Noticias recientes sobre la demostración de un Embraer EMB-314 Super Tucano en Ghana, que terminó siendo cancelada y pospuesta para una nueva fecha por anunciar, revela cómo el avión de combate brasileño sigue teniendo relevancia en países que tienen presupuestos de defensa más bajos y cuyos escenarios de combate son de baja intensidad frente a un enemigo con restricciones en términos de armamento más moderno.
Hoy en día el Super Tucano opera en cinco países africanos, tres de los cuales ya lo han utilizado en combate real con cientos de horas de operación. Para casi todos estos países, el Super Tucano representa el único activo aéreo de combate efectivo para garantizar la soberanía del país y la seguridad interna y las fronteras de estas naciones. El bajo costo de adquisición y operación, combinado con la robustez y facilidad de operar desde áreas remotas, cercanas a la zona de conflicto y con baja infraestructura terrestre, han hecho que el Super Tucano gane cada vez más importancia y notoriedad. Aunque es un turbohélice, tiene tecnologías vistas en aviones de combate de 4ª generación y puede usar munición guiada para ataques de ataque de precisión.
A continuación, se muestra una descripción general de la operación en cada uno de ellos.
Angola
En marzo de 2012, el Gobierno de Angola firmó un contrato valorado en USD 94 millones para la adquisición de seis EMB-314 Super Tucanos. Los fuselajes incorporarían la mayoría de los elementos estándar desarrollados por Embraer para lo que se conoce como "versión de exportación", incluido el telémetro láser, la cabina con tres MFD de cristal líquido y un software más moderno, incluido un moving map.
Aprovechando la experiencia de operar 14 EMB-312 Tucanos en misiones de combate durante la Guerra Civil a finales de la década de 1990 y luego en la formación intermedia de futuros pilotos militares, Angola decidió utilizar la nueva plataforma de Embraer en vuelos de patrulla, defensa aérea, intercepción, CAS, reconocimiento armado, ataque, interdicción, combate contra terroristas, traficantes de drogas y contrabandistas de armas y, también, para la formación inicial de sus pilotos de combate.
Los tres primeros aviones fueron recibidos en julio de 2013, en la Base Aérea de Catumbela, Benguela. En cuanto al armamento, la Fuerza Aérea Nacional de Angola (FANA) está considerando la posibilidad de utilizar municiones convencionales, misiles aire-tierra guiados y misiles aire-aire de búsqueda de calor, pero hasta ahora no se ha adquirido ningún sistema. Los aviones recibieron las matrículas R-701 a R-706. Lamentablemente, unos años después de ser recibido, las restricciones presupuestarias dieron lugar a una puesta en tierra de la flota, que no vuela desde 2017.
Formación de pilotos de FANA
Después de ser rigurosamente seleccionados para ingresar a la aviación de combate, el entrenamiento de los futuros pilotos de combate se divide en seis fases que comprenden 84 vuelos, con un total de 72 horas de vuelo.
En la primera fase se realiza el contacto inicial en 20 vuelos de 50 minutos cada uno con un instructor. Después del primer vuelo en solitario, hay dos vuelos más con el instructor seguidos de cinco vuelos más en solitario, con un total de 23 horas y 10 minutos.
La segunda fase incluye un curso de acrobacias aéreas para comprender y aprender las maniobras evasivas y defensivas en situaciones de combate aéreo y/o bombardeo. Hay diez vuelos de 50 minutos cada uno, incluidos cuatro vuelos en solitario que suman un total de 8 horas y 20 minutos.
La tercera fase comprende vuelos de navegación VFR, vuelos de baja y media altitud, uso de HOTAS, HUD y sistemas de cabina digital para aprovechar al máximo los sistemas de navegación de la aeronave. En esta etapa, hay diez vuelos de 50 minutos cada uno, de los cuales seis son solos, totalizando nuevamente 8 horas 20 minutos.
En la cuarta fase, el cadete estudia la navegación IFR mientras opera en condiciones climáticas adversas, entradas y salidas de aeropuertos, balizas no direccionales (NDB), VOR, ILS y procedimientos de espera DME. Se realizan otros seis vuelos de 40 minutos, todos acompañados por instructores, con un total de cuatro horas de vuelo.
La penúltima fase abarca los vuelos en formación, el posicionamiento, las maniobras, la navegación VFR, los procedimientos de espera, el bombardeo y el combate aéreo. El estudiante realiza 15 vuelos de una hora, la mitad de los cuales son en solitario, en un total de 15 horas.
La sexta y última fase ve el comienzo de las simulaciones de bombardeo, el estudio de objetivos, la selección correcta de armas, el conocimiento y la comprensión del concepto de “head out and hand on”, el estudio de los sistemas de puntería aire-tierra, incluidos CCIP, CCRP, lanzamiento en picado, ametralladoras y manual, así como sistemas de puntería de combate aéreo, como Lead Computing Optical Sight (LCOS) y disparo instantáneo. Esta fase comprende 15 vuelos en solitario de 50 minutos cada uno, con un total de 12 horas y 30 minutos.
Burkina Faso
Burkina Faso fue la primera nación del continente africano en adquirir el Super Tucano, convirtiéndolo en el único medio de combate teóricamente eficaz en misiones CAS, ataque a tierra, reconocimiento, ataque, vigilancia, patrulla y misiones de defensa aérea.
Hasta septiembre de 2012, cuando los tres aviones que habían sido adquiridos por la FABF el 28 de marzo de 2011 (al mismo tiempo que Angola y Mauritania) llegaron a la capital, Uagadugú, el único medio de combate eficaz habían sido dos Mil Mi-35M que, como helicópteros, tenían un alcance, una potencia de fuego y una capacidad de apoyo de combate limitados.
Los aviones tienen su base en la Escadrille de Chasse en Bobo-Dioulasso y están equipados solo con armamento convencional del Super Tucano. Las matrículas son 1101/XT-MEA, 1102/XT-MEB y 1103/XT-MEC.
En los primeros años de operación, el país enfrentó una baja disponibilidad de flota debido a la falta de repuestos. Sin embargo, los problemas se solucionaron y pronto aumentaron la operación.
En 2020, en una acción conjunta con dos Mirage 2000D franceses, dos A-29 Super Tucanos de Burkina Faso llevaron a cabo misiones de ataque terrestre contra terroristas del Estado Islámico que operaban en la región norte del país, en Arbinda, en la provincia de Soum.
Al despegar de Niamey, los Mirage 2000D se encargaron de recopilar información y mover tropas en tierra, transmitiendo estos datos para que los Super Tucanos pudieran realizar los ataques usando ametralladoras calibre 12,7 mm y lanzadores para 19 cohetes de 70 mm.
En agosto de 2023, Burkina Faso y Malí enviaron sendos Super Tucano a Níger como forma de apoyo y disuasión para evitar la acción militar de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para sacar del poder al gobierno formado por la junta militar del general Abdourahamane "Omar" Tchiani, que derrocó al presidente Mohamed Bazoum mediante un golpe de Estado. Los aviones estaban armados con dos lanzadores de 19 cohetes de 70 mm cada uno, además de las ametralladoras internas de 12,7 mm del Super Tucano y un tanque ventral de combustible. No se llevó a cabo ninguna acción militar y los aviones regresaron a sus países.
Malí
El mayor problema de seguridad interna de Malí es el ultraviolento y radical grupo terrorista Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). Trabajando en colaboración con Mauritania, donde las tropas de ambos países pueden cruzar cada una de sus fronteras en busca de terroristas y contrabandistas, Malí también optó por el Super Tucano, adoptando el mismo avión y una configuración similar a la de su vecino amigo.
El 15 de junio de 2015 Embraer anunció el contrato con el país para seis unidades equipadas con protección balística externa para impactos de hasta 12,7 mm (0,5 pulgadas) en la cabina y el motor.
En su elección de armamento, la FARM puede elegir entre la gama de armas convencionales del Super Tucano. Debido a que es un país grande, las misiones en Mali deben llevarse a cabo con dos tanques de combustible debajo de las alas, pero esto aún deja tres puntos de anclaje libres para armas.
Los seis aviones malienses fueron financiados a través del BNDES, pero como el país no dio las garantías necesarias para el pago de sus aeronaves, el pedido se redujo a cuatro. En julio de 2018 los aviones fueron trasladados al país africano y entraron en servicio en la Base Aérienne 102 de Sévaré, situada en el centro del país, para estar más cerca de la zona de conflicto amenazada por el grupo terrorista AQMI. Debido a la presencia de terroristas, Malí es generalmente inestable y sus Super Tucanos son requeridos principalmente para llevar a cabo misiones de combate que incluyen ataque terrestre, reconocimiento, patrulla, CAS y defensa aérea. También se utilizan para el entrenamiento de pilotos de combate.
Mauritania
De todos los operadores africanos del EMB-314 Super Tucano, la flota de Mauritania es la más activamente empleada en misiones de combate. En marzo de 2012, Embraer anunció la venta de dos ejemplares a Mauritania, que fueron entregados en octubre de ese año por pilotos de Embraer y Mauritania. Sus matrículas eran 5T-MAU y 5T-MAW.
El Super Tucano se utiliza principalmente por la noche, utilizando NVG, y casi siempre en coordinación con las fuerzas especiales mauritanas sobre el terreno. La mayor parte de las operaciones se producen en el noreste y el este del país, en las fronteras con Malí y Argelia, las regiones más sensibles del país.
En un vasto país donde el 80 por ciento de la superficie terrestre es desértica, las misiones son siempre de larga duración, normalmente de alrededor de seis horas en el aire, alcanzando blancos a 1.110 km (600 millas náuticas) de la base y permaneciendo 30 minutos sobre el objetivo. Para estas misiones, la aeronave despega con tres tanques de combustible externos. Los combates se realizan principalmente contra vehículos ligeramente blindados o incluso camionetas equipadas con armas de cañón, y en esas situaciones el Super Tucano emplea dos ametralladoras de 12,7 mm y dos lanzacohetes LAU-32 de 70 mm (2,75 pulgadas) de siete disparos.
Los Súper Tucanos de la FAIM llevan a cabo una amplia labor de búsqueda, persecución y ataque contra terroristas en zonas desérticas. Con la ayuda de las fuerzas especiales en las noches oscuras y sin luna, los soldados iluminan los objetivos con un designador láser y el Super Tucano ataca en los extremos de la línea de haz o cerca de ella utilizando NVG de tercera generación. Con cada ataque, la aeronave realiza una evaluación de daños en coordinación con las tropas, que pueden solicitar nuevos ataques si es necesario. Si la noche está despejada, los pilotos emplean NVG para los ataques, sin la ayuda de tropas terrestres.
Desde 2011, debido principalmente a la guerra civil en Libia, el Ejército mauritano ha encontrado varios MANPADS 9K32 Strela-2 (SA-7) en manos de los terroristas de AQMI y, teniendo esto en cuenta, sus aviones siempre utilizan cartuchos de bengalas para protegerse.
La navegación para las misiones adopta el perfil Hi-Lo-Hi con la aeronave subiendo por encima de los 3.570 m (12.000 pies), pero en acciones de mayor riesgo las aeronaves pueden adoptar la navegación Lo-Lo-Lo manteniendo el efecto sorpresa de la misión.
Estas acciones también forman parte de la Operación Libertad Duradera – Trans Sahara, llevada a cabo EE.UU. con la participación de Alemania, Canadá, España, Francia, Países Bajos y el Reino Unido, que apoya a países como Argelia, Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Marruecos, Níger, Nigeria, Senegal y Túnez con formación y equipamiento. A través de la inteligencia, las operaciones combinadas, el acceso a equipos y la capacitación, el objetivo de la operación es desmantelar los grupos terroristas extremistas, los contrabandistas y los traficantes de drogas que operan en la región, principalmente al-Qaeda.
El 24 de septiembre de 2017, cinco narcotraficantes fueron arrestados con una tonelada de droga en El Zona de Hank, fronteriza con Argelia, en el extremo norte del país. Su vehículo Toyota fue detectado por un Super Tucano que disparó contra el motor para obligar al vehículo a detenerse. A continuación, llevó a las tropas sobre el terreno a llevar a cabo su detención. Los traficantes llevaban pistolas de gran calibre, ametralladoras y rifles, cantidades de municiones, además de un teléfono satelital.
La víspera, un Súper Tucano también intervino contra mineros que se encontraban ilegalmente extrayendo oro en el país.
Además de las misiones de combate en Mauritania, los Super Tucanos también se utilizan para entrenar a futuros pilotos de combate. En 2018, se entregaron dos aviones más.
Nigéria
La Fuerza Aérea de Nigeria fue el último país africano en comprar el Super Tucano. A diferencia de los demás, el país ejerció la adquisición a través de un contrato directo con Estados Unidos por 12 aviones fabricados por la Corporación Sierra Nevada a través de Foreign Military Sales.
El contrato de 500 millones de dólares incluía piezas de repuesto, capacitación para 64 pilotos y mecánicos, herramientas, apoyo logístico, estaciones de planificación de misiones y la construcción de nuevas instalaciones para la aeronave en la Base Aérea de Kainji, en el oeste del país.
Como en casi todas las fuerzas aéreas en las que opera, el Super Tucano tiene la misión de entrenar pilotos de combate y también realizar misiones de ataque a tierra, apoyo aéreo cercano, patrullaje y otras.
En ese país, los primeros seis aviones entraron en servicio en julio de 2021, y el resto se entregaron en septiembre de ese año. Matriculados como NAF 845 a 856, los aviones fueron recibidos con armamento convencional como bombas de la familia Mk 81 y 82, lanzacohetes de 70 mm, kits de guía láser GBU-12, pods de entrenamiento SUU-20 y sensor de imagen convencional e infrarrojo con designación láser.
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