Operación ATLAS, los infantes de marina de Brasil demostraron su fuerza
- Paulo Bastos

- 11 sept
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Una de las etapas de la tercera fase de la Operación ATLAS, entrenamiento militar coordinado por el Ministerio de Defensa para la protección de la región amazónica, se inició este martes 9 de septiembre.
Durante esta fase, se realizan ejercicios con armas reales para perfeccionar las tareas de cada unidad militar involucrada e integrarlas en operaciones conjuntas coordinadas. Para esta fase, denominada "Operación ATLAS de Armas Combinadas ", se movilizaron 2.500 efectivos de la Marina de Brasil (MB), junto con 180 vehículos y aeronaves.
Aunque se centra en la defensa de la región norte del país, el ejercicio se lleva a cabo en el Campo de Entrenamiento Formosa, en Goiás, lo que proporciona un entorno controlado y seguro para el lanzamiento de armas de mayor calibre. Algunas de estas armas se probaron el primer día de actividades, como el misil antiaéreo Mistral, las ametralladoras calibre 50, el misil antitanque 1.2 AC MAX y el dron kamikaze, el primer avión de ataque teledirigido de las Fuerzas Armadas.
El Oficial de Operaciones Futuras del Cuerpo de Infantería de Marina, Capitán de Fragata (FN) Adelton Ferreira Dias, explicó que la Operación ATLAS busca identificar oportunidades de mejora en el despliegue estratégico de las capacidades de defensa brasileñas en el teatro de operaciones de la Amazonia y fortalecer la sinergia entre los sistemas de mando y control militar. “Este es el principal legado que este entrenamiento ofrece a las Fuerzas Armadas y a la seguridad nacional”.

Nuevas armas
Una de las novedades de este año es la prueba del misil antitanque 1.2 AC MAX, que llegó a los Batallones de Infantería de Marina en junio. El arma puede alcanzar una velocidad de 240 metros por segundo, tiene un alcance de hasta dos kilómetros y puede penetrar el blindaje a una profundidad de más de 300 milímetros, lo que ayuda a disuadir a estos vehículos en operaciones terrestres. Se planean nueve lanzamientos durante el periodo de entrenamiento.
También es inédito el uso de un avión de ataque pilotado remotamente, un prototipo desarrollado por militares del Batallón de Combate Aéreo. Hasta entonces, la Marina de Brasil había utilizado modelos específicos para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. El dron kamikaze, como se le conoce, tiene una envergadura de 1,64 metros y un fuselaje de 65 centímetros, un alcance de 5 km, una autonomía de hasta 25 minutos y una carga explosiva capaz de inutilizar vehículos y aeronaves.

Combate real y cibernético
Paralelamente a los ejercicios de combate en vivo, se prueban las capacidades de ataque y defensa en un entorno virtual. El Escuadrón de Guerra Cibernética de la Marina de Brasil, activado en agosto de este año, opera con dos células: una, ubicada en un lugar no revelado, que simula intrusiones en estaciones de trabajo y, la otra busca detectar el origen y el destino de los ataques. La misión es identificar vulnerabilidades en los sistemas y mejorar los mecanismos de ciberseguridad.
La conclusión de esta fase, de la cual forma parte la Operación ATLAS de Armas Combinadas, está prevista para el 11 de octubre. Esta semana y la próxima se realizarán ejercicios con diferentes tipos de armas. Las actividades incluyen entrenamiento de interceptación aérea y ataque terrestre; fuego de artillería con una batería de obuses de 105 mm de trayectoria curva; simulación de ataque coordinado con tanques, vehículos blindados y tropas de infantería; desactivación de artefactos explosivos; y una demostración integrada de todas las unidades participantes.



