Narcotráfico y crimen organizado en América Latina: enfrentando el momento de mayor producción de cocaína de la historia
- Santiago Rivas
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En un nuevo diálogo con Martín Verrier, Secretario de Lucha Contra el Narcotrafico y la Criminalidad Organizada del Ministerio de Seguridad Nacional de Argentina, analizamos cómo están evolucionando las rutas del narcotráfico en América Latina, con especial énfasis en el efecto que puede tener en la región la operación que actualmente está llevando adelante Estados Unidos en el Caribe y el Océano Pacífico.

Pucará Defensa: ¿Cómo está la situación de lucha contra el narcotráfico en la Argentina y cómo está afectando a la Argentina el escenario de la región?
Martín Verrier: En materia de lucha contra el narcotráfico, principalmente hablando de cocaína, que es, por cuestiones de la violencia que genera, nuestra prioridad absoluta en este momento, estamos cerca del récord histórico de incautaciones y esto habla de dos realidades que son complementarias. Una, de la cantidad de cocaína que hay disponible en el mercado en este momento. Pensemos que se están produciendo más de tres mil toneladas anuales, registro que no se habría dado nunca en la historia.
PD: ¿En América Latina o a nivel global?
MV: A nivel global, América Latina es la única región donde se produce la cocaína. Son tres países principales: Colombia, Perú y Bolivia. Se suman pequeñas áreas ahora plantadas en Ecuador, en algunos países centroamericanos, pero se puede seguir hablando de esos tres países núcleos. La explosión, por lejos, de producción de cocaína se ha dado en Colombia, y especialmente en estos últimos tres años. Y eso ha generado un mercado de exceso de oferta de cocaína. Esto lo vemos en los mercados de consumo de Europa, donde se consigue hoy la cocaína más barata de los últimos años y de mayor pureza. Y eso habla que hay un exceso de oferta.
PD: ¿Cuánto era el valor hace tres años? ¿Cuánto se estaba produciendo de cocaína en la región, o en el caso de Colombia, y cuánto estamos hoy?
MV: Mirá, te puedo decir que en los últimos diez años la producción de cocaína aumentó un 500 por ciento, es un montón. Entonces, muchas veces escuchamos esta expresión de la derrota o el fracaso de la guerra contra el narcotráfico. Y es una paradoja, porque mientras más guerra le estaba dando el mundo al narcotráfico, mejor les iba a los narcos, el precio era más alto. La producción estaba mucho más controlada. Es decir, cuando nosotros hacemos el recorrido hacia atrás, vemos que el mejor momento de control de producción de cocaína era en el mejor momento del Plan Colombia. Es decir que nos iba mejor cuando le dábamos guerra al narcotráfico. Por eso es casi una profecía autocumplida. Tanto escuchamos esta idea de que la guerra contra el narcotráfico es un fracaso, que finalmente estamos fracasando. Pero porque no se están haciendo las cosas que se hacían en el pasado y que estaban dando resultados. Esto de contener las áreas de cultivo, atacar a los productores, los laboratorios. Y lo que está generando es este mercado de exceso de oferta, que de alguna manera genera un efecto globo hacia el sur, inundado el mercado del norte con cocaína colombiana, la cocaína peruana busca salidas hacia el sur, casi con una cuestión geopolítica. Es decir, como si fuera un río que busca la pendiente, del mismo modo la cocaína va buscando los puntos de salida hacia el Cono Sur.

PD: ¿Y cómo está el consumo a nivel mundial? Porque venía creciendo Asia como un consumidor grande.
MV: El consumo en Estados Unidos está relativamente estable, y el consumo en Europa sigue aumentando significativamente. Por eso hoy, y esto explica también el rol de Argentina y Sudamérica, el mercado objetivo es el europeo. Y es cierto que el mercado asiático viene creciendo lentamente, especialmente en Medio Oriente, donde se pagan valores altísimos por la cocaína, pensemos que un gramo, un solo gramo de cocaína en Dubái está alrededor de 250 dólares. Y si lo transformamos en kilos son 250 mil dólares el kilo. Y ese mismo kilo en Bolivia sale 1500 o 1000 dólares, con lo cual el margen de ganancia es gigantesco.
Ahora, volviendo al anterior, entre el efecto globo de la inundación del mercado del norte de Sudamérica, desde Colombia, y que Europa sea el destino preferido de exportación, vuelve a los puertos sobre el Atlántico como los puntos de salida ideales para esta cocaína. Y es un poco lo que vemos desde hace unos años en los puertos de Brasil, como Santos y Paranaguá, pero también explica por qué Montevideo se transformó en muy pocos años en puerto de salida de cocaína a Europa, que antes era impensado, inclusive el puerto de Villeta en Asunción del Paraguay, de donde salieron gigantes de cargamentos a Europa allá por 2020 y 2021, más el intento de usar algunos puertos de Argentina. Entonces, ha cambiado el mapa geopolítico del tráfico de cocaína
PD: ¿Cuál es el rol que hoy tiene Venezuela? Vemos lo que está haciendo Estados Unidos, que ataca más a Venezuela, el Cartel de los Soles. ¿Qué rol están teniendo? Porque ellos no son productores, son más traficantes.
MV: Bueno, ahí tenemos dos cuestiones que son súper importantes para entender un poco por qué la política de los Estados Unidos para con Venezuela. El primero es justamente el rol que Venezuela juega en este sentido. Por un lado, Venezuela es hoy uno de los puntos de salida de la cocaína colombiana. Tenemos dos grandes puntos de salida de la cocaína colombiana aparte de Colombia: Venezuela y Ecuador. En Ecuador la realidad institucional es distinta, el Estado si bien enfrenta grandes desafíos, hace un esfuerzo consolidado en contra de la amenaza. Y en Venezuela, eso no se ha visto, se ha visto al revés, la colusión, si se quiere, la alianza entre el crimen organizado y el gobierno mismo. Incluso fortaleciendo organizaciones criminales transnacionales como el Tren de Aragua. Y esto un poco explica por qué la avanzada de Estados Unidos contra el tráfico de cocaína desde Venezuela y también sobre aquellos elementos criminales en el continente que son los que promueven este tráfico. Ahí lo que quisiera resaltar, algo que me parece importante y que Argentina también está haciendo, que es designar a algunos de estos grupos como grupos terroristas. El Cartel de los Soles, el Tren de Aragua, prontamente vamos a estar designando el PCC y al Comando Vermelho. Son grupos ya que exceden lo meramente criminal y se transforman en grupos narcoterroristas que buscan y tienen fines políticos también. A través del terror buscan influir en las decisiones de gobierno y si pueden reemplazarlo lo van a hacer, que es un poco lo que se ve en Venezuela.

PD: ¿Cómo cambia el escenario al nombrarlo organización terrorista, en el caso de Argentina?
MV: A nosotros nos resulta una herramienta sumamente importante. Primero para dar una señal sobre dónde se para la Argentina con respecto a estas amenazas. Es decir, es la declaración de un Estado fundada en datos objetivos de que una organización es considerada terrorista. En lo operativo, lo que genera es que estos grupos o estas personas vinculadas a estos grupos no pueden operar en el sistema financiero nacional sin que sus cuentas se vean bloqueadas por las entidades financieras y bancarias, porque una vez que son designados, la UIF y el sistema bancario se encargan de que se bloqueen esas operatorias, con lo cual se restringe seriamente su capacidad para operar en el país.
PD: Volviendo a la región, el caso de Perú y Bolivia, ¿hacia dónde está saliendo esa cocaína que producen?
MV: Justamente es principalmente hacia los puertos de Brasil, subsidiariamente los puertos de Paraguay y Uruguay, y el otro mercado es el de Argentina. Argentina tiene ya un mercado de consumo interno que nosotros estimamos, junto con la información que nos da la SEDRONAR, de alrededor de entre 8.000 y 10.000 kilos por año. A eso hay que agregarle lo que puedan intentar sacar de la Argentina y lo que se decomisa. Todo englobado calculamos nosotros que es un mercado de alrededor de 25 toneladas anuales. La mayor parte de eso es peruano y boliviano, diría casi el 95%.
PD: ¿Perú cómo ha ido creciendo? Porque se lo ve como un actor cada vez más relevante en la producción de cocaína.
MV: Perú es el segundo país de producción de cocaína de estos tres que mencionábamos. Más abajo viene Bolivia. La realidad es que Perú también enfrenta una transformación, ha reaparecido Sendero Luminoso, han aparecido algunos de estos grupos criminales en el VRAEM, en el valle donde se produce cocaína. Obviamente la postura de Perú es de enfrentar el problema, con los recursos muchas veces insuficientes, como nos pasa a nosotros en Argentina también, pero con una realidad distinta a la que veníamos viviendo hasta hace 5 o 10 años, donde, como decía antes, algunos de estos grupos estaban casi extintos y ahora se les dio aire para volver a crecer.
PD: ¿Y el rol de Chile? Que siempre ha sido una salida hacia Asia.
MV: Sí, Chile está lamentablemente sufriendo ahora el embate del crimen organizado. Un país tradicionalmente con tasas muy bajas de homicidios, poca violencia, hace ya unos 5 o 6 años que vive una realidad distinta, lamentablemente, con el ingreso de carteles criminales vinculados al tráfico de cocaína y especialmente el Tren de Aragua, con mucho ingreso de drogas desde el norte, desde Bolivia, en toda la zona de Antofagasta y Arica, en algunos casos buscando mercados locales, en otros casos buscando puertos de exportación, como el Puerto de San Antonio, que se ha vuelto también un punto de salida de cocaína. Algunos de estos puertos son utilizados para el tráfico hacia Asia, pero otros también son utilizados para el tráfico hacia Europa desde Chile.
PD: Ahora vemos esta operación de Estados Unidos para controlar el flujo hacia su país, en el Caribe y en el Pacífico. ¿Cómo crees que está influenciando o puede influir en el flujo de la droga? Que, si no puede salir hacia el norte, empieza a salir hacia el sur.
MV: Ese es un proceso que se puede dar lentamente. No son procesos que se den muy rápido, pero cuando hablamos de las transformaciones de las rutas geopolíticas de la cocaína, y uno ve cómo operan, están buscando puertos del sur, del Atlántico. El narcotráfico opera de ese modo, en definitiva, se trata de un negocio logístico que es transportar una sustancia de un punto A a un punto B con los menores costos posibles. Si el costo en el Caribe es muy alto, van a buscar otros puertos. Cuando digo costo, el costo para ellos está directamente vinculado al riesgo. Es decir, para el narcotráfico, el riesgo genera costos. ¿Por qué? Porque se puede perder la mercadería, porque hay que pagar más favores en términos de corrupción, Es decir, es costoso. Entonces, operar en el Caribe es posible que se vaya a volver más costoso. Si se vuelve más costoso, es posible que veamos un traslado a otras rutas.

PD: En Argentina, ¿cómo está la situación desde 2023? Tanto con en la frontera norte como en Rosario.
MV: Sí, son como dos capas distintas que tienen conexión entre sí, lo que es el caso Rosario con sus clanes locales, que tienen contacto con algunas organizaciones criminales que buscan sacar cocaína al exterior, pero no necesariamente son las mismas organizaciones. Pero notamos esta transformación, por ejemplo, hoy notamos muchísimo más flujo de cocaína desde el NEA, cuando históricamente el 90-95% de la cocaína que teníamos era del NOA. Y esto tiene que ver con esas rutas que atraviesan Paraguay y van hacia Brasil, y se desprenden algunas rutas hacia Argentina. Recordemos que Paraguay no produce cocaína, o sea claramente es un país de tránsito, pero un país que no jugaba ese rol hace 5 o 6 años. Y ahí el jugador principal es el PCC brasileño, que es el que domina todas las rutas de Paraguay. Desplazó al clan Rotella, que era el clan originario paraguayo, hace ya casi 10 años, se fue fortaleciendo y hoy digamos que es el actor prevalente en el narcotráfico paraguayo.
PD: ¿Hoy hay presencia del PCC y Comando Vermelho en Argentina?
MV: Hay presencia muy esporádica. Lo mismo que el Tren de Aragua, tenemos pequeñas células vinculadas a estas organizaciones criminales, pero que por suerte las hemos detectado a tiempo y muchos de estos miembros están encarcelados y en el régimen que creamos de alta restricción, con lo cual son detenidos o internos que no tienen acceso al exterior, que tienen su capacidad de comunicación muy limitada, que solo pueden hablar con sus abogados. Es decir que tenemos contenido del problema porque un factor en común en todos estos países que nombrábamos, Brasil, Venezuela, incluso Ecuador, es que los carteles se volvieron fuertes en las cárceles. Y en este sentido esta administración lo que ha buscado es justamente lo contrario, buscar que no lleguen a fortalecerse en las cárceles, por eso la implementación de esta nueva política penitenciaria.
PD: En ese sentido, como ves el caso de Brasil, se vio la operación contra el Comando Vermelho que le dio un poco más de visibilidad, pero es un problema grande. ¿Cómo lo ven ustedes y cómo puede afectar a la Argentina?
MV: Ahí lo que vemos es esta evolución, como decía antes, del simple crimen hacia organizaciones narcoterroristas de carácter político. Y cuando digo político no digo partidario, es político en términos de disputa del control soberano del territorio contra el Estado. Lo que vivimos hace poco en Río es claramente un esfuerzo gigantesco del estado de Río, con un apoyo limitado desde lo federal, pero que demostró que hay parte del territorio que no controla el gobierno. Y demostró la voluntad de este grupo criminal por hacerse fuerte en ese territorio y considerarlo propio. Y yo creo que esto es algo que lamentablemente va creciendo lentamente, no solo en Brasil, sino en el resto de los países de Sudamérica. Sin ir más lejos, cuando tuvimos el año pasado el inicio del plan Bandera en Rosario, que empezó a golpear fuerte al narcotráfico, a los pocos meses la respuesta al narcotráfico fue realizar acciones narcoterroristas ejecutando civiles en la vía pública. Entonces, no es un fenómeno que está lejano nosotros, pero sí es mucho más grave en otros países.

PD: ¿Hoy cómo está la realidad en la ciudad de Rosario?
MV: Hoy la realidad en Rosario está muchísimo mejor, pasamos de una tasa de 20 homicidios cada cien mil habitantes a la mitad. Hoy Rosario es otra ciudad con un turismo renovado, hay inversiones de vuelta, se realizan eventos, recitales, lo que demuestra también el vínculo entre crecimiento económico y seguridad. Es imposible pensar en crecer económicamente si uno no garantiza lo más básico que es la seguridad. Esto no lo demostramos ni lo descubrimos nosotros. Si vamos a la Nueva York de los 80, cuando la inseguridad en Nueva York era rampante y el crimen asediaba a la ciudad, y luego en los 90 con Giuliani y con el Jefe de Policía Bradton, se transforma la seguridad, Nueva York explota en turismo. A veces nos olvidamos un poco y cuando hablamos de seguridad pensamos que estamos hablando simplemente de una cuestión criminal, pero es una cuestión de calidad de vida y de desarrollo económico también.
PD: Además, el metro cuadrado de los barrios vale según si son más o menos seguros.
MV: Hay muchos papers que comprueban la relación del precio del metro cuadrado con la inseguridad. Entonces es posible estimar el nivel de inseguridad viendo la evolución del metro cuadrado.
PD: En cuanto a los flujos de droga en Argentina, ¿cómo está entrando más? Me decías que ha crecido mucho el NEA. Siempre se habla de los aviones, barcos por la hidrovía y por tierra. ¿Cómo ha ido evolucionando?
MV: Sigue siendo muy significativo el rol de las vías terrestres. Yo sé que en los medios suele generar más atención lo aéreo, se está incrementando la actividad aérea, eso lo vemos, en Bolivia y en Paraguay. No de manera significativa, pero vemos cierto incremento, pero sigue siendo la ruta terrestre la más elegida. Como decíamos antes, son cuestiones logísticas. Si el costo para ellos es menor por tierra, fragmentando en menores cantidades los envíos, lo van a seguir haciendo por tierra. Si hay un transporte que les interesa mucho, son muchos kilos, probablemente inviertan más e intenten hacerlo con aeronaves.

PD: ¿Y en cuanto a la Hidrovía?
MV: Creo que hay más de mito que de realidad, sin dejar de reconocer que se trata de un objetivo estratégico del narcotráfico. Pero la realidad es que nuestras pruebas objetivas, que son los puertos de Europa, cuando vemos en los registros de qué puerto partieron los cargamentos de cocaína que llegaron a Europa, Argentina no aparece en los primeros 30 lugares. Y en su momento si apareció Asunción, puede aparecer Montevideo.
PD: Y la relación con los demás países en combatir el narcotráfico, sobre todos los limítrofes, ¿cómo es exactamente?
MV: Bueno, yo creo que ha mejorado muchísimo en lo táctico y operacional, diría que casi impecable. Y en lo estratégico es donde mete un poco más la cola la política, a veces en algunos países cuesta más que otros, algunos países tienen una visión un poco distinta a la nuestra. Nosotros creemos que la lucha contra el narcotráfico no es una cuestión debatible, no es una cuestión ideológica, que no hay razones justificantes para que un narcotraficante sea narcotraficante, ni siquiera la pobreza y la desigualdad que puede sufrir nuestro pueblo. Entonces creemos que esto es una lucha que tiene que ser asumida de forma frontal, hay otros países que creen que hay un gris en el medio, pero nosotros creemos que es sumamente importante que el Estado haga el máximo esfuerzo. Porque, lo que vemos, el resultado de los países que no enfrentan esto de manera frontal es que después es mucho más costoso arrepentirse, porque cuando te arrepentiste ya el narcotráfico tomó las calles, o compro territorio, compró jueces, compró candidatos, compró senadores, compró diputados. Por eso creemos que nunca es poco el esfuerzo que se puede hacer en este sentido. Y la colaboración es buena.
