Por José Javier Díaz*
Visitamos la planta industrial de Cicaré S.A. y entrevistamos a su presidente, el señor Juan Manuel Cicaré, con quien conversamos sobre el presente y futuro de la única fábrica argentina de helicópteros y simuladores de vuelo de alas rotativas.
Pucará: ¿Cuándo y cómo surge esta prestigiosa PYME argentina?
Juan Manuel Cicaré: Cicaré S.A. se constituye formalmente como tal en el año 2005, con el objeto de desarrollar y producir helicópteros, simuladores de vuelo, sistemas aéreos no tripulados y otras tecnologías de avanzada en materia de aeronaves de alas rotativas.
Sin embargo, desde hace casi medio siglo, con diferentes nombres comerciales, Augusto “Pirincho” Cicaré formó parte de otras empresas y sociedades dedicadas a desarrollar, innovar, producir y mantener aeronaves de alas rotativas.
Nuestra planta industrial, situada en Saladillo, Provincia de Buenos Aires, tiene 2.300 metros cuadrados cubiertos dentro de un predio de casi tres hectáreas.
Contamos con 25 colaboradores entre ingenieros aeronáuticos, diseñadores industriales, soldadores certificados, pilotos e instructores de helicópteros y técnicos electromecánicos egresados de la Escuela de Educación Técnica N° 1 General Savio, que también tiene su sede en Saladillo.
Asimismo, disponemos de moderna maquinaria entre la cual se destacan varios tornos de tipo horizontal, fresadoras, router CNC, soldadoras tipo TIG y MIG, un horno de curado de materiales compuestos, etc.
Pucará: ¿Cómo fue su evolución en términos técnicos, económicos, clientes locales y extranjeros? ¿Aapoyo del Estado provincial y nacional?
JMC: En términos técnicos sigue siendo una continua evolución, nunca se detuvo la capacidad innovadora y de desarrollo de Augusto como referente máximo y, por supuesto del equipo todo.
En cambio, en términos económicos, y por sobre todo de potencial apoyo en ámbito Provincial y/o Nacional, ha sido muy fluctuante y nunca superó un mero crédito blando, sin apoyo sostenido ni de mediano y/o largo plazo.
Pucará: ¿Cuáles han sido los principales proyectos en los que trabajó Cicaré? ¿Fueron por iniciativa propia o a pedido? ¿Todos llegaron a producción en serie?
JMC: En parte han sido por pedido, valen los ejemplos de proyectos como el del CH-5, helicóptero monoplaza, monomotor de 162 hp con prestaciones para el agro en los años 80, requerido por la Fuerza Aérea Argentina; o el biplaza tándem a turbina CH-14 en el 2005 a pedido del Ejército Argentino.
Por su parte, el desarrollo del CH-12 -si bien nace de iniciativa propia poco antes del 2000- derivó en el año 2015 en la firma de un contrato para producir partes del mismo en FAdeA.
Lamentablemente, estos proyectos fueron discontinuados por diversas razones que excedieron a nuestra empresa. Ya en los últimos diez años, con exclusividad estamos trabajando en Proyectos de iniciativa y financiación propia y son justamente éstos los que llegaron -en mayor o menor medida- a ser producidos en serie.
Pucará: ¿Qué nos puede comentar respecto al simulador de vuelo de helicópteros?
JMC: El Entrenador de Vuelo de Helicópteros SVH-4 es único en su tipo y continúa siendo una herramienta clave en la iniciación de aspirantes a pilotos de helicópteros. Lo más destacado es la obtención del Certificado otorgado por la FAA de los Estados Unidos para reconocer las 10 primeras horas del curso PPH (Piloto Privado de Helicóptero) desde hace ya varios años, y que continúa en vigencia mediante revalidaciones cada 5 años.
El actual SVH-4 es una evolución del SVH-3, simulador de vuelo de helicópteros que obtuviera el primer premio como Invento del Año y recibió la Medalla de Oro en la Categoría Aeronáutica en el año 1999 en Ginebra, Suiza.
Los principales usuarios de estos simuladores son las Fuerzas Armadas (FFAA) y de Seguridad (FFSS) argentinas, también hemos vendido varios ejemplares de ambas versiones a diversas Escuelas de Aviación Privadas, tanto locales como internacionales.
Pucará: Al presente ¿cuál es su producto estrella? ¿Cuál es su nivel de nacionalización? ¿Se comercializa a nivel global, se produce en otros países?
JMC: Desde hace unos cinco años nuestro producto estrella es el Cicaré 8. Se trata de un biplaza lado a lado de excepcionales prestaciones. Tiene un fuerte componente nacional en término de proveedores y valor agregado, y se comercializa en todo el mundo.
Por el momento, el Cicaré 8 sólo se produce en nuestra planta industrial de Saladillo, Provincia de Buenos Aires, pero, dado el interés sostenido y creciente en poder fabricar componentes en otras partes del mundo, estamos llevando a cabo negociaciones con potenciales socios extranjeros para ampliar la producción de nuestros helicópteros.
Cabe destacar que el Cicaré 8 está próximo a obtener el Certificado Tipo en su categoría en Alemania, siendo este hito de gran trascendencia para nuestros planes de ganar mercado en Europa y otros países del mundo.
Pucará: ¿Considera que, además del FONDEF, es necesario contar con una Ley de Investigación, Desarrollo, Innovación y Producción para la Defensa? Como empresa PYME argentina, ¿qué incentivos o medidas esperaría del Estado nacional para fomentar el desarrollo tecnológico e industrial para la defensa?
JMC: Entiendo que cualquier fondo dirigido al desarrollo y que provenga del Estado necesariamente debería de ir acompañado de una ley acorde, no sólo por la transparencia de la herramienta en sí misma, sino también para su debida gestión.
Sería también, en mi opinión, de mucha ayuda la quita de impuestos y el fomento a la manufactura y comercialización de aeropartes entre las empresas locales del sector. Hoy, y desde hace ya unos años, se hace muy difícil el comercio exterior, lo cual afecta nuestro potencial para crecer tanto en lo que hace a la producción para el mercado doméstico (sustituyendo importaciones y por ende reduciendo la fuga de divisas) así como también la colocación de nuestros productos en el mercado mundial.
Disponer de una Ley de Investigación, Desarrollo, Innovación y Producción para la Defensa creo que permitiría traccionar no sólo a las pequeñas y medianas empresas del sector privado, sino también a las compañías estatales como FAdeA, INVAP, Fabricaciones Militares, etc.
Si nos guiamos por la experiencia internacional, todos los países que hoy están a la vanguardia en el desarrollo tecnológico y productivo del sector aeroespacial cuentan con leyes y normas impositivas que estimulan la inversión de empresas locales y extranjeras, por caso podemos citar Brasil, Israel, España, etc.
Pucará: ¿Cómo surgió el proyecto del CH-14 “Aguilucho”?
JMC: Este proyecto para desarrollar de cero un helicóptero ligero, en tándem, propulsado a turbina y diseñado para cumplir tareas de formación de pilotos, observación, exploración y reconocimiento, surgió en el año 2005, a partir de un requerimiento realizado por el Ejército Argentino.
Apreciamos el apoyo y la confianza de esa fuerza en confiar en nuestra empresa y de su fundador, Augusto Cicaré, para llevar a cabo este proyecto que, hasta el presente, representa el mayor desarrollo tecnológico autónomo llevado a cabo por un país latinoamericano en materia de helicópteros.
Realizamos en muy poco tiempo un enorme esfuerzo de ingeniería, en el cual también participaron especialistas (pilotos y mecánicos) del Comando de Aviación del Ejército (CAE) y personal de la Facultad de Ingeniería Aeronáutica de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Quiero destacar la calidad de los más de cien proveedores locales y regionales, no sólo de la Provincia de Buenos Aires sino también de otras jurisdicciones como Santa Fe, Córdoba y Mendoza, que participaron en este proyecto.
Reactivar el desarrollo, certificación y producción en serie del CH-14 “Aguilucho” sigue siendo factible o viable en la medida que se entienda que, al igual que cualquier otro proyecto de alta tecnología, implica un proceso de maduración de mediano a largo plazo, durante el cual se debe mantener el apoyo de las autoridades ministeriales y militares, con su consiguiente correlato en lo que hace al flujo presupuestario.
Al día de hoy, si se deseara retomar el proyecto CH-14, se deberían volver a desarrollar varios de los proveedores locales, capacitar nuevamente a los ingenieros, etc.
Desde que recibimos la solicitud por parte del Ejército hasta llegar al desarrollo del prototipo y lograr el vuelo controlado del CH-14 todo sucedió en cuestión de dos años.
Creo que es un despropósito no mantener la continuidad en los proyectos de I+D y Producción para la Defensa, ya que éstos buscan sustituir importaciones y generar nuevas capacidades militares, tecnológicas e industriales.
La reciente sanción de la Ley que creó el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) y que en esa norma se estipule la mayor participación posible de la industria argentina me parece una excelente iniciativa, que esperamos se materialice en la concreción de algunos proyectos que fueron suspendidos años atrás y en otros nuevos que requieren nuestras Fuerzas Armadas.
Reitero, son políticas que deben quedar por fuera de cualquier vaivén Político-Social-Económico, si es sincero el objetivo de lograr soberanía en estas tecnologías.
Pucará: ¿Qué nos puede decir respecto al desarrollo del sistema aéreo no tripulado (RUAS) de alas rotativas en el que están trabajando?
JMC: Se trata de una plataforma con sistema de doble rotor tipo coaxial contra rotante desarrollada por Augusto Cicaré en el año 2008 y que, previamente, volara de forma tripulada por él mismo en el año 1997.
En la actualidad y con el nombre de RUAS-160, a raíz del interés en poner en vuelo autónomo el CH-10, en conjunto a INVAP SE y Marinelli Technology, llevamos más de 90 horas de vuelo de pruebas.
Este proyecto no sólo tiene aplicaciones previstas para usuarios civiles (productores agropecuarios, Oil and Gas, instituciones policiales, etc.) sino también clientes militares, que emplean este tipo de sistemas aéreos no tripulados para tareas de inteligencia, vigilancia, reconocimiento, búsqueda y rescate, etc.
Pucará: ¿Cómo avanzan los contratos con la Policía de Santa Fe y la Armada para incorporar estos ingenios? ¿El Ejército y otras instituciones no han expresado su interés en UAV de alas rotativas?
JMC: Al presente ya se ha suscrito un Convenio Marco entre INVAP y el Gobierno de la Provincia de Santa Fe y se está trabajando en un convenio específico de provisión de varios sistemas RUAS-160 con el Ministerio de Seguridad de la Provincia.
Por su parte, con la Armada Argentina se están terminando de definir algunos aspectos contractuales para firmar el contrato por la provisión de un primer sistema RUAS-160.
Dadas las prestaciones esperadas de este sistema aéreo no tripulado, hemos recibido diversas solicitudes de información y cotización por parte de otras Fuerzas Armadas y de Seguridad, así como también de otras instituciones estatales y empresas privadas, principalmente del Sector Agropecuario.
Pucará: ¿Qué clientes nacionales y extranjeros son los más representativos para Cicaré SA?
JMC: De las más de 100 unidades vendidas, el mercado se reparte en un 30% local y un 70% extranjero. Dentro del mercado extranjero lo más representativo es el de Europa como tracción continua de nuestro modelo Cicaré 8, Asia como el principal demandante de los SVH-4, y el Cicaré 7 en Australia.
Localmente, los modelos Cicaré 7 y el biplaza 8 son los más solicitados, en parte por sus bajos Costos Operativos.
Pucará: ¿La pandemia del COVID afectó las actividades y proyectos de CICARÉ? ¿Qué expectativas o planes tienen a mediano y largo plazo?
JMC: Primero ser agradecidos de no haber sufrido mayores afectaciones que algún que otro contagio de parte del personal.
En lo comercial fue y sigue siendo un impacto sensible debido a que se suspendieron varias ferias internacionales donde habitualmente participamos y significan gran tracción de ventas en el exterior. Y los contratiempos fueron los mismos que sufrió y continúa afectando a la población toda. Claramente hubo contratiempos del tipo proveeduría de materiales, partes, importaciones y el consecuente retraso en tiempos productivos.
Pucará: ¿Alguna reflexión que quiera transmitir a nuestros lectores?
JMC: Que, a pesar de los obstáculos varios, muchas PYMES del sector o vinculadas a la industria metalmecánica nacional continúan apostando a que la Argentina siga teniendo renombre mundial. Todos los recursos están aquí y debemos aprender a identificarlos y aprovecharlos, tanto en el ámbito público como en el privado.
*El autor es Master europeo en Dirección Estratégica y Tecnológica, fue Oficial Comando de la Armada Argentina y Asesor de los Ministros de Defensa y de Seguridad de la Nación; de Industria, Comercio y Desarrollo Tecnológico de Córdoba. Se desempeña como Consultor de Empresas y Organismos Gubernamentales.
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