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Guerra Adaptativa: El flujo de trabajo simbiótico

Por Alejandro Moressi

 

Incentivo

Clausewitz, en el capítulo III del Libro 8 “Planes de Guerra”, comenta:

Para saber cuántos de nuestros recursos deberíamos movilizar para la guerra, debemos examinar primero tanto nuestro objetivo político como el del enemigo, calibrar la fuerza y la situación del Estado al que nos enfrentamos, valorar el carácter y la capacidad de su gobierno y de su pueblo, y hacer lo mismo con respecto a nosotros. Por último, debemos evaluar las simpatías políticas de otros Estados y el efecto que la guerra puede tener sobre ellos” (Clausewitz, 2020, pág. 292).

El padre de la estrategia militar ya anticipa que la adaptación en la guerra representa el mayor desafío para la estrategia militar, autores como Michael Howard (Military Power and International Order), afirma que las organizaciones militares inevitablemente se equivocan en la siguiente guerra, en general por razones que escapan a su control. El poder reconocer y adaptarse a las condiciones reales del combate, así como a los nuevos desafíos tácticos, operativos, estratégicos y políticos que plantará el nuevo conflicto es el mayor desafío de la estrategia militar. (Murray, 2014)

Consecuencia de las tecnologías que surgen de la cuarta revolución Industrial nace la cuestión de ¿Cómo mantener la primacía humana para planear y conducir una “Guerra Adaptativa”[1]?, algunos movimientos en la academia sugieren que debiera pensarse a partir de flujos de trabajo simbióticos (Licklider, y otros, 1960), donde la IA ejecute tareas repetitivas o de análisis masivo, mientras las personas lideran la conceptualización y la crítica filosófica. Esta podría ser una adecuada solución, entendido como la capacidad de las fuerzas militares para ajustarse rápidamente a las condiciones cambiantes del campo de batalla, las tácticas del enemigo y el entorno operativo.

Los flujos de trabajo simbióticos pueden ser definidos como procesos colaborativos diseñados para integrar las capacidades de la inteligencia artificial (IA) con las habilidades humanas, de modo que ambas partes se complementen y potencien mutuamente. Este enfoque busca maximizar la eficiencia técnica de la IA (velocidad, análisis de datos, automatización) y la capacidad humana de pensamiento crítico, creatividad y toma de decisiones ética. Este concepto es una idea que evoluciona a partir de varios campos, como la cibernética, la teoría de sistemas, la inteligencia artificial y la doctrina militar moderna, ya en los años 60 y 70, investigadores como J.C.R. Licklider propusieron el concepto de man-computer symbiosis (Licklider, y otros, 1960).

La simbiosis implica un concepto de cooperación jerarquizada: donde la IA actúa como una herramienta de amplificación cognitiva, mientras los humanos mantienen el control conceptual y estratégico.

 



Metodología

Para resolver la cuestión presentada, se indagó desde diferentes fuentes acerca de los conceptos de guerra adaptativa y flujos de trabajo simbiótico, a partir de una definición y compresión de los mismos se apeló a diferentes sistemas de IA (Perplexity, Deepseek y ChatGPT) para conformar 2 casos escenario que puedan representar casos de estudio, uno en el Nivel Táctico que presente la interacción entre la IA y el Operador Humano y el otro acerca de cómo emplear esta interacción en el Nivel Estratégico Militar, para enfrentar un conflicto basado en los conceptos de guerra adaptativa.


A partir de la información recopilada y el análisis de los escenarios se intentan presentar conclusiones para que el lector pueda disponer de información que lo invite a reflexionar sobre la problemática planteada.

 

Resolución

Explorando el concepto de Guerra adaptativa

La guerra adaptativa es un concepto en el que la capacidad de las fuerzas militares busca ajustarse rápidamente a las condiciones cambiantes del campo de batalla, las tácticas del enemigo y el entorno operativo. Este enfoque se basa en la flexibilidad, la innovación y la capacidad de aprender y evolucionar en tiempo real para mantener una ventaja sobre el adversario.

La guerra adaptativa es un enfoque dinámico y flexible en el que las fuerzas militares se preparan para enfrentar escenarios impredecibles y cambiantes. Este desafío implica desarrollar capacidades como: (1) rápido aprendizaje de las situaciones en el campo de batalla; (2) Innovar en tácticas, técnicas y procedimientos; (3) Adaptarse a las nuevas amenazas y condiciones y (4) Anticiparse a los movimientos del enemigo y a los cambios en el entorno operativo. Aspectos que resultan relevantes para poder enfrentar al menos de manera genérica la problemática de los conflictos modernos, donde la tecnología, la información y la asimetría de fuerzas juegan un papel crucial.

 

Algunas características de la Guerra Adaptativa

Habiendo explorado el concepto de guerra adaptativa, describir algunas de las características que se desprenden del mismo son:

1.                          Flexibilidad operativa: ello permitirá a las fuerzas cambiar rápidamente de táctica o estrategia según lo requiera la situación. Para ello es necesario fomentar la descentralización del mando, permitiendo que los líderes tácticos tomen decisiones rápidas sin esperar órdenes superiores.

2.                          Innovación tecnológica: intensificar el empleo de tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial, drones, sistemas de guerra electrónica y comunicaciones seguras, integrando nuevas herramientas y sistemas en la búsqueda de una ventaja tecnológica.

3.                          Aprendizaje continuo: centrarse en un continuo análisis de las operaciones para identificar lecciones aprendidas, ello permitirá incorporar nuevas tácticas y procedimientos basados en la experiencia del campo de batalla.

4.                          Resiliencia y robustez: que permita operar en entornos hostiles y bajo presión, como amenazas imprevistas propias de los ciberataques o las estrategias híbridas.

5.                          Colaboración interagencial: que permita una adecuada coordinación del accionar efectivo entre diferentes ramas militares, aliados maximizando la eficacia de las operaciones y logrando sinergia y coordinación con organizaciones de diferentes extracciones implicadas en la contienda.

6.                          Enfoque basado en el factor humano: ello requiere un permanente fomento de la iniciativa y la adaptabilidad en los soldados y comandantes, entrenando los cuadros para pensar de manera crítica y creativa.

 



Aplicando el concepto de Guerra Adaptativa

La guerra adaptativa más que la descripción de una nueva forma de conflicto, es más bien una modalidad o metodología de trabajo para afrontar cualquier tipo de conflicto, por ejemplo:

1.                          Conflictos asimétricos: En enfrentamientos contra grupos insurgentes o fuerzas irregulares, las fuerzas militares deben adaptarse para afrontar situaciones donde la perspectiva es desde la estrategia del fuerte, comprendiendo que ello no siempre constituye una fortaleza.

2.                          Guerra Híbrida: este tipo de conflictos combina métodos convencionales, no convencionales, criminales, operaciones de información, ciberataques y uso de proxis; estas amenazas requieren adecuadas adaptaciones a las operaciones multidimensionales.

3.                          Entornos urbanos: El combate en ciudades dificulta diferenciar al civil del soldado, ello requiere adaptarse para minimizar daños colaterales y enfrentar amenazas en espacios reducidos y complejos.

4.                          Tecnologías emergentes: Las nuevas tecnologías, como drones autónomos o sistemas de inteligencia artificial, requieren que las fuerzas militares las integren a sus métodos y procesos para emplearlas de manera eficaz y puedan utilizarse para contrarrestar las operaciones de los contendientes.

 

Implementando la Guerra Adaptativa

Implementar el concepto de guerra adaptativa es mucho más que un cambio en la doctrina, debido a que implica diferentes cuestiones que se deben tener en cuenta para que la capacidad del instrumento militar se optimice y realmente se convierta en un componente eficaz de la defensa. Algunos aspectos a considerar:

1.                          Entrenamiento y educación: se debe revisar y prever programas de entrenamiento que simulan escenarios complejos y cambiantes, generando en sus miembros el fomento del pensamiento crítico y la creatividad.

2.                          Doctrinas flexibles: deben ser desarrolladas para permitir la adaptación en lugar de seguir planes rígidos, con el empleo de conceptos como "comando por misión", planteando objetivos generales que permitan flexibilidad en su ejecución.

3.                          Tecnología e innovación: requieren de inversión en investigación, desarrollo e innovación en la integración de las nuevas tecnologías, como, por ejemplo, es el uso de sistemas de inteligencia artificial y análisis de datos para mejorar la toma de decisiones.

4.                          Retroalimentación y análisis: establecer ciclos de retroalimentación que permitan un rápido aprendizaje de cada situación, para ello la recurrencia al empleo de simulaciones y ejercicios para probar nuevas estrategias y tácticas, así como para prever su empleo en operaciones a ejecutar.

 

Sintetizando

El siglo XXI presenta un mundo donde las amenazas son cada vez más complejas y dinámicas, la guerra adaptativa se convierte en una propuesta que permitiría mantener la efectividad militar, permitiendo a las fuerzas adaptarse adecuadamente a: (1) al ritmo acelerado de la tecnología; (2) a las amenazas no tradicionales; (3) entornos operativos cambiantes.

En síntesis, la guerra adaptativa es un enfoque basado en la flexibilidad, la innovación y el aprendizaje continuo para enfrentar los desafíos modernos del campo de batalla. Su éxito depende de la capacidad de las fuerzas militares para evolucionar rápidamente y mantener una ventaja sobre el enemigo en un entorno cada vez más impredecible.

 



Conceptualizando el flujo de Trabajo Simbiótico

A los efectos del presente trabajo se definirá al flujo de trabajo simbiótico como un proceso en el que hombre y tecnologías colaboran estrechamente, integrando recursos y capacidades para lograr objetivos comunes generando la máxima sinergia entre las capacidades tecnológicas y las habilidades humanas de pensamiento crítico y ética, coordinando tareas entre las partes generando el concepto de simbiosis.

La conceptualización del flujo de trabajo simbiótico se basa en el documento de Licklider Man-Computer Symbiosis (Licklider, 1960), los aspectos aquí expuestos se han actualizado consultando algunas herramientas de Inteligencia Artificial para poder llevar adelante acciones propias del flujo de trabajo simbiótico.

Para orientar de manera práctica el trabajo entre el humano y la inteligencia artificial en la búsqueda de eficacia y más allá de eficiencia su implementación se podría hacer sobre conceptos como:

1.                          Co-creación: Usar herramientas como MidJourney[2], ChatGPT[3], DeepSeek[4] para explorar ideas, usando la dirección humana. Por ejemplo: Un filósofo podría usar IA para simular debates éticos, pero definiría los marcos teóricos.

2.                          Filtro crítico: Validar siempre las salidas (outputs de IA). Herramientas como Factiverse[5] detectan sesgos o desinformación en textos generados.

3.                          Educación adaptativa: Plataformas como Duolingo[6] usan IA para personalizar lecciones, pero los objetivos de aprendizaje son definidos por pedagogos.

La implementación de un concepto como el propuesto involucra: (1) capacitación del personal; (2) selección de las herramientas para su adiestramiento; (3) proceso de práctica y análisis de los resultados; (4) generación de procedimientos y procesos de empleo y finalmente (5) fase de implementación, que para el caso de la defensa requeriría una herramienta propietaria.

Además de los expresados existen desafíos éticos, evitar el riesgo de dependencia cognitiva y las decisiones sesgadas por los algoritmos de programación de las leyes de navegación del la IA y los procesos de aprendizaje conducidos sobre las mismas, es el mayor desafío. Ello requiere de capacitación y entrenamiento, debido a que las IA en general son "cajas negras", lo que dificulta su auditoría y determinar la transparencia del proceso de respuesta.

Aquí se plantea un dilema de larga data ¿cuál será la posición del humano en relación a las repuestas de la IA?, la perspectiva de el hombre fuera del ciclo (man off the loop) o la del hombre sobre el ciclo (man on the loop), no se adaptarían de manera integral al concepto de flujo de trabajo simbiótico que abogaría por la idea del hombre como parte del ciclo (man in the loop), donde el humano supervisa, corrige y presenta la percepción de la inteligencia emocional y los aspectos filosóficos y éticos de la cuestión en ciernes.

Esta postura requiere que los sistemas IA puedan priorizar modelos cuyas decisiones puedan ser interpretadas y se encuentren enfocados en los valores que sustenta la sociedad donde se encuentra trabajando la IA.

De esta manera el flujo de trabajo simbiótico se caracterizaría por una relación HOMBRE-MÁQUINA (human machine interface), donde se espera exista:

1.                          Complementariedad de roles: la IA ejecuta tareas repetitivas, procesamiento masivo de datos, generación de opciones o predicciones, mientras el ser humano define objetivos, valida resultados, aporta contexto emocional, cultural y ético. Un ejemplo, sería usar ChatGPT para sugerir datos, información y contexto de los borradores que el humano edita y contextualiza el contenido.

2.                          Interactividad en tiempo real: en tareas creativas, los sistemas IA permiten generar retroalimentación. Un ejemplo es la asistencia en línea en programación, herramientas como GitHub Copilot[7] ofrecen sugerencias de código que el programador las ajusta y corrige sobre la marcha.

3.                          Adaptabilidad: de acuerdo con el tipo de trabajo, la IA puede ser personalizada según las necesidades del usuario, que se encuentra en un proceso de aprendizaje constante, probablemente en un futuro próximo cada persona tenga una IA personal que lo acompañará en todas sus tareas y aprenderá de su dueño (¿tenemos idea de lo que implica educar una IA y las consecuencias de ello?). Un ejemplo práctico de adaptabilidad es el empleo de plataformas educativas como Khan Academy[8] donde el docente define los temas prioritarios y la IA puede definir ejercicios basados en el rendimiento del estudiante.

4.                          Control humano en puntos críticos: la intervención humana se da sobre decisiones con implicaciones éticas, creativas o estratégicas. Por ejemplo, un profesional usa IA para analizar precedentes médicos, legales, históricos, pero la definición final del resultado es su responsabilidad.

5.                          Transparencia y auditoría: todos los procesos que se lleven adelante en un flujo de trabajo simbiótico requieren que los procesos de IA sean explicables y modificables. Por ejemploque las IA empleadas utilicen técnicas Local Interpretable Model-agnostic Explanations (LIME[9]) revelan cómo un modelo de machine learning tomó una decisión.




 

Sintetizando

El flujo de trabajo simbiótico es un proceso de interrelación hombre - máquina que daría una efectiva sinergia a los resultados y eficiencia de varias profesiones, presenta desafíos para el ser humano que se exponga a este tipo de modalidad de trabajo, debido a que deberá prepararse adecuadamente, particularmente en cuestiones como ética y filosofía. Deberá desarrollar un pensamiento crítico e independiente, comprendiendo que su interlocutor posee una racionalidad que podría encontrarse sesgada por sus mandamientos de origen.

Su empleo en algunas profesiones más alejadas de las problemáticas éticas presenta niveles de riesgos bajos, pero profesiones como la medicina y el periodismo, demandan un alto nivel de responsabilidad y conocimiento de la herramienta y un alto nivel de juicio profesional (conocimiento más experiencia, sólo así podría evitar errores o ser influido o inducido a cometerlos).

Desde la perspectiva de la defensa, la responsabilidad del uso es aún mayor, ya que las decisiones que se tomen siempre implicarán derramamiento de sangre propia o generar daños colaterales inaceptables, aspectos que una vez más nos llevan a analizar las capacidades del humano para interactuar con la IA y cual será su rol en el proceso

Caso 1: Escenario de flujo de trabajo simbiótico: Piloto/IA en Aeronave de 6ª Generación.

Para la generación de un escenario acorde con el caso que se intenta analizar se recurrió al sistema operativo (SO) de IA y en este caso se tomaron sugerencias de Perplexity, Chat GPT y DeepSeek, pidiendo las condiciones de un avión de 6º generación que operaría en el año Año 2040.

 

El sistema

DeepSeek propuso un sistema denominado "Falcon-X" con IA integrada llamada "AEGIS[10]", ambos hipotéticos y orientado a conceptualizar un escenario de flujo de trabajo simbiótico en aeronaves de sexta generación. Este sistema estaría diseñado para integrarse de manera profunda en los niveles estratégico, operacional y táctico, optimizando la toma de decisiones y la ejecución de misiones en tiempo real.

De acuerdo con las descripciones del sistema solicitadas, el mismo estaría orientado a: (1) Optimizar la conciencia situacional en todos los ambientes; (2) Mejora la precisión y efectividad de las misiones; (3) Minimizar la exposición de pilotos, aeronaves y sistemas complementarios[11] ante amenazas; (4) aumentar la sinergia a partir de facilitar la integración y colaboración entre los niveles estratégico, operacional y táctico; (5) el sistema se encuentra en permanente proceso de innovación ya que aprende y se adapta, buscando sorpresa y ventaja sobre el enemigo; (6) Capacidad integral de gestión de los sistemas complementarios, como, por ejemplo, drones asociados al sistema.

Algunas características que se le solicitaron a este hipotético sistema de IA son:

1)                         Procesamiento de datos en tiempo real: (1) Capacidad para analizar grandes volúmenes de datos provenientes de sensores, satélites, radares y otras aeronaves. (2) Identificación de patrones y amenazas en milisegundos.

2)                         Toma de decisiones autónoma y colaborativa: (1) ante situaciones críticas, como evadir misiles o seleccionar objetivos. (2) Colaborar con pilotos humanos y otros sistemas de IA para optimizar las decisiones tácticas.

3)                         Aprendizaje continuo (Machine Learning): (1) Aprende de cada misión y se adapta a nuevas tácticas y tecnologías enemigas. (2) Mejora su eficacia con el tiempo mediante el análisis de datos históricos y simulaciones. (3) Aplica los conocimientos que surgen de los procesos de entrenamientos junto a su piloto en escenarios simulados complejos.

4)                         Interoperabilidad con sistemas asociados: (1) Se integra y puede ejercer controles autorizados por el piloto sobre todos los sistemas de la aeronave. (2) Interviene de acuerdo con los criterios del piloto en el empleo de todos los sistemas asociadas a la plataforma (drones, numerales no tripulados, aeronaves transportadoras de armamentos lanzables entre otras). (3) Optimiza de manera integral el sistema de autodefensa de la aeronave. (4) Asegura la óptima integración con todas las redes optimizando el concepto de Network Centric Warfare. (5) Facilita la coordinación en operaciones conjuntas.

5)                         Comunicación segura y resiliente: (1) Utiliza redes de comunicación cifradas y resistentes a interferencias. (2) Mantiene la conectividad incluso en entornos de guerra electrónica.

6)                         Simulación y planificación de misiones: (1) Genera escenarios de misión en tiempo real, considerando variables como clima, terreno y capacidades del enemigo. (2) Proporciona recomendaciones estratégicas y tácticas a los planificadores operacionales.

 



AEGIS debe asistir al piloto en una modalidad flujo de trabajo simbiótico, pero el sistema está orientado a integrar la totalidad de los dominios en los diferentes niveles de la conducción, para lo cual en lo relativo al nivel estratégico militar busca: (1) procesar datos de inteligencia global para identificar amenazas emergentes y oportunidades estratégicas relacionadas con la misión; (2) Sugiere la distribución óptima de medios y recursos basándose en los objetivos estratégicos; (3) Evalúa riesgos proporcionando análisis predictivo sobre posibles resultados de operaciones.

En el nivel operacional asiste en: (1) Planificar misiones, diseñando planes detallados, considerando las capacidades de las aeronaves de sexta generación y las condiciones del campo de batalla; (2) Coordinación de los fuegos: Facilita la integración de operaciones aéreas con fuerzas terrestres, navales y aliadas; (3) Ajusta los planes operacionales en tiempo real según la evolución de la misión en un concepto de adaptación dinámica.

En el plano táctico, en este caso en la interfase hombre máquina con el piloto genera entradas que permitan optimizar el empleo del sistema en: (1) Control y gestión de la aeronave y los sistemas asociados, optimizando su desempeño en función de la misión ordenada; (2) Identifica y prioriza amenazas (misiles, cazas enemigos, defensas aéreas) y toma medidas para neutralizarlas; (3) Proporciona información crítica al piloto, como rutas de escape, estado del sistema y recomendaciones tácticas.

 

Empleo en un escenario de combate

Se debe neutralizar un sistema de defensa aérea enemigo en una región hostil. El proceso sintético en las distintas fases del planeamiento implicaría al menos:

1.                          Nivel Estratégico: el sistema analiza datos de inteligencia, armamentos disponibles, efectos solicitados a producir, daños colaterales y recomienda el uso de aeronaves de sexta generación debido a su sigilo y capacidades de armas avanzadas. Sugiere el momento óptimo para la misión, basándose en patrones de actividad enemiga y condiciones climáticas. Generar simulaciones de los escenarios presentados.

2.                          Nivel Operacional: diseña la misión que de las mayores posibilidades de éxito y propone diferentes opciones con sus probabilidades de éxito, rutas de penetración, puntos de ataque, horarios, puntos a apuntar y planes de contingencia y coordina con sistemas aliados para asegurar el apoyo en todo el rango de misión. Asesora sobre la composición de los sistemas asociados que deben acompañr a las aeronaves en la misión.

3.                          Nivel Táctico: detecta amenazas activas y recomienda una ruta alternativa, envía drones de diversión, activa sistemas a distancia para ISR en tiempo real sobre el blanco, despliega sistemas asociados de contramedidas electrónicas y supresión de defensas. Al acercarse al objetivo, identifica y prioriza las defensas aéreas enemigas, produciendo distracción en los sistemas de defensa aérea con drones generadores de blancos sobre los radares enemigos y activando contramedidas electrónicas en coordinación con otras aeronaves participantes. Crea escenarios de la operación para el entrenamiento en simulador previo a su ejecución

4.                          Posterior a la misión: el sistema debiera tener capacidad de acelerar el ciclo OODA a partir de un adecuado análisis de los efectos alcanzados, de la efectividad de las armas empleadas, conclusiones y lecciones aprendidas de la ejecución de la misión, incorporando todos estos elementos en los modelos para el planeamiento de futuras operaciones.

 

Este sistema convive con el operador humano, ello representaría un salto cualitativo en la forma en que se espera la sexta generación de cazas operen bajo un concepto de flujo de trabajo simbiótico, esto maximizaría la eficacia en las operaciones, convirtiéndose en un activo invaluable en operaciones militares modernas.

 



Un ejemplo

La complementación de los roles Humano/Máquina se presentaría en el piloto tomando como función principal tomar las decisiones esenciales a la misión, aplicando el juicio ético en combate, liderazgo creativo y gestión de incertidumbre. Para ello se requiere del operador humano pensamiento crítico, intuición táctica y adaptación a lo impredecible. Del sistema (IA) se espera un procesamiento masivo de datos en tiempo real, gestión de sistemas complementarios, predicción de amenazas, ejecución de tareas de baja latencia, análisis de sensores integrados (radar, EW, satélites), optimización de rutas y control autónomo defensivo.

Durante la fase de pre-vuelo, se busca la realización de una planificación colaborativa hiper-acelerada, donde la IA: (1) Analiza inteligencia en tiempo real (satélites, drones aliados) para proponer rutas, blancos prioritarios y perfiles de riesgo. (2) Simula escenarios tácticos usando datos históricos y predicciones de comportamiento enemigo. Y el Piloto: (1) Ajusta el plan basado en experiencia y contexto político-militar. (2) Define reglas de enfrentamiento (ROE): ¿autonomía letal de la IA? ¿Límites éticos?

En la fase de cumplimiento de la misión, la interacción Hombre/Máquina es dinámica, donde la IA: (1) Fusiona datos de sensores (infrarrojos, señales electrónicas) para crear un "entorno de conciencia situacional total"; (2) Controla automáticamente contramedidas pasivas y activas ante misiles entrantes; (3) sugiere y aplica tácticas de milisegundos. Piloto: (1) Decide aceptar o rechazar sugerencias de la IA, usando un interfaz neural (casco con retroalimentación háptica[12]); (2) resolver situaciones ambiguas.

Finalizada la etapa de operación propiamente dicha, las tareas de la IA: (1) Generar informe de misión con métricas de rendimiento (eficiencia de maniobras, consumo de energía, efectos de las armas); (2) Proponer actualizaciones para futuras misiones basadas en patrones detectados. Mientras que el Piloto: (1) Evalúa críticamente el informe, destacando errores del sistema (ej: sobreconfianza en datos corruptos). (2) Entrena a la IA con simulaciones personalizadas para mejorar su adaptación a su estilo de vuelo.

La posibilidad de que los aspectos mencionados sean posibles en un futuro próximo (2040) depende del dominio de determinadas tecnologías, algunas de las que se pueden considerar prioritarias son:

1.                          Interfaz neural directA: (1) Traduce las intenciones del piloto en comandos para la IA (ej: "priorizar evasión" vs. "priorizar ataque"). (2) Monitorea la carga cognitiva del piloto y ajusta la autonomía de la IA (ej: si el piloto está estresado, AEGIS asume más control defensivo).

2.                          Algoritmos predictores de amenazas (APA): (1) Modelan el comportamiento enemigo usando teoría de juegos y datos de combates previos.

3.                          Sistema de ética embebida (SEE): (1) Bloquea acciones que violen los ROE (ej: disparar a un objetivo en zona neutral sin autorización humana).

Este tipo de tecnologías implican una serie de riesgos que deben ser mitigados para obtener un adecuado beneficio en el concepto de Flujo de trabajo simbiótico, algunos ejemplos a considerar son:

 

Desafío

Mitigación

Latencia en la decisión

humana

La IA ejecuta automáticamente acciones defensivas, pero

requiere aprobación humana para ofensiva.

Ciberataques o

corrupción de la IA

"Cortafuegos cognitivo": el piloto puede desconectar módulos

específicos de la IA y operar en modo manual.

Pérdida de habilidades del

piloto

Simulador y ejercitaciones obligatorias donde el piloto entrena a su IA y también entrena la misión en ausencia de la IA.

Los beneficios que surgen de esta simbiosis radicarían en: (1) Eficiencia operativa, donde la IA podría gestionar más de 1.000 parámetros del avión liberando al piloto para la estrategia de la misión; (2) Supervivencia aumentada, permitiendo tiempos de reacción de la IA en nanosegundos vs. los 200 ms humanos e (3) Innovación táctica: La IA puede sugerir maniobras no convencionales concebidas con el piloto en los procesos de ejercitación y simulación.

 

Sintetizando

En este escenario la IA no reemplaza al piloto, sino que lo convierte en un “centro de comando y control volante” capaz de tomar decisiones más informadas y audaces. La clave está en que la tecnología amplifique, sin suplantar, la intuición humana. Mientras la IA calcula "cómo hacer", el piloto define "por qué hacerlo", asegurando que la ética y la creatividad sigan siendo humanas.

 

"En 2040, el mejor piloto no será el que más rápido reaccione, sino el que mejor explote su entrenamiento y los procesos de enseñanzas a su IA”

 



Caso 2: Escenario de Flujo Simbiótico en el nivel estratégico de la Defensa

El Trabajo de Flujo Simbiótico en el nivel estratégico de la defensa se presenta como un sistema dinámico e interconectado en el que múltiples activos de defensa (humanos, inteligencia artificial, sistemas expertos, sistemas independientes y capacidades cibernéticas) operan en un ciclo continuo auto-reforzado. Este concepto mejoraría la toma de decisiones, la eficiencia operativa y las estrategias de guerra adaptativa. Algunas características a consideran son:

1.                         Fusión continua de datos y conciencia compartida: bajo este modelo la información fluye sin interrupciones entre diferentes unidades militares, sensores y sistemas de IA. Los sensores en todos los dominios (cibernético, espacial, de la información, aéreo, terrestre y marítimo) proporcionan conciencia situacional en tiempo real, donde los análisis impulsados por IA procesan grandes volúmenes de datos detectando patrones, amenazas y oportunidades más rápido que los métodos tradicionales.

2.                         Colaboración humano-IA (simbiosis cognitiva): La toma de decisiones potenciada por IA es definida bajo la supervisión humana, desde un pensamiento crítico que puede solicitar nuevas opciones, cambios y reanálisis de aspectos puntuales. La IA mejora la planificación estratégica, la simulación de conflictos y los análisis predictivos, mientras que los humanos aportan juicio contextual y consideraciones éticas. Se produce una relación adaptativa: los humanos entrenan los modelos de IA, y la IA refina la toma de decisiones humana mediante simulaciones y recomendaciones.

3.                         Estructuras de decisión descentralizadas y autorreguladas: evita las jerarquías rígidas, el modelo de flujo de trabajo simbiótico permite una toma de decisiones distribuida en los distintos niveles, dando a los comandantes subordinados autonomía para actuar según los análisis de la IA sin necesidad de esperar órdenes centralizadas, donde subyace en el humano el conocimiento de que los algoritmos de IA pueden auto-corregirse y priorizar amenazas, asegurando una adaptación continua a las condiciones del campo de batalla.

4.                         Integración multidominio y multiplataforma: la operación bajo este modelo permite operar como una entidad unificada en todos los dominios. Una infraestructura digital compartida permite que las diferentes plataformas de cada dominio integren y procesen información, mientras la IA optimiza la asignación de fuerzas analizando amenazas y redistribuyendo recursos según sea necesario

5.                         Aprendizaje adaptativo y resiliencia: mejorar continuamente su desempeño, mediante la integración de aprendizaje automático y algoritmos evolutivos, generando nueva información para entrenar los sistemas de IA y refinar los modelos predictivos y las posturas defensivas, permitiendo un sistema más resiliente ante interrupciones, lo que significa que puede seguir operando incluso cuando algunas unidades o nodos han sido comprometidos.

6.                         Gobernanza estratégica y ética en la guerra adaptativa: Un sistema de defensa estratégica basado en este modelo requiere reglas de compromiso claras para la toma de decisiones impulsada por IA. Los gobiernos y líderes militares definen límites en la autonomía de la IA, asegurando el cumplimiento de leyes internacionales y principios éticos de la guerra en consonancia con el relato que se ha generado en torno a la misma, donde la responsabilidad humana por las acciones iniciadas por la IA se mantiene.

 

Sintetizando

El Trabajo de Flujo Simbiótico en el nivel estratégico de la defensa crea un ecosistema de guerra inteligente y autosustentable en el que la experiencia humana y las capacidades de IA se refuerzan mutuamente. Esto permite una toma de decisiones más rápida, operaciones adaptadas para la óptima respuesta al accionar enemigo en tiempo real a través de una integración multidominio perfecta, asegurando la ventaja en los conflictos modernos.

 

Discusión: La simbiosis como filosofía de trabajo

En el modelo de flujo de trabajo simbiótico la IA no sustituirá la capacidad humana de dar significado, pero puede liberar al hombre de tareas mecánicas para enfocarse en lo esencial: creatividad, ética y pensamiento crítico. La máxima sinergia se logrará cuando las nuevas tecnologías sean vistas como “herramientas de amplificación” y no como rivales.

Este nuevo paradigma requiere invertir en educación digital, marcos regulatorios sólidos y un diálogo interdisciplinario (filósofos, ingenieros, artistas). Regenerar en la sociedad la importancia de los conceptos éticos y filosóficos, el pensamiento creativo, desarrollar la inteligencia emotiva y la intuición como mecanismo inteligente, convirtiendo a la IA en un puente hacia una era de innovación centrada en lo humano (humanocéntrica).

Los flujos simbióticos son un modelo de marco flexible donde humanos e IA negocian roles según el contexto. Su éxito depende de aspectos como:

1.                          Diseño centrado en valores humanos (equidad, privacidad, sostenibilidad).

2.                          Educación híbrida (comenzar a desarrollar desde la escolaridad capacidad para aprender a usar, enseñar y programar IA como parte de la actividad humana). ¿Tenemos idea de lo que implica educar una IA y las consecuencias de ello?

3.                          Regulación inteligente (políticas que fomenten innovación responsable).

Algunos beneficios que se obtendrían de este modelo de trabajo son: (1) Eficiencia: Reducción de tiempo y costos en tareas mecánicas; (2) Facilidad de innovación al explorar propuestas inusuales que los humanos pueden refinar; (3) Soluciones accesibles para problemas complejos, promoviendo la escalabilidad y finalmente un mayor empoderamiento del ser humano a partir de una suerte de estandarización positiva de las habilidades técnicas.

 



Los riesgos que implica este modelo también deben ser considerados:

Desafío

Riesgo

Solución

Sobre-dependencia

Confiar ciegamente en outputs de IA sin crítica.

Implementar "filtros humanos" obligatorios y revisar los resultados generados por IA).

Sesgos algorítmicos

La IA replica prejuicios presentes en sus datos de entrenamiento.

Herramientas de auditoría como AI y participación en el diseño de sistemas.

Pérdida de habilidades

Que las nuevas generaciones deleguen capacidades básicas.

Educación que enfatice el pensamiento crítico, la ética y la filodofia dejando lo

técnico a la IA.

 

Actualmente el empleo de la IA en el planeamiento militar implica un desafío de elevada criticidad si se piensa en el empleo de modelos enlatados, cualquiera sea este implica dos cuestiones de dificultosa resolución:

1.                          El sesgo que haya impuesto su creador, una posibilidad de evitarlo es trabajar una IA propietaria en Racks aislados.

2.                          Las intenciones, único elemento diferenciador que queda expuesto a la hora de la sorpresa táctica o técnica.

Este artículo invita a explorar, cuestionar y moldear activamente el futuro de la IA, recordando que su verdadero valor debiera centrarse en servir a la humanidad, no en reemplazarla, donde la meta no es que la IA “piense como humanos", sino que los humanos piensen.

 

APÉNDICE 1

Bibliografía

1.                          The Art of War" (El Arte de la Guerra) - Sun Tzu: Un clásico que aborda la importancia de la adaptabilidad, la flexibilidad y el entendimiento del enemigo en la estrategia militar.

2.                          On War" (De la Guerra) Carl von Clausewitz: Una obra fundamental que explora la naturaleza de la guerra y la importancia de la incertidumbre y la adaptación en el campo de batalla.

3.                          Doctrinas Militares Modernas: Publicaciones de instituciones como el U.S. Department of Defense (DoD) , el NATO Allied Joint Publication (AJP) y el UK Ministry of Defence ofrecen insights sobre conceptos como guerra adaptativa, operaciones conjuntas y flujos de trabajo integrados.

4.                          Adaptive Enemies: The Challenge of Adaptive Adversaries in Modern Warfare": Artículos y estudios que discuten cómo las fuerzas militares deben enfrentar enemigos que evolucionan rápidamente."Learning to Eat Soup with a Knife: Counterinsurgency Lessons from Malaya and Vietnam" - John A. Nagl- Un libro que explora la importancia de la adaptación en conflictos asimétricos y contrainsurgencia.

5.                          RAND Corporation: "Learning from Iraq: Counterinsurgency in American Strategy" analizan cómo la adaptación es clave en conflictos modernos.

6.                          Inteligencia Artificial en Defensa (AEGIS y Sistemas Similares)1. "Artificial Intelligence and National Security" - Congressional Research Service (CRS) : Un informe que explora el papel de la IA en operaciones militares y defensa.

7.                          "AI in Warfare: The Future of Autonomous Systems" Center for a New American Security (CNAS) : - Estudios sobre cómo la IA está transformando la guerra, incluyendo el uso de sistemas autónomos y de apoyo a la toma de decisiones.

8.                          Proyectos Militares Reales : Sistemas como el Aegis Combat System (usado por la Marina de EE. UU.) y el Project Maven (IA para análisis de imágenes) son ejemplos reales de cómo la IA se integra en operaciones militares.

9.                          Mission Command: Developing Leaders for a Superior Command Culture" Donald E. Vandergriff : - Un libro que explora cómo la descentralización y la colaboración entre niveles de mando pueden mejorar la efectividad militar.

10.                      "Team of Teams: New Rules of Engagement for a Complex World" General Stanley McChrystal : Una obra que discute la importancia de la colaboración y la adaptación en organizaciones militares y de seguridad.

11.                      Doctrinas de Operaciones Conjuntas: Documentos como el Joint Publication 3-0 (JP 3-0) - Joint Operations del DoD de EE. UU. abordan la integración de esfuerzos entre diferentes niveles y ramas militares.

12.                      Revistas y Publicaciones Especializadas : Revistas como "Military Review", "Journal of Strategic Studies" y "Defense News" ofrecen análisis actualizados sobre estrategia militar y tecnologías emergentes.

13.                      Think Tanks y Centros de Investigación : Organizaciones como el Brookings Institution , el Center for Strategic and International Studies (CSIS) y el Royal United Services Institute (RUSI) publican informes y artículos sobre temas de defensa y seguridad.

14.                        Documentación de Proyectos de IA Militar : Informes técnicos y white papers de empresas como Lockheed Martin , Northrop Grumman y BAE Systems sobre sistemas de IA aplicados a la defensa.

 

Nota Importante

Aunque he utilizado estos conceptos y fuentes como base para mis explicaciones, es importante destacar que AEGIS es un sistema hipotético que he conceptualizado para ilustrar el flujo de trabajo simbiótico en aeronaves de sexta generación. No es un sistema real, pero se inspira en tecnologías y tendencias actuales en defensa y IA.


[1] Guerra Adaptativa es un enfoque basado en la flexibilidad, la innovación,y la capacidad de aprender y evolucionar en tiempo real para mantener una ventaja sobre el adversario.

[7] https://github.com/ : es un asistente de codificación diseñado para ayudar a los desarrolladores como un compañero de programación experimentado., que asiste para completar código, sugerir soluciones, acelerando ell proceso creativo al escribir fragmentos de código o resolver errores complejos.

[8] https://es.khanacademy.org/ : es una plataforma educativa en línea sin fines de lucro que ofrece cursos, lecciones y ejercicios gratuitos en una amplia variedad de materias, como matemáticas, ciencias, programación, economía e historia.

[9] LIME es una técnica de inteligencia artificial explicable (XAI) que permite comprender cómo los modelos de aprendizaje automático toman decisiones.

[10] AEGIS es un sistema de inteligencia artificial (IA) hipotético para un escenario de flujo de trabajo simbiótico en aeronaves de sexta generación.

[11] Sistemas complementarios se refiera a sistemas que mejoran la efectividad de la misión, permite a los operadores humanos controlar, coordinar o supervisar plataformas autónomas o semiautónomas, como drones o sistemas robóticos, para mejorar el conocimiento de la situación, reducir el riesgo y optimizar el rendimiento en entornos complejos.

[12] Casco con retroalimentación háptica: es un dispositivo tecnológico que integra sistemas de retroalimentación táctil (háptica) en un casco, permitiendo al usuario recibir información a través de estímulos físicos, como vibraciones, presión o movimientos, en lugar de solo mediante señales visuales o auditivas. Este tipo de tecnología se utiliza para mejorar la interacción entre el usuario y un sistema, proporcionando una experiencia más inmersiva y eficiente en aplicaciones como realidad virtual (RV), realidad aumentada (RA), entrenamiento militar, aviación y medicina

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