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Cómo la sociedad ve a la defensa


Hablamos con Richard Kouyoumdjian, vicepresidente de Athenalab, sobre la nueva edición de la encuesta anual sobre Percepciones sobre política exterior y seguridad nacional en Chile y la importancia de que los demás países de la región comiencen a tener encuestas similares para tener información sobre cómo la sociedad ve a la defensa.


Por Santiago Rivas


Athenalab presentó la nueva edición de su encuesta anual sobre Percepciones sobre política exterior y seguridad nacional en Chile, realizada junto con Ipsos, donde plantean algunas cuestiones interesantes sobre la percepción que tiene tanto la sociedad en general como también los expertos sobre la relación del país con los demás países de la región y el mundo y las principales amenazas. Hablamos con el vicepresidente de Athenalab, Richard Kouyoumdjian Inglis, para analizar estos resultados y la necesidad de que otros países de la región empiecen a realizar este tipo de sondeos, que son fundamentales para definir políticas públicas en relación con la seguridad nacional, la seguridad pública, la defensa y las relaciones internacionales.

La encuesta comenzó a realizarse en 2019, tal como relata Kouyoumdjian, antes de la epidemia de COVID-19, y ya llegar a una serie de seis años permite tener indicadores más sólidos y poder analizar tendencias. “Ya hay un cierto continuo que se ha ido ajustando a la realidad geopolítica en la cual vivimos. En el 2020 estábamos un poco afectados por el estallido social, pero la realidad geopolítica global no había cambiado, estaba recién dándose el COVID entonces, Argentina estaba recién con Alberto Fernández y en Chile estábamos con Piñera y todavía mirábamos al Océano Pacífico, nuestros referentes eran Australia y Nueva Zelanda” plantea.

Desde entonces ven que comienzan a dar algunos cambios que se ven reflejados en la encuesta, que es la única de su tipo en América Latina, donde se destaca la separación que hace del público general de los especialistas, permitiendo tener las dos visiones.

Kouyoumdjian destaca que en estos años se ve que “tanto uno como el otro comienzan a decir que los intereses de política exterior de Chile eran más bien relacionados con la protección de fronteras y la inmigración ilegal. Algo similar sospecho ocurrió en Argentina. A la gente le preocupa la inmigración venezolana, La porosidad de la frontera que tenemos, ustedes y nosotros, especialmente hacia el norte. Yo creo que buena parte de los especialistas en Argentina, si tú les preguntas cuál es su mayor preocupación, es Bolivia, el desborde que está ocurriendo en Bolivia, tienen elecciones, el país está quebrado, administraron toda su riqueza de mala forma”, subrayando la pelea entre Evo Morales y el presidente Luis Arce, así como la cuestión del narcotráfico, lo cual se evidencia en la encuesta, donde tanto el público general como los especialistas, destacaron al narcotráfico, la inmigración ilegal y la protección de fronteras como los principales objetivos de política exterior que debería tener Chile. 

La crisis boliviana, convertida prácticamente en un estado fallido, genera un problema de seguridad en el norte tanto de Argentina como Chile, y la inmigración ilegal no sería tan grande si existiera más control por parte de Bolivia, así como el ingreso de narcotraficantes. Kouyoumdjian destaca en, en ese sentido, la frontera norte con Perú está muy controlada porque es de solo 180 km, “es muy fácil de controlar” y agrega que “es la frontera con Bolivia el principal problema, donde los tipos entran y salen y la dificultad del control y en Chile al público se les vendió como que todos los males los importamos vía esa frontera, el crimen transnacional y la inmigración ilegal. Bastaba que un 1% de los inmigrantes ilegales fueran malos. Y esa inmigración ilegal se produce al mismo tiempo que se comienza a observar un cambio en la conducta de los criminales, ya sean los importados o los locales, se establece como un benchmarking de malas prácticas o buenas prácticas de ellos. Entonces todo se puso más violento, aparece el sicariato, los secuestros, el crimen organizado comienza a operar de forma bastante profunda. Yo creo que la Argentina fue un poquito más, es decir, la Argentina lo bueno es que tenía a la señora Bullrich y un buen Ministerio de Seguridad operando. Me da la impresión de que el tema Rosario está un poquito más controlado”. En este punto, Kouyoumdjian subrayó la importancia de tener buenos servicios de inteligencia, ya que, si no, “tú crees que está todo bien, y el crimen organizado, cuando está operando bien es cuando no hace ruido. Hace ruido cuando está tratando de tomar territorios, controlar, eliminar a su competencia y todo ese tipo de cosas”.

Dentro de los objetivos de política exterior sí se ve una divergencia entre el público general y los especialistas cuando se trata de cuestiones como la presencia en la Antártida, la proyección al Asia-Pacífico y la resolución de conflictos limítrofes, que tienen poca relevancia para el público general pero bastante peso entre los especialistas.

Por otro lado, Kouyoumdjian remarca la confusión en el público general que plantea objetivos de seguridad nacional, como son combatir el narcotráfico y regular la migración, como objetivos de política exterior, “pero los expertos te dicen lo mismo”.

Otro aspecto que mira la encuesta es qué países la gente siente como más cercanos y cuáles deben ser los objetivos de la política exterior. “En ese sentido, una de las sorpresas que verás con el público general es que China ha rankeado bastante bien en la encuesta”, explica Kouyoumdjian, dado que China quedó considerada como el principal socio comercial de Chile, seguida por Estados Unidos, Japón, España y Brasil, mientras que los expertos la ubican segunda debajo de Estados Unidos y ponen al Reino Unido en cuarto lugar.

Otro punto que destaca es, frente a la pregunta sobre qué países son modelo para Chile, donde para el público general Estados Unidos, El Salvador y China aparecen terceros, que hay que separar que la sociedad vea a China como socio comercial y otra es que quieran parecerse a ellos, donde para el grueso de la sociedad el modelo a seguir es más bien Estados Unidos. Kouyoumdjian adjudica en parte esa ubicación de China en el sentido de que “en Chile nadie quiere sentirse presionado a entrar en esta competencia entre Estados Unidos y China, es problema de ellos, nosotros somos países que literalmente trataríamos de pasar inadvertidos, ‘déjennos seguir conversando con el resto del mundo, no nos metan en su pelea global’”, aunque agregó que, ante el ataque aéreo sobre Irán realizado por Estados Unidos en la llamada Guerra de los 12 días, donde Estados Unidos demostró tal poderío militar, precisión y capacidad de ejecutar algo donde se le plazca, “creo que si tú hicieras la encuesta hoy en día, hay una mejor percepción de Estados Unidos y la gente se alinea”. Por otro lado, la aparición de El Salvador en segundo lugar, donde antes se encontraba Canadá, se debe a la situación de seguridad y los logros del presidente Nayib Bukele.

Sin embargo, “cuando los expertos dan su opinión, ellos siguen viendo todavía a Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Canadá e Irlanda. Los expertos no han cambiado, siguen viendo la mirada en países más o menos equivalentes” explica Kouyoumdjian.

Otro aspecto donde se notan diferencias entre el público general y los expertos es en las percepciones de amenazas a la seguridad nacional. “La gente ve claramente el narcotráfico, el crimen organizado, la porosidad de la frontera y tiene un recuerdo de la pandemia. Los expertos también incluyen en lo más alto al narcotráfico y al crimen organizado, pero colocan a los ciberataques en el segundo lugar” destaca Kouyoumdjian.

En la encuesta han incluido el concepto de intereses nacionales “para ir instruyendo a nuestra clase política. Digamos que hay una cosa que se llama el interés nacional y ahí la población general entiende que la integridad territorial sigue siendo el principal interés nacional y que el país se pueda desarrollar, algo en lo que en general los expertos coinciden” afirma y agrega que luego la encuesta se enfoca en las misiones de las Fuerzas Armadas. Allí, existe otra divergencia en donde el público general se enfoca en tareas secundarias, como la protección de fronteras, asistencia ante desastres naturales y lucha contra el narcotráfico, junto a la defensa de la soberanía, como las cuatro misiones más relevantes, mientras que los especialistas siguen viendo como prioritarias la defensa de la soberanía, la vigilancia y protección de fronteras y la protección del interés nacional, una realidad que se percibe también en otros países de la región. “Es esperable porque países como la Argentina y Chile no han estado en una situación de guerra en tiempos recientes. Y la vez que estuvimos más cerca fue cuando nos mostramos los dientes hace casi 50 años, entonces la parte presupuestaria comienza a fallar porque te exigen cinco áreas de misión, pero no hay plata para las otras cuatro que no son defensa” plantea y agrega que “el público en general, esta es una opinión personal mía, no tiene muy clara la diferencia entre dos personas que portan armamento y están de uniforme. Para ellos, probablemente alguien de Gendarmería es muy similar a alguien del Ejército y alguien de la Prefectura Naval es muy parecido a alguien de la Marina. Entonces, no distinguen necesariamente y hay un tema bien interesante que en general la gente está de acuerdo en que el Consejo de Seguridad Nacional tenga un rol más activo, es decir, que tengamos un Consejo permanente donde se integran y participan las principales autoridades del país”.


Enfocándose en las fuerzas de seguridad, se destaca el interés del público y los expertos en que la policía esté dedicada a prevenir el delito y la atención del orden público, y no quieren verlos realizando presentaciones musicales, de equitación, participando de un desfile o resguardando eventos masivos.

Hay una pregunta bien interesante respecto al servicio militar obligatorio. La población en general en un 33% está muy de acuerdo con que haya un servicio militar, después hay un 20% que está parcialmente de acuerdo, y en desacuerdo un 26%” destaca Kouyoumdjian, y explica que la encuesta, en cuanto a los expertos, plantea un 46 % de personas muy de acuerdo y un 16 % parcialmente de acuerdo, contra un 18 % en desacuerdo, aunque opina que la gente apoya al servicio militar hasta que se le plantea que son sus hijos los que deben ir a cumplir el servicio militar. En esto destacó que el servicio militar tiene un propósito, que es entrenar a un joven de 18 años como soldado y que pueda integrarse a una reserva activa. “El punto es que otra cosa es meterlos a labores de seguridad interior o de resguardo de fronteras, donde además tienes que aplicar el criterio, no puedes agarrar el fusil y disparar, eso ya requiere otro entrenamiento y probablemente requiere bastantes más exámenes de ingreso a las Fuerzas Armadas o al servicio militar, de los que uno haría para simplemente preparar a alguien para la guerra” explica.

Datos y no relato

Según destaca Kouyoumdjian, la encuesta permite generar una serie en el tiempo y poder ir haciendo proyecciones, con datos concretos. “Yo creo que en Argentina deberían conversar con el equipo de Athenalab y alguna institución argentina debiera tomar la metodología y trabajar, quizás también con Ipsos, y comenzar a generar una serie también respecto de la Argentina, porque lo interesante es que, así como algunas personas te dicen ‘dato mata relato’, otro dice ‘dato genera relato’. Yo creo que acá dato genera relato y también dato mata relato. ¿Por qué? Porque te permite ir contrastando la opinión, tanto de expertos como público general” opinó Kouyoumdjian y señaló que en Chile, la encuesta se ha convertido en el producto más valorado de Athenalab, “porque le da un número a un mundo que nunca ha tenido números, por lo menos en esta parte del mundo”. Además, agregó que “esta encuesta le sirve mucho al Ministerio de Defensa como al de Relaciones Exteriores, les da sustento a lo que hacen. Pueden decir que hay expertos y el público en general que opinan de una manera y le pueden echar la culpa a la encuesta si quieren” concluyó, destacando que este tipo de datos sirve para defender la toma de decisiones.


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