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Francisco Sánchez Urra

La Aviación del Ejército de Chile en la Región de Magallanes y Antártica

Por Francisco Sánchez Urra


El Pelotón de Aviación Ejército Nº5 “Punta Arenas”, creado el 13 de abril del año 1982, es una unidad encuadrada en la V División del Ejército de Chile, entregando apoyo y asesoría aeronáutica a esta Unidad de Armas Combinadas.

Recordemos que la Aviación Ejército es la cuna de la aeronáutica militar en Chile, ya que nace en el año 1913 e interrumpe sus funciones, al igual que la Aviación Naval, en 1930, dando creación a la Fuerza Aérea. Luego, por las propias necesidades aeronáuticas institucionales, es reactivada de manera definitiva a partir del año 1970, estableciendo hasta ahora la Brigada de Aviación Ejército (BAVE), con base en el aeródromo La Independencia, en la ciudad de Rancagua, Región de O´Higgins.

La BAVE, es una Unidad de Armas Combinadas, que depende del Comando de Operaciones Terrestres y que brinda el apoyo aéreo precisamente a la Fuerza Terrestre, con sus medios de ala rotatoria y fija, y que también se ha empleado en la seguridad y en la cooperación internacional (Timor Oriental y Haití), como asimismo, en las diversas emergencias a nivel nacional, constituyendo un sistema operativo móvil, de célere disponibilidad y que opera de forma conjunta con otras unidades, como es la Brigada de Operaciones Especiales, o también opera de manera independiente con objetivos que van de la importancia táctica a la estratégica, garantizando por sobre todo la soberanía nacional, la mantención de la integridad territorial y protección de la población civil, principios sustanciales del Ejército de Chile.





La Brigada de Aviación ha desplegado los Pelotones de Aviación Ejército en cada una de las Divisiones a lo largo del territorio nacional, con tal de brindar apoyo aéreo a estas Unidades de Armas Combinadas, para el estricto cumplimiento de las áreas de empleo institucionales, como lo son: defensa, cooperación internacional, emergencias nacionales y protección civil, contribución al desarrollo nacional y acción del Estado, como finalmente a la seguridad e intereses territoriales.

En este contexto, se encuentra el Pelotón de Aviación Nº5, en la ciudad de Punta Arenas, el cual desempeña un rol estratégico, ya que cumple al pie de la letra el apoyo aéreo a la V División, en cuatro de las cinco áreas de empleo del Ejército de Chile.

En la actualidad, esta unidad posee un avión CASA 212 serie 300, una aeronave de transporte mediano, de fabricación española, a través de Airbus Military.

Sus capacidades son propias de una aeronave multipropósito, de características STOL (Short Take-Off and Landing) permitiendo su empleo en aeródromos regulares y pistas no preparadas, para el transporte de carga, transporte de pasajeros, lanzamiento de paracaidistas y/o carga, evacuaciones aeromédicas y eventualmente apoyo electrónico, con una capacidad máxima de 23 pasajeros o paracaidistas (libres o militares), como asimismo, 12 camillas, pudiendo trasladar en total, hasta 2500 kilos de carga.

Su velocidad crucero es de 150 Nudos (270 km/h.), con una autonomía de 6 horas de vuelo, lo que le permite el despliegue a través de toda la región de Magallanes, desde el Campo de Hielo Sur, hasta el Cabo de Hornos, cubriendo en vuelo los 132.300 kilómetros cuadrados de superficie terrestre y marítima de la región continental.

A estas capacidades tácticas, debemos agregar que la Aviación Ejército, desde el año 2015, entabló un proceso de modernización electrónica de las cabinas de sus aeronaves de ala fija, comenzando por los aviones CASA CN-235, seguido por los Cessna 208 Gran Caravan y culminando con la línea CASA C-212, el que incluyó la aeronave hoy en vuelo en Punta Arenas.

La actualización de cabina fue un avance cualitativo y cuantitativo, en cuanto a las capacidades de vuelo visual, pero, por sobre todo, en los procedimientos de vuelo en condiciones instrumentales o IFR, ya que los equipos que hoy posee el avión CASA 212-300 le permiten contar con una tecnología de punta para este tipo de procedimientos utilizados en la aviación, haciéndola una aeronave sustentable y prolongando su vida útil en varios años más.

Las modificaciones de los sistemas de navegación y comunicaciones se centraron exactamente en dos equipos principales, los que son la base de esta compleja revolución tecnológica aeronáutica.

El primero, fue la integración del Sistema Garmin de Navegación Integral, GTN-750, el cual cumple las funciones de navegación por satélite (GNS), receptor de señales emitidas por radiofaros direccionales y receptores de señales para aterrizajes de precisión, como también, transceptor de comunicaciones aeronáuticas en las frecuencias UHF.

Este equipo permite efectuar vuelos mediante el procedimiento RNAV (Random Navigation), actividad aérea que combina las radioayudas con la propia navegación, apoyada en la ubicación de la aeronave, gracias a la integración satelital, lo que se refleja en las pantallas y hace una operación aérea más amigable y segura, incluso en condiciones meteorológicas marginales. A eso se suman los procedimientos de llegadas y aproximaciones a pistas bajo la categoría RNAV, los cuales son mucho más precisos que los procedimientos convencionales, con mínimas de visibilidad y techo de nubes muchos más bajos, lo que asegura la llegada a una pista de cualquier aeronave que posea este equipo. En el caso de la zona austral, por su clima extremo, no es necesario profundizar lo importante de la ayuda para la navegación aérea y llegadas a pistas con mala meteorología.

Seguidamente, los antiguos instrumentos análogos de navegación se reemplazaron por el sistema G-600 Txi (GDU 1060), el cual son dos pantallas independientes, táctiles, LCD de 10,6 pulgadas, (piloto y copiloto), las que integran la totalidad de los equipos de navegación, sumado a la información en tiempo real de los antiguos instrumentos básicos de vuelo, observando velocidad, altitud, velocidad vertical y ángulos de viraje, integrando además una visión sintética del terreno, los obstáculos, aeródromos, pistas, rutas de vuelo, cartografía, radar meteorológico y posición de otras aeronaves.

El PAVE Nº5, con su avión CASA 212-300, el cual se encuentra en Magallanes desde el año 1999, (previamente había un CASA 212-100) en sus vuelos en toda la zona austral, se ha empleado en las acciones institucionales anteriormente señaladas, comenzando por el área de defensa, seguridad e intereses territoriales, participando activamente en diversas operaciones militares aerotransportadas, en gran medida en apoyo a la instrucción y entrenamiento de las Fuerzas Especiales, lanzamientos de paracaidistas o carga, evacuaciones aeromédicas, abastecimiento logístico a las unidades, en especial las que están desplegadas en Tierra del Fuego, como es el Destacamento Motorizado “Caupolicán”. Así mismo, efectuando cooperación en actividades de Guerra Electrónica y en el despliegue en aeródromos semipreparados o pistas de circunstancias.

En cuanto a la contribución al desarrollo nacional y acción del Estado, el Pelotón de Aviación ha utilizado sus medios en apoyo al Cuerpo Militar del Trabajo, perteneciente al Comando de Ingenieros del Ejército, el que hoy se encuentra ejecutando una trascendental labor en la construcción del camino que unirá el sector más austral de la Isla Grande de Tierra del Fuego, desde Pampa Guanaco hasta el Canal Beagle, lo que permitirá a partir del año 2025, con el apoyo y cruce por barcaza, el arribo de vehículos motorizados a la Isla Navarino, pudiendo llegar por vía terrestre hasta Puerto Williams, la ciudad más austral de Chile.

Finalmente, en el área de emergencias nacionales y protección civil, el PAVE Nº5 ha sido un soporte de vital importancia para heterogéneos acontecimientos que, sin duda alguna, demandaron el apoyo de aeronaves con las características de los aviones CASA. Por ejemplo, el lanzamiento de cargas (forraje y víveres), en gran parte de la Región, para familias aisladas en zonas rurales, cuando se produjo el denominado terremoto blanco, en el año 1995. Con la llegada del CASA 212-300 se ha logrado trasladar una serie de ciudadanos que requerían una evacuación aeromédica desde Porvenir, o como fue a principios de la década del 2000, con un grave accidente en la carrera “tres horas de Natales”.





Aludiendo las lamentables y últimas catástrofes, es inadmisible evadir el esencial papel que brindó el CASA 212-300 del PAVE Nº5 en el apoyo a la búsqueda del avión C-130 siniestrado el 9 de diciembre del 2019, con la desaparición de sus 38 pasajeros, en el sector del Paso Drake. La aeronave del Ejército fue pieza clave en el soporte logístico hacia Puerto Williams, punto de reunión inicial de la búsqueda, lugar donde trasladó combustible para aeronaves de la Aviación Naval, como otros elementos de gran importancia para helicópteros de la Fuerza Aérea, todas empleadas en el rastreo del avión siniestrado.

Hoy el escenario es muy diferente a lo que cualquier estratega pudiese haber intuido o planificado, con una pandemia, el COVID-19, que tiene al mundo entero en jaque y con una situación que podría colapsar la estabilidad social, al punto de que es un peligro para la vida de las personas. En ese aspecto Chile se encuentra bajo un Estado de Excepción Constitucional, con todas las Fuerzas Armadas y de Orden desplegadas en socorro para la ciudadanía.

Esta nueva emergencia ha evidenciado patentemente la efectiva importancia de contar con un medio aéreo polivalente, flexible y con capacidades únicas en Magallanes, que ha operado, una vez más, en apoyo o en conjunto con otras instituciones del Estado, lo que también se ha combinado con vuelos que para la V División de Ejército han sido imprescindibles. En ese tenor, se han efectuado maniobras que van desde el traslado de personal desplegado en otras regiones del país, como en el transporte de elementos logísticos en beneficio del propio personal militar de la Región. Asimismo, se han efectuado vuelos de traslado de muestras en coordinación con la autoridad sanitaria regional.

Las operaciones aéreas durante la pandemia, con el transporte de insumos, como elementos de ayuda humanitaria, los cuales han cubierto las provincias de Tierra del Fuego y de Última Esperanza, alcanzaron un total de cuatro comunas que se encuentran aisladas y con una distancia superior a 500 kilómetros. Por lo visto y con las características de esta emergencia sanitaria, el empleo de este medio aéreo será indispensable en el corto y mediano plazo, para esta austral región y su comunidad.

En conclusión, la Aviación del Ejército es una unidad de Armas Combinadas que prepara sus medios, apoya a la fuerza, planifica sus operaciones y acciona de manera rápida y efectiva con sus aeronaves, replicando así cada una de las funciones esenciales del Ejército de Chile.

Hasta el año 2020 la unidad dependió de la V División, siendo integrada a partir de diciembre pasado el Pelotón de Aviación Ejército Nº5 “Punta Arenas” dependiente del Comando de Aviación del Ejército.

Es una unidad que, a pesar de ser de una escala menor, ha empleado sus medios de manera tal que genera una importancia estratégica y así ha quedado reflejado en los últimos meses, con dos amargos acontecimientos que han obligado a operar sin miramiento alguno, en una de las zonas más complejas para volar a nivel global, pero que una aeronave multifuncional como es el avión CASA 212-300, ha sido explotado en sus máximas performances, con tal de alcanzar los objetivos trazados en pos del cumplimiento del deber y en especial, de salvaguardar la vida de cada uno de los chilenos que viven en la Región de Magallanes y Antártica Chilena.



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