El Gobierno de Guyana firmó una carta de intención con la empresa francesa OCEA SA para adquirir un buque patrullero offshore (OPV) por valor de 42 millones de dólares.
El nuevo buque complementaría al GDFS Berbice, un OPV de 35 metros que la Guardia Costera de la Fuerza de Defensa de Guyana (GDF) compró en 2021 al astillero Metal Shark, con sede en Luisiana, por 11 millones de dólares, como parte de la revitalización de la flota del país.
El buque se utilizará para proteger la zona económica exclusiva, luchar contra la pesca y el tráfico ilegales y detectar posibles contaminaciones. Además, servirá para salvaguardar la “integridad territorial de la nación” y “profundizar” su relación con Francia, que anunció que abrirá una embajada en el país sudamericano el próximo año.
Según el gobierno de Guyana el precio incluye el costo del buque y su equipamiento, así como los servicios integrados de apoyo logístico, incluida la formación durante un periodo de cinco años.
La reacción de Venezuela
“La falsa víctima Guyana compra patrullero oceánico a empresa francesa. Guyana junto a EEUU, sus socios occidentales y su antiguo amo colonial constituyen una amenaza a la Paz de nuestra región”, escribió en la red social X la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y agregó: “Venezuela seguirá vigilante de estas acciones de Guyana y persistirá en la vía de la legalidad internacional”.
La larga disputa entre Caracas y Georgetown sobre el Esequibo resurgió después de que Guyana lanzara licitaciones petroleras en septiembre de 2023, a lo que siguió un referéndum en Venezuela en diciembre sobre si la región debía ser anexionada.
Cabe recordar que el Esequibo, es un territorio de 160.000 km2 administrado por Guyana, pero Venezuela lo reclama al defender los límites de su época como colonia de España.
