La Armada de Uruguay espera seguir adelante con su proceso de modernización con el apoyo del nuevo gobierno del país. Habiendo sido durante muchos años una fuerza pequeña pero eficiente, su objetivo es recuperar sus capacidades. Hablamos con el contraalmirante Otto Gossweiler, Comandante de la Flota, sobre la actualidad y futuro de la fuerza.
Por Santiago Rivas
A pesar de que Uruguay es un país pequeño, a lo largo de los años tuvo una fuerza naval muy capaz, que operaba no solo en sus propias aguas, sino también más allá de ellas, incluyendo operaciones regulares en la Antártida. Actualmente, como sucede con la mayoría de fuerzas en la región, años sin inversión conducen a una situación crítica.
La Armada Nacional de Uruguay tiene la particularidad de ser una fuerza de "Doble Empleo"; cumple no solo funciones de una Marina de Guerra sino también las típicas funciones de una Guardia Costera; es decir que no solo se le atribuye responsabilidades específicas como un componente de las Fuerzas Armadas que contribuye a la Defensa Nacional y su integridad territorial en el ámbito externo, sino también aquellas tareas regulares referidas al ejercicio de la Policía y Autoridad Marítima que tienen un fuerte impacto en el ámbito interno del país.
Sobre el desarrollo operativo de la Fuerza, el mismo está pautado por la necesidad de actuación ante amenazas tradicionales, calificado con un alto nivel de impacto, pero con un nivel de riesgo bajo y por las no tan nuevas amenazas (2003) con características asimétricas y transnacionales, que ponen en riesgo intereses vitales y estratégicos del país, estas últimas con un nivel desconocido de impacto, pero con un alto nivel de riesgo.
Según el Contralmirante Otto Gossweiler, Subcomandante en Jefe de la Armada de Uruguay, “estas ‘nuevas amenazas’ son provocadas y financiadas por organizaciones criminales internacionales, que desafían la capacidad de nuestro país en cuidar la explotación sustentable de los recursos en el mar, la protección del medio ambiente marino y el comercio seguro y eficiente, intentando permanentemente vulnerar nuestras fronteras y puertos, todo lo cual impacta sobre nuestra sociedad y economía.
Inevitablemente, el rol y los recursos de la Armada deberán en medida creciente reflejar todo esto, con medios modernos y flexibles, capaces de desempeñar ese doble empleo y atender todas sus responsabilidades de manera más eficaz, eficiente y adaptada para contrarrestar las actuales amenazas; pero más allá de estas características principalmente empeñada en ser sustentable y sostenible en el tiempo.
¿Cuáles serían las opciones que están manejando en cuanto a la posible adquisición de OPV?
Particularmente con lo que refiere a la adquisición de buques tipo OPV, para nuestra fuerza se hace imperiosa la necesidad de modernizar los medios operativos de la Fuerza de Mar y particularmente reafirmamos nuestro requerimiento de tres Patrulleros de Alta Mar (OPV) con sus helicópteros orgánicos.
Es cierto que este proyecto se ha tornado lento y con un sinfín de idas y venidas que ha tenido como consecuencia que el mismo no se concretara hasta ahora; igualmente con el apoyo de las nuevas autoridades y la concientización del nivel estratégico esperamos poder progresar y concretar este proyecto en un plazo de 5 años.
En años anteriores la Armada ha hecho un estudio profundo en cuanto a las características que deben tener las unidades navales de mayor porte, conclusiones que se mantienen hasta el día de hoy. Asimismo, se hizo una valoración de las plataformas disponibles en el mercado y ofrecidas por diversos proveedores, la cual también se mantiene vigente actualmente, si bien en este caso y considerando el tiempo transcurrido, deberá ser actualizada en un estudio que cuente con la seriedad y garantías del proceso original. Esta etapa se activará cuando se despejen las dudas en lo referente al presupuesto que será destinado por el Ministerio de Defensa para la sustitución de buques, el que a su vez está sujeto a los fideicomisos impulsados por las autoridades nacionales. La prioridad inmediata estará en cubrir las áreas más vulnerables que se han ido generando en los últimos 10 años (desde 2008 se desafectaron dos fragatas, un barreminas y tres patrulleros clase Vigilante) y que se generarán en plazo inmediato con la inevitable desincorporación de más unidades. La fragata Campbell se encuentra desactivada desde el 2018 y la fragata Uruguay se encuentra en el fin de su vida útil, no siendo recuperables algunas de sus capacidades críticas, estando previsto su inminente desactivación en un plazo no mayor a 2 años.
¿Qué planes hay para el reemplazo de las fragatas, los barreminas y la clase Vigilante?
Los planes dependerán de dos factores: en primer lugar, de las donaciones u ofertas a precios convenientes de las Armadas de países amigos. En segundo lugar, del presupuesto que será destinado por el Ministerio de Defensa para la sustitución de buques y del plan de financiación sostenible, que se ajuste a las diversas ofertas que se presenten o se hayan presentado y se mantengan en vigencia.
El General Artigas se ha demostrado como un buque esencial para las operaciones en la Antártida, entre otras misiones, aunque ya tiene más de 50 años, ¿se prevé su reemplazo?
No, actualmente no se prevé su remplazo, es el único buque con capacidad de ultramar con el que cuenta la Marina actualmente, pese a sus más de 50 años de vida. Por el contrario, como parte de continuar el esfuerzo de recuperar capacidades perdidas en la Fuerza de Mar, se priorizó remotorizar el ROU 04 General Artigas, sustituyendo su planta propulsora.
¿Existe algún otro plan de reemplazos, modernizaciones o reequipamiento para la flota de superficie?
Si, existen varios estudios realizados recientemente que contemplan los remplazos y modernización de los buques de la Fuerza de Mar, por ejemplo, la Directiva Estratégica Naval 2018/2020, la Dirección Estratégica 2020 – 2025 (Resumen Ejecutivo) entre otros, pero en la realidad aún no hemos podido incorporar ninguna unidad de porte. Nuestra capacidad para Operar el Área de Altamar y la Zona Económica Exclusiva es crítica y se continúa utilizando al ROU 01 Uruguay y al ROU 26 Vanguardia.
El promedio de antigüedad de la flota es superior a los 50 años. Exceptuando al Balizador (30 años) y las Lanchas SAR recientemente adquiridas (30 años), todos los restantes buques superan los 50 años.
La situación general de la flota determina que muy probablemente en cinco años el 50% de los buques habrá llegado al fin de su vida útil, y en diez años el resto (con excepción de los buques que tienen una antigüedad menor a 30 años mencionados).
A modo de resumen se muestra el siguiente cuadro
¿Ya se ha recuperado al servicio el otro B200? ¿Se planea modificarlo para patrulla?
El B200 A-871 está en la última fase del overhaul de 10 años y se espera entre en servicio en el primer trimestre del presente año 2021. Entre los trabajos realizados se destacan: overhaul de hélices, tren de aterrizaje, estructura, pintura, consola de operador e instalación de un radar 360°.
El segundo B200, A-872, ya se encuentra en orden de vuelo, operando normalmente y tiene modificaciones para patrulla marítima, entre ellas la instalación de un radar multifunción más moderno de 120°, consola de operador con carta electrónica AIS y teléfono satelital, así como sistema de seguimiento satelital, lo que lo hace localizable en el océano en zonas fuera de alcance radar. También está proyectada la incorporación de sistemas de cámaras electro ópticas para estas aeronaves en el correr del quinquenio 2020-2025.
¿Cómo fue la incorporación del AB412? ¿Se planea instalarle la torreta con cámaras?
El primer AB 412 incorporado en septiembre de 2020 se encuentra en la fase de calificación de pilotos, los cuales han sido entrenados por un instructor de vuelo italiano y en este momento están entrenando operaciones especiales con nadadores de rescate y las distintas configuraciones de operación (SAR, MEDEVAC, CASEVAC, maniobras con la Infantería de Marina, etc.). El segundo AB 412 acaba de ser desembarcado en el puerto de Montevideo, iniciándose por parte de los técnicos de la empresa italiana el rearmado, verificación de sistemas, puesta en orden de vuelo y adiestramiento de los pilotos y dotaciones de operadores y rescatistas. El presente año será testigo del resurgimiento de la Aviación Naval como no se veía desde hace mucho tiempo.
¿Hay planes para más unidades además de estas dos?
Con este tipo de aeronaves de ala rotatoria la Armada reasume la capacidad de extracción de personas en el mar, luego de la salida de servicio de los Wessex hace ya varios años. En principio no estaría en el horizonte cercano la incorporación de nuevas unidades de estas características, aunque sabemos de los planes italianos de desafectar otros helicópteros en el mediano plazo. Los esfuerzos en el futuro inmediato en materia aeronaval van a estar orientados en la mejora de las capacidades de aeronaves de ala fija, ya sea incorporaciones o reequipamiento de las actuales. La intención siempre es llegar a tres unidades por modelo, para lo cual el Comando de la Aviación Naval tiene planificado para el mediano y largo plazo llegar a un tercer T-34C para reforzar la instrucción y entrenamiento, un tercer B200 para reforzar la patrulla marítima en zonas oceánicas y un tercer helicóptero AB 412 para completar el escuadrón de helicópteros.
¿Planean operarlos en las campañas antárticas en el ROU Artigas?
Uruguay mantiene dos bases antárticas: una permanente en la isla Rey Jorge y una transitoria en el continente, vecina de la base argentina “Esperanza”. Ninguna de las dos cuenta con facilidades portuarias propias de ningún tipo, por lo que el desembarque de personal, suministros y combustible para todo un año debe ser realizado con los medios de que disponga cada buque, así como el retiro de toda la basura y aguas negras producidas anualmente por las dotaciones. Es en ese marco que contar con el apoyo aeronaval embarcado es una herramienta de gran importancia. El buque logístico ROU Artigas posee cubierta de vuelo y sistema de almacenamiento y reabastecimiento de combustible para helicópteros, pero carece de un hangar para la protección de la aeronave durante los tránsitos. Eso ha causado un enorme desgaste y degradación del helicóptero embarcado durante operaciones prolongadas, en las ocasiones en que así se ha operado. En la etapa actual de reparación del ROU Artigas no está prevista la instalación de un hangar (probablemente plegable), pero una vez puesto en servicio, deberá estudiarse la viabilidad y conveniencia de dicha mejora. En principio se están haciendo los cálculos estructurales para determinar las eventuales modificaciones estructurales que requeriría la cubierta para poder operar con un helicóptero AB 412, independientemente de si va a operar en aguas antárticas o no.
Considerando las futuras adquisiciones de la Armada Nacional, la cubierta de vuelo será un requisito indispensable para los eventuales oferentes de unidades de superficie de determinado porte.
¿Existen planes de reequipamiento para los fusileros navales?
Desde 2018 se han integrado las dos fuerzas de infantería de la Armada, las Ex Unidades de Infantería del Comando de la Flota (FUSNA) y la de la Prefectura (UNAPO), bajo un mismo Comando de Infantería de Marina (COMIM), con ello se han consolidado cometidos homogéneos, concentrado recursos humanos compatibles y cualificados en tareas especiales para su empleo en diversos escenarios y combinado capacidades tácticas y técnicas particulares de cada una, que se potencian mutuamente.
Particularmente esta unidad se ha trasformado luego de su unificación cumpliendo funciones de doble rol, apoyando a otros mandos de la Armada como la Prefectura Nacional Naval a requerimiento en diferentes tipos de procedimientos de Rol Policial, llevando adelante todo lo relativo al mantenimiento y reparación de embarcaciones y motores fuera de borda dentro de la Armada Nacional, colabora en todos y cada uno de los procedimientos de Control de aguas jurisdiccionales que desarrolla el Comando de la Flota, mantiene la guardia del centro Penitenciario de Punta de Rieles, 24/7 los 365 días del año y por supuesto mantiene su alistamiento y adiestramiento en todo lo que refiere al Rol Militar.
Por supuesto que tenemos planes de incorporación o sustitución de equipamiento, particularmente para la infantería de marina, pero no escapa a la situación del resto de las grandes unidades del Comando de la Flota.
Los principales ejes de reequipamiento pasan por lo que refiere a protección personal, cascos, chalecos y particularmente con la adquisición de nuevos fusiles para poder lograr el objetivo en el quinquenio de estandarizar nuestro armamento orgánico.
Asimismo, se han incorporado para Infantería de Marina Drones para vigilancia marítima y de protección de fronteras. Siendo pionera dentro de la Armada en la utilización de estos sistemas, estos Drones resultaron ser un vector de uso muy económico que permite mejorar (por área de cobertura y sus sensores) las capacidades de vigilancia y reconocimiento para todo tipo de operaciones, ya sea en el control de fronteras o de aguas de jurisdicción nacional.
En otro sentido, ha incorporado un vehículo con sensores, comunicaciones integradas, para utilizarlo como puesto de C3 móvil, estando previsto un segundo vehículo, es importante destacar que estas incorporaciones de capacidades surgen del desarrollo propio de la Infantería y básicamente con tecnología de uso civil.
Esto fortalece sensiblemente la capacidad de comando y control y de vigilancia, ya que brinda una flexibilidad operativa importante. Permite movilizarse por todo el territorio, como apoyo a las diferentes operaciones, como puede ser la vigilancia de fronteras en el Río Uruguay, o como apoyo a interdicciones marítimas desde costa en el frente marítimo.
También estamos comenzando con las obras de infraestructura de la Base Fluvial Oeste, donde se encuentran desplegadas permanentemente dos de las cuatro lanchas Metal Shark 32 provenientes del apoyo del Gobierno de Estados Unidos. Esta base de apoyo deberá tener capacidad de alojamiento (con sus servicios asociados) para acomodar como mínimo un pelotón de las fuerzas de infantería y brindar muelle y servicios a las embarcaciones de patrulla fluvial.
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