte de las autoridades con una serie de viajes realizados por al menos una decena de chilenos sindicados de participar en actividades al servicio del Partido Comunista chileno, a zonas campamentarias al sur de Colombia. En una entrevista realizada por el programa PPT de Argentina al exfiscal regional de la Araucanía, Francisco Ljubetic, en la Universidad de Temuco, él afirmaría que “logramos establecer que a lo menos una decena de personas mapuches salieron del país en dirección a Colombia entre el 2004 y el 2006, viajes que son efectuados de a dos personas: los antecedentes indican que tuvieron capacitación en campamentos FARC”; de acuerdo con el exfiscal, la permanencia en los campamentos oscilaba entre los tres meses y un año; dentro de la evidencia que reafirma el hecho de que recibieron instrucción en tácticas terroristas, Ljubetic expone que “(…) con motivo de la detención de una de estas personas, se le incautó en su domicilio un diario dando cuenta a su pareja acá en Chile de lo que vivió en el campamento día a día; y al mismo tiempo se logra incautar también un manual que es de uso interno dentro de las FARC, acerca de cómo realizar hechos violentos, un manual de instrucción”; en la entrevista, el exfiscal relaciona casos en los cuales la instrucción recibida en actos violentos es replicada en territorio chileno, como el caso de la evidencia encontrada en Pirua, en la zona más alejada en el Bío Bío y que colinda con la Araucanía.



A partir de la intensificación de brotes de activismo violento en nombre de la reivindicación mapuche en la Patagonia argentina en 2017, sale a flote nuevamente un informe publicado por la periodista Paula Comandari en 2015, en el cual se evidencia la falta de acción por parte del entonces gobierno de Michelle Bachelet ante la información oficial entregada por el Gobierno de Colombia en reiteradas ocasiones, que dan cuenta de los lazos entre la FARC y líderes de partidos políticos de Chile.

En la investigación periodística, Comandari hace referencia a un informe titulado “Soporte información Chile” entregado por el Ministerio de Colombia al abogado chileno Felipe Silva[1] en el año 2009, que trata sobre los vínculos de las FARC con el Partido Comunista de Chile (PC) y grupos mapuches. Información similar fue entregada oficialmente por el Gobierno de Colombia a las autoridades chilenas en mayo de 2008[2], pero nunca se tomaron las acciones judiciales correspondientes; al respecto, Silva expresó en 2015 “Me llama la atención que pasado todo este tiempo, y teniendo en las manos un informe tan detallado como éste, no haya sido posible calificar los delitos que ocurren hasta hoy como tales. La cantidad de ataques, el orden con que actúan, la logística, la capacidad para hacer daño y replegarse, evidentemente corresponden a personas que recibieron instrucción armada. Y aquí no se hizo nada (…) La ANI consideró que las materias del informe no eran constitutivas de delito. Yo me pregunto ¿es la Agencia de Inteligencia la institución indicada para decir si existen o no delitos? La respuesta es no. Eso es atribución de los tribunales de justicia. Entonces, obviamente, uno sospecha, ¿hubo interés para que esto no se investigara?” (Silva, 2015).

Para ayudar a entender el motivo por el cual el entonces gobierno liderado por Michelle Bachelet no tomó acciones contra los líderes políticos chilenos vinculados con las FARC, hay que analizar el “Foro de São Paulo”, integrado por la mayoría de organizaciones de la izquierda suramericana, entre ellas las FARC, y por parte de Chile, Izquierda Ciudadana, Movimiento Amplio Social, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, Partido Comunista, Partido Humanista, Partido Socialista, Partido del Socialismo Allendista y Revolución Democrática. De esta manera, se vislumbra como las FARC y el partido político de Michelle Bachelet, están cobijados bajo el mismo manto ideológico materializado en el Foro de São Paulo.



A su vez, de acuerdo con las motivaciones político-ideológicas plasmadas en el presente artículo, un factor común entre el PC, las FARC y organizaciones terroristas como RAM y el CAM, es el abanderamiento de la causa indigenista, como parte de la estrategia de la nueva izquierda y Socialismo del siglo XXI.

En la nueva información enviada por el Ministerio de Defensa de Colombia al entonces candidato presidencial Sebastián Piñera y al senador Alberto Espina de Chile, se relacionan nuevos antecedentes, incluyendo evidencia de que fue Guillermo Teillier, presidente del PC, la persona que autorizó el viaje de varios miembros del partido al campamento del líder de la FARC Raúl Reyes; “una carta de Juan Andrés Lagos a las FARC, una misiva de Raúl Reyes a Lautaro Carmona, y otra de Reyes al entonces secretario general de las Juventudes Comunistas, Sergio Sepúlveda, quien se señala también visitó al abatido líder del grupo armado” (Comandari, 2015).

Esta actualización de información suministrada a Silva, fue enviada por Alberto Espina al Ministerio Público de Chile; “Ya para entonces Chahuán había puesto a investigar a Emiliano Arias, fiscal que tiempo antes había iniciado una investigación de oficio para dilucidar los vínculos de las FARC con los chilenos; y al fiscal por La Araucanía, Francisco Ljubetic.” (Comandari, 2015).

El mayor insumo de información que nutre el informe enviado por el Ministerio de Defensa de Colombia son los correos electrónicos encontrados en los computadores del abatido terrorista de las FARC, alias “Raúl Reyes”, cuyos extractos se relacionan a continuación:


FUENTE: (Comandari, 2015)


A pesar de que en términos generales las comunidades indígenas de Chile son pacíficas, existen fuerzas interesadas en aprovechar la causa indigenista y usarla como bandera de lucha en el marco del nuevo socialismo. Uno de los casos fue evidente durante el Primer Encuentro Internacional de Nacionalidades y pueblos Originarios que se realizó en Tirúa, provincia de Arauco, en noviembre de 2.002, reuniéndose más de 2.500 indígenas de Chile, junto con representantes de Guatemala, Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia y Estados Unidos. En el encuentro, el entonces alcalde de Tirúa expresó que “antes de que llegaran los españoles, nosotros éramos autónomos y teníamos el control territorial y creo que ahora tenemos que empezar a crear nuestras propias fuerzas” (Rasic, 2011).



Como herramienta académica para la realización de este trabajo, se ha consultado a expertos en materias de seguridad y defensa, con el propósito de validar o desvirtuar informaciones recopiladas, y también para poder modelar un futuro a partir de la experiencia y conocimiento; en ese sentido, a continuación se transcribe la respuesta de George Chaya a la pregunta relacionada con el RAM: “¿Les es conocido a estos agrupamientos locales algún tipo de vinculación a nivel internacional con organizaciones que también actúan en distintos lugares del mundo, infundiendo el terror a través de atentados sangrientos?” (Enfoques Positivos, 2017):

“Pretender que la acción terrorista del RAM no está ligada a una comunidad es poco realista. Sin embargo, de forma similar a evitar culpar a todos los musulmanes por el terrorismo islámico, no se debe culpar a todos los Mapuches. Pero igual que desde dentro del islam se genera esa violencia, lo mismo sucede con la RAM Mapuche. Concretamente, a pesar de las diferencias, todas las formas en que se manifiesta el terrorismo son esencialmente iguales y toman modelos de organizaciones violentas con muchas de las cuales cultivan lazos estrechos en lo ideológico y militar. No cabe duda de que en su tiempo el movimiento revolucionario sesentista cubano fue y sigue siendo el centro de gravedad en el que pivotean las ideas marxistas de los grupos latinoamericanos que, más adelante en el tiempo, tomaron también como modelos a las FARC, la ETA o Sendero Luminoso” (Chaya, 2017).

En diciembre de 2017, el gobierno de Argentina emitió un documento oficial en el cual se le atribuyen dos asesinatos y 94 atentados a la RAM; por su parte, a fecha septiembre de 2017, Chile le atribuye 797 actos violentos en su territorio a los mapuches radicales violentos.

La evidencia más actual sobre el enlace de chilenos con las FARC, se dio el 30 de junio de 2019, cuando el cabecilla de las FARC alias “Jesús Santrich”, beneficiado con una curul en la Cámara de Representantes como parte de lo pactado en el Acuerdo de Paz, huyó hacia la clandestinidad con apoyo del chileno Juan Bautista Hernández Aro, alias “Daniel”, oriundo de Mechuque Quemchi, Provincia de Chiloé, región pretendida dentro de las aspiraciones del ideal revolucionario mapuche.



La relación del chileno alias “Daniel” con “Santrich” data de hace 10 años aproximadamente, cuando “Iván Márquez” manejaba la Comisión Internacional de las FARC y le asignó tareas de enlace con Venezuela, utilizando como plataforma el Bloque Caribe. Para ese entonces el chileno Juan Bautista Hernández Aro, alias “Daniel”, tenía 42 años y llegaba de pagar cuatro años de cárcel en Panamá tras ser detenido por narcotráfico. “Daniel”, un defensor de la causa Mapuche, “venía de ser un antiguo y radical militante de izquierda en el sur del continente (…) Su presencia terminó siendo clave para las nuevas funciones que el Secretariado de las Farc le entregaron a Márquez y de paso a Santrich, a raíz del asesinato de Raúl Reyes: tomar las riendas de las relaciones internacionales de las FARC” (Las 2 Orillas, 2019).

Estas riendas implicaron continuar las relaciones establecidas con terroristas como Marcos Calarcá en México y el apoyo de Anncol desde Suecia, entre otros. “Contaban con otros soportes internacionales, como Jorge Berstein, Nestor Kohan, Iñaki Gil de San Vicente y el dominicano Narciso Isa Conde. El chavismo y la revolución bolivariana era uno de los ejes fundamentales de su trabajo desde la frontera, un engranaje del que formaba parte el chileno Daniel” (Las 2 Orillas, 2019).

Las actuaciones más recientes de “Daniel”, visibles ante la opinión pública, se dieron el pasado 22 de febrero de 2019 con el lanzamiento del libro de “Santrich”, Con los ojos del alma, siendo el chileno el encargado de su comercialización. Posteriormente, “Daniel” figuró como jefe de comunicaciones de la campaña “Santrich Libre”, promoviendo movilizaciones para presionar su liberación, tras haber sido detenido por la Fiscalía colombiana, sindicado de participar en narcotráfico después de firmado el Acuerdo de Paz. Es así como “Daniel” acompañó a “Santrich” a las citaciones en los juzgados de Paloquemao y las visitas por los ETCR[3] de Pondores, manejado por Joaquín Gómez, y el de Tierragrata por Bertulfo –todos excompañeros del Bloque Caribe-, desde donde Daniel tejió la supuesta escapada de Santrich en la madrugada del 30 de junio” (Las 2 Orillas, 2019).



Antecedentes de las FARC en Argentina

Entre el año 2004 y 2010, durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, Colombia alertó al gobierno de Argentina en cuatro ocasiones sobre la presencia de miembros de las FARC en su territorio, pero no existió reacción alguna por parte de la presidencia, lo que motivó al diputado Argentino Guillermo Cantini a reclamar al gobierno sobre su pasividad al respecto en mayo de 2005. Una de las alertas más importantes, fue la del 18 de diciembre de 2006, mediante la cual el entonces Departamento Administrativo de Seguridad-DAS de Colombia, daba cuenta de que siete miembros de las FARC, entre ellos Henry Castellanos, alias “Romaña”, importante líder de esa organización, estaban en Buenos Aires. Sin embargo, aunque se le compartió información sobre la posible presencia de Henry Castellanos, Argentina jamás informó de los resultados de esas investigaciones.

Alias “Romaña”, otrora comandante del Frente 53, estuvo alineado con la cúpula de las FARC que firmó el Acuerdo de Paz en 2016, y cumplió inicialmente al concentrarse en la Zona de Reincorporación en El Diamante (Uribe, Meta), pero el 6 de septiembre de 2018 abandonó la zona con destino a Arauca, renunciando a su esquema de seguridad y retornando a la clandestinidad

En otra alerta, se afirmaba que Jairo Alfonso Lesmes Bulla, alias “Javier Calderón”[4], encargado de la comisión internacional de las FARC en el Cono sur, mantenía actividades propagandísticas en Argentina; este sujeto fue el encargado de recomendar el ingreso del Argentino Facundo Molares Schoenfeld a las FARC en el año 2002; Facundo Molares, alias “Camilo el Argentino”, nació en San Miguel[5], provincia de Buenos Aires, el 12 de octubre de 1976, y presuntamente integró en su país el Partido Comunista Argentino (PCA) y participó en las revueltas violentas y movilizaciones de 2001 en Argentina. En enero de 2004, el PCA envió un correo a alias “Raúl Reyes”[6], otrora cabecilla de las FARC, recomendando el ingreso de Molares a esa organización: “La dirección del partido en Argentina me pide le informe que un compañero, se llama Facundo Molares, quien fuera secretario de organización de juventud en Buenos Aires, se fue con la intención de ingresar a las FARC (…). El PCA quiere informarle que el compañero no es un enemigo”.

Molares logró escalar prestigio dentro de las FARC, a partir de su cercanía con el terrorista Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias “Paisa”, comandante de la Columna Móvil “Teófilo Forero”, estructura móvil diseñada para delinquir en cualquier parte del país, a diferencia de los demás frentes, a los cuales se les asigna un área geográfica especifica de influencia.

La Columna Móvil “Teófilo Forero” se conformó en 1993 con el propósito de proteger al secretariado de las FARC, máximo órgano directivo de la organización, integrando los guerrilleros más experimentados. A esta estructura se le atribuyen acciones terroristas de gran impacto, entre las cuales se destacan: masacre de la familia Turbay Cote, incluido Diego Turbay, entonces Presidente de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes de Colombia, donde murieron 6 personas (2000); asalto y secuestro de 15 personas en el Edificio Miraflores en Neiva-Huila (2001); secuestro de una aeronave comercial de la compañía Aires, la cual fue obligada a aterrizar en una carretera de Huila, secuestrando al congresista Jorge Eduardo Géchem, hecho que condujo a la ruptura del proceso de paz del Caguán (2002); secuestro de 12 diputados del Valle del Cauca (2002); atentado con carro bomba contra el entonces candidato presidencial Álvaro Uribe (2002); atentado al Club el Nogal, arrojando el saldo de 36 muertos (2003); detonación casa bomba en Neiva donde murieron 18 personas (2003); atentado en Zona Rosa de Bogotá (2003); derribo de una aeronave y posterior secuestro de tres contratistas estadounidenses (2003); ataque con un cohete al avión presidencial de Colombia (2005); masacre de cinco concejales de Puerto Rico-Caquetá y al secretario del cabildo (2005); asesinato del exsenador Jaime Lozada, cuya esposa se encontraba secuestrada por las FARC (2005); masacre de 9 concejales de Rivera-Huila (2006); asesinato de Liliana Gaviria, hermana del expresidente Cesar Gaviria (2006); asesinato del concejal Rafael Bustos, del municipio de Campoalegre-Huila (2006); secuestro del concejal Armando Acuña en Garzón-Huila, dejando 5 muertos (2009); asesinato del Gobernador del Caquetá Luis Francisco Cuellar (2009); asesinato de 14 policías en Doncello-Caquetá (2010); atentado con bomba lapa contra el exministro Fernando Londoño, dejando dos muertos (2012).

El rol fundamental de Molares dentro de la Columna Móvil ha sido la de ideólogo, siendo interlocutor entre la organización y algunos funcionarios públicos, comerciantes, periodistas y líderes comunales en los departamentos de Huila y Caquetá. Inteligencia Militar del Ejército de Colombia lo consideró como la mano derecha de alias “El Paisa” y el cerebro de la infiltración de la guerrilla en universidades y protestas en Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga, Neiva y Florencia (La Nación, 2017).

A partir del ingreso de Facundo Molares a la Columna Móvil “Teófilo Forero” de las FARC en 2002, se contabilizan 17 acciones terroristas de gran magnitud y sofisticación perpetuadas por esa organización, posibilitando que el argentino haya tenido acceso a información y conocimientos relacionados con terrorismo, capacidades que no se descarta puedan ser puestas en práctica en Argentina, en el marco de supuestas reivindicaciones revolucionarias afines a la ideología socialista de Molares.

Molares llegó a ser el jefe político de la Columna Móvil “Teófilo Forero”, lo que jerárquicamente puede ser equiparable a ser el tercero en la línea de mando de esta estructura; su trabajo también se enfocó en reactivar el Partido Comunista Clandestino PC-3 en el sur del país (EL TIEMPO, 2017)

Facundo Molares se acogió inicialmente al proceso de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, concentrándose en la Zona Veredal[7] de La Carmelita, Putumayo, junto con otros 400 guerrilleros del Bloque Sur de las FARC a principios de 2017; actualmente “El Argentino” tiene 42 años y se desconoce su paradero, al igual que el de su histórico jefe alias “El Paisa”, quien a finales de marzo de 2018 abandonó la Zona de reincorporación de Miravalle, en el departamento del Caquetá, argumentando que solo retornaría si al cabecilla de las FARC Jesús Santrich, capturado en abril de 2018 por presunto narcotráfico, se le devuelve la libertad (SEMANA, 2018); el 30 de mayo de 2019, en cumplimiento de una orden dispuesta por la Corte Suprema de Justicia de Colombia, Seuxis Hernández Solarte, alias “Jesús Santrich”, fue liberado, y el 11 de junio de 2019 se posesionó como Representante a la Cámara, asumiendo una de las 10 curules dispuestas para las FARC en el Congreso de la Republica, como parte de lo pactado en el Acuerdo de Paz; sin embargo, además de que alias “El Paisa” ni siquiera dio muestras de querer retornar de la clandestinidad, a pesar de la libertad otorgada a “Santrich”, este último huyó del País el 30 de junio de 2019, incumpliendo la citación a indagatoria ordenada por la Corte Suprema de Justicia, ente competente para investigarlo por narcotráfico, teniendo en cuenta su estatus de congresista. Se presume que huyó a Cuba a través de Venezuela, con ayuda de sus antiguos camaradas terroristas.



Actualmente se desconoce el paradero de alias “El Paisa”, y el otrora jefe del equipo negociador de las FARC en la Habana-Cuba, alias “Iván Márquez”, en lo que pareciera ser una escisión estructural de la organización, independiente de la corriente liderada por el hoy senador alias “Timochenko”. Al igual que su antiguo jefe, alias “El Paisa”, Facundo Molares también manifestó inconformidad con el proceso de paz de La Habana, llegando incluso a sostener duras contrariedades y discusiones con Ramiro Durán, otrora Jefe Político del Bloque Sur de las FARC, lo que le generó al argentino muchos inconvenientes (EL TIEMPO, 2017).

El mismo Molares acepta que el Proceso de Paz iniciado en 2012 no conllevará a la disolución de las FARC, sino todo lo contrario, es una estrategia previa para la toma del poder, cuando afirma “Para resolver el conflicto hay que tomarnos el poder. Sin embargo, la toma de poder no necesariamente tiene que ser de forma violenta. Las FARC no tienen la mente cerrada y no solo dicen que se puede llegar allí por la vía de las armas” (Molares, 2012).

En el campo político-ideológico, existen evidencias de la relación de las FARC con varias organizaciones como MPR Quebracho y La Cámpora; esta última, organización política juvenil creada en 2006 por Máximo Kirchner, hijo de los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, mantenía un lazo con las FARC por medio de Facundo Molares.

Con respecto a MPR Quebracho, la afinidad con las FARC está evidenciada de múltiples formas. Uno de los lazos permanentes entre el MPR Quebracho con las FARC ha sido a través de Jairo Alfonso Lesmes Bulla, alias “Javier Calderón”, encargado de la comisión internacional de las FARC en el Cono sur, quien figura como disertante en una conferencia realizada el 28 de agosto de 1998 en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata, reproducida por el MPR Quebracho en su plataforma web, donde se expone la vinculación ideológica. La muestra más reciente de vinculación es el saludo publicado en la página web oficial de la comisión negociadora de las FARC el 12 de septiembre de 2016 con motivo del fallecimiento del dirigente Quebracho Raúl Lescano, el cual se cita textualmente, así: “Las FARC-EP expresa sus condolencias con el pueblo argentino por la desaparición física del compañero Raúl “Boli” Lescano. La Delegación de Paz de las FARC-EP expresa sus condolencias con el Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho y con el pueblo argentino, ante la desaparición física del entrañable compañero Raúl “Boli” Lescano, el pasado viernes 9 de septiembre. Desde su juventud, luchador social y trabajador incansable por la causa de los oprimidos y la Patria Grande, prisionero político en diferentes momentos de su larga vida revolucionaria, piquetero y defensor solidario por la autodeterminación de los pueblos del mundo, Boli Lescano seguirá combatiente en la resistencia del pueblo argentino contra el neoliberalismo y la represión.” (Delegación FARC, 2016)

Otro sistema que engrana a las FARC, con plataformas políticas regionales es la alianza económica promovida desde el Gobierno de Venezuela con Hezbollah.


Relaciones de identificación entre las disidencias FARC y el RAM/CAM

Para exponer gráficamente las relaciones de identificación entre las disidencias de las FARC y la RAM/CAM, se plasman los Intereses Mayores de cada uno de estos actores, y se expone como a partir de la coincidencia de algunos de esos intereses, se evidencian relaciones de cooperación.



Fines Resistencia Ancestral Mapuche (RAM)


Relaciones de identificación entre FARC Armada - RAM






[1] En ese entonces representante del candidato presidencial de la oposición Sebastián Piñera [2] El entonces presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez le envió a la otrora presidente Michelle Bachelet, a través de Gustavo Villalobos, director de la ANI, un dossier completo sobre los lazos que vinculan a las FARC con algunos miembros del PC y organizaciones mapuches. [3] Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, antes denominadas “Zonas Veredales”, correspondientes a espacios donde se concentraron a los guerrilleros rasos de las FARC para su proceso de reincorporación a la vida civil, en el marco del Acuerdo de Paz. [4] Jairo Alfonso Lesmes, 62 años, fue capturado cerca de Bogotá el 17 de Abril 2008 de junto con cinco personas más, con quienes preparaba acciones terroristas para el 7 de agosto de ese año en la capital y en Neiva. Fue condenado a siete años y cuatro meses de prisión, actualmente en libertad. [5] Partido General Sarmiento de la Provincia de Buenos Aires en el barrio 9 de Julio, calle Urquiza 4105. Hijo de Néstor Hugo Morales, de origen español (ya fallecido) y de Graciela Lidia Schoenfeld, de origen alemán. Su último domicilio Argentino está asentado en José C. Paz, calle Rodó, en el barrio Las Acacias. (SEPRIN, 2014) [6] Abatido por la Fuerza Pública de Colombia el 1 de marzo de 2008, en selvas de Ecuador [7] Zonas transitorias de concentración de guerrilleros de las FARC en el marco del proceso de desmovilización, bajo protección y veeduría de la ONU

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