top of page

EEUU despliega una flota frente a Venezuela ¿se viene una invasión o el plan de Trump apunta a otro objetivo?


ree

Por Ignacio Montes de Oca

 

Trump ordenó estacionar una flota frente a Venezuela y es hora de analizar su propósito. La idea es buscar los motivos reales, los motivos, el marco legal y militar, pero por sobre todo despejar fantasías sobre lo que podría pasar a partir de esta decisión de EEUU.


Lo primero que hay que entender es el contexto. Esta movida es consecuencia directa de la decisión de colocar al Cartel de los Soles en el listado de organizaciones terroristas. Con esa designación cambia todo el marco legal y el alcance de las acciones que pueden hacer los EEUU. Trump no puede ordenar una guerra contra Venezuela, dejo un hilo en donde explique hace unos meses que cualquier presidente norteamericano tiene limitaciones para ordenar acciones militares en el extranjero.

Al tratar con un grupo terrorista puede desplegar una flota si su propósito es detener el tráfico de drogas desde Venezuela al considerarlo una amenaza a su seguridad nacional. Así se explica la diferencia esencial entre una invasión y una acción punitiva contra las rutas del narco. Antes de eso, la legislación estadounidense daba intervención al FBI y la DEA previa comprobación judicial de que un bien o un ciudadano de EEUU había sido afectado. En el nuevo escenario puede intervenir la CIA, la NSA y las fuerzas militares. El rango de acción es mucho mayor. De allí que, a los tres destructores, el submarino nuclear y los aviones P-8 de vigilancia marítimo se le hayan sumado los buques USS San Antonio, USS Iwo Jima y USS Fort Lauderdale. Esta flota de desembarco anfibio transporta a bordo un contingente de 4.000 Marines.


ree

Pero, por más que sea una fuerza formidable y más aún en relación con las de Venezuela, más adecuadas a la represión externa y al tráfico de drogas antes que a la defensa militar, con unos cuantos miles de Marines no alcanza para ejecutar una acción militar en Venezuela.

En 1989, para invadir a Panamá en la “Operación Causa Justa”, EEUU desplegó 27.684 soldados para hacerle frente a la Guardia Nacional panameña de 12.000 integrantes, casi exclusivamente armados con equipo liviano. Si va a haber una invasión, esperemos un movimiento acorde. Controlar los 916.445 km2 de Venezuela, bastantes más que los 75.517 km2 de Panamá, y las ciudades en donde hay fanáticos chavistas, puede conducir a una campaña larga y costosa en términos militares y económicos. O a un escenario que comprometa a Trump en una guerra crónica.

No es que los 4 millones de las milicias bolivarianas sean un desafío. Estas milicias están formadas por personas sin formación militar y en la mayoría se suma para recibir un ingreso extra, una prebenda estatal o un cargo en la burocracia que le permita esquivar la pobreza. Esa milicia sirve para el control de la disidencia interna, como delatores o para hacer acto de presencia en las manifestaciones convocadas por el régimen. El remanente fanático puede ser un problema si una intervención deriva en una guerra civil en la que Trump no desea intervenir.


ree

Y respecto al número, como se explica en el video de solofonseca, Maduro recibió 3.3 millones de votos en julio de 2024 y sería una estupidez que Maduro le entregue armas a una cantidad de personas que superan a la de sus seguidores. Por algo Chávez les incautó las armas a los civiles en 2012.

Como se dijo, el ejército venezolano está dedicado a otros menesteres y con sueldos de 40 dólares para un general, es posible entender por qué están configurados para tareas de tráfico y represión que a como una fuerza militar profesional. Ya lo vimos en la crisis del Esequibo. Además, EEUU mandó solo 3 de los 73 destructores Arleigh Burke que tiene en servicio y los rumores de la llegada del portaviones USS Gerald Ford dejan a Venezuela en una situación de inferioridad que disuade la idea de querer presentarle batalla. En los buques desplegados está la clave. Los Arleigh Burke no son barcos tradicionales. además de los misiles antiaéreos Standard, los antibuques Harpoon y los misiles Tomahwak, tienen un elemento crucial que es el sistema AEGIS que se integra y enlaza con otros barcos de la misma flota para mapear cualquier movimiento. El AEGIS es un sistema de combate que detecta, clasifica y rastrea de manera simultánea a 100 blancos a 190 km de distancia, es decir en un radio de 380 km 2, lo que equivale a cubrir un área de algo más de 500.000 km2 con cada buque. Vamos al mapa para entenderlo mejor.


ree

Con los 3 destructores, EEUU puede vigilar todo el litoral venezolano. Considerando que el tráfico de drogas que parte de Venezuela se realiza con aviones civiles y buques de pequeño porte, es suficiente para el propósito de lograr el control marino absoluto del Caribe. No se trata de derribar aviones o destruir lanchas narco. Al monitorearlos pueden alertar a los países de la región para que colaboren en su intercepción y decomiso en las escalas que hacen para transbordar la carga. La mayoría no vuela o navega directamente a los EEUU o Europa. Para evadir la detección hacen postas en las islas caribeñas y ocultan el origen de la carga en buques de otras banderas. Otra parte desembarca en América Central en donde empalman con las rutas de los carteles mexicanos para hacer el ingreso a EEUU por tierra, mar o aire.


Al informar de estos movimientos, EEUU no solo puede avisar, también puede desmontar la cadena de complicidades en los países que forman la ruta de tráfico y es allí en donde está la dimensión política de este despliegue y la proyección más allá de la pelea con el chavismo. Es decir que EEUU podrá contar con información para presionar a los gobiernos del Caribe con datos actualizados o ejecutar acciones de represalia comercial o política con los que no colaboren. Visto así tiene sentido la composición de la flota y la presencia de los Marines.

ree

Con la ley antiterrorista en la mano y habiendo avisado que tiene intención de actuar incluso dentro de México en su lucha contra los cárteles, Trump convierte la presencia de esta flota en una extensión de su advertencia más allá del chavismo. Es un paso concreto y verificable. A la flota se le sumaron un submarino nuclear y aviones P-8 que, además de colaborar en la vigilancia y mapeo de aviones y barcos, puede ejercer la vigilancia bajo la superficie del mar. Venezuela tiene dos submarinos tipo U-209/A-1300, el "Sábalo" (S-31) y el "Caribe" (S-32). Mas allá del hecho que es una fuerza submarina insuficiente para ser una amenaza o un motivo para el despliegue, el objetivo de EEUU es completar la vigilancia ante el desafío que representan los narco submarinos procedentes de Colombia y Venezuela que operan en el caribe.

ree

Insight Crime estima que el Caribe representa el 14% del tráfico de narco submarinos. Hablamos de cientos de sumergibles con cargas de varias toneladas de drogas cada uno que son muy difíciles de detectar por medios tradicionales. Con esto se completa la triada de control. De acuerdo con la DEA, Venezuela mueve el 24% del tráfico mundial de cocaína y su principal mercado son los EEUU. El bloqueo podrá además interceptar contrabandos de todo tipo en alta mar transportados en buques civiles, incluyendo los que se dirigen a Europa.

Vamos a otros números. De acuerdo con Transparencia Venezuela, el total de droga movido a través de las rutas venezolanas representó un total de 8.236 millones de dólares en 2024. Esta es una cifra gigantesca dentro de un país empobrecido con sueldos mínimos de 1 a 3 dólares. Esa cifra duplica al presupuesto de defensa de Venezuela en 2025 de U$S 4.093 millones. Esa cantidad debe cubrir sueldos, mantenimiento, beneficios sociales y a toda una serie de ítems que no pueden competir con el botín en bruto que les ofrece a los generales el tráfico ilícito. El Cartel de los Soles encontró en la alianza con los grupos narco y guerrilleros de Colombia y México recursos para sostenerse en el poder y alimentar la cadena de lealtades en los subalternos que ven en la colaboración un ingreso extra. O un ingreso real, dado su sueldo estatal.

A estos hay que sumarle los ingresos por el tráfico ilegal de otras mercancías, como el oro y otros minerales producto de la explotación ilegal, el tráfico de armas, el mercadeo de inmigrantes que huyen de Venezuela y hasta las cargas de “tortas” de uranio procesado hacia Irán. Además de las 250 toneladas anuales de cocaína, se detectaron envíos de fentanilo y otros precursores para elaborar drogas sintéticas, la circulación de divisas producto del lavado, combustibles y objetos suntuarios. El botín en juego es mucho más grande de lo que se supone. El estado chavista tiene una dependencia política inmensa hacia el dinero del Cartel de los Soles y esos U$S 8.236 millones son la mitad del ingreso de divisas por la exportación de petróleo de 2024 por U$S 17.520 millones, que tienden a reducirse por los aranceles secundarios.

Ese tráfico también le da una influencia externa adicional al comprometer a líderes y regímenes en las rutas caribeñas. ¿Tiene alternativas para evitar el embargo y proteger sus ingresos ilegales? Venezuela tiene tres vecinos: Colombia, Brasil y Guyana. Revisemos su situación.

Horas antes de anunciarse el bloqueo, un Boeing C-32B, una aeronave asociada con operaciones especiales del gobierno de EEUU y vinculada a la CIA, aterrizó en el aeropuerto brasileño de Porto Alegre y luego se dirigió al aeropuerto de Guarulhos en São Paulo. Lula no es luludo. Brasil tiene un problema con la droga que llega desde Venezuela. El Cartel del Sol alimenta la “autopista 10” que se dirige a África para introducir en Europa hasta el 30% de la droga que se consume en ese mercado. La solidaridad política de Brasil con Venezuela tiene un límite.


ree

Hacia Guyana se interpone un macizo selvático con pocos caminos transitables. EEUU ya tiene destacamentos en la zona desde que Venezuela elevó la retórica militar al reclamar la restitución del Esequibo. Hay un lado cerrado y otro en el que Lula colabora con Trump. Queda Colombia.

Los carteles de Colombia tienen sus propias rutas por el Caribe que, además, quedarían también bajo vigilancia de EEUU y le obligarían a usar las del Pacífico. En ese caso el peso del Cartel de los Soles se diluiría y con ello los ingresos que genera su asociación. O algo peor…


ree

Dado que el Cartel de los Soles es el motivo del bloqueo, Maduro y su banda pasarían a ser el factor disruptivo y cabe la posibilidad de que los cárteles colombianos y mexicanos pasen a considerarlo un impedimento que hay que resolver, con todo lo que implica indisponer a los jefes narcos. Esto ocurre en el momento en el que la producción de cocaína en Colombia aumentó a niveles inéditos y le agrega otra capa de complejidad. En 2024 la superficie de cultivos relacionados con la droga creció un 9% y la producción en un 53%, lo que genera una sobreoferta de alcaloides. El dato del incremento de los cultivos y la producción proviene de un informe de la ONUDD que además afirma que el número global de consumidores aumentó de 17 a 25 millones en una década por el aumento de la oferta y la eficacia en las rutas usadas por los carteles. La especialista Angela Me revela que la mayor oferta hizo caer el precio de la cocaína, lo cual explica el aumento en el consumo. Esto obliga a los carteles a aumentar la cantidad de envíos. El bloqueo de Trump se monta sobre esa circunstancia que apura a Maduro y a sus socios.


ree

No es solo aumento en la oferta. En Colombia, la disputa por el mercado de drogas y la política de apaciguamiento de Petro contribuyeron a reactivar varios frentes de las FARC. La lucha por los dividendos de la droga estimula el resurgimiento de la violencia allí y en Venezuela. Esta situación se extendió a las rutas que conducen a los muelles del Cartel de los Soles. La lucha entre las facciones del ELN y las FARC en Catatumbo colombiano causó 80 muertos y 90.0000 desplazados y por primera vez la huida de la población se revirtió y se dirigió a Venezuela.

El escenario es explosivo: la mercancía abunda, el precio bajó, es preciso aumentar los envíos para sostener la ganancia y en el medio se interpone la marina estadounidense. El chavismo puede dejar de ser la solución y pasar a ser el problema. Maduro tiene motivos para irritarse. Para él y para Diosdado Cabello, Padrino López y el resto del Cartel de los Soles el perder esa asociación puede ser un desastre económico y, en consecuencia político, porque socava su principal lubricante para mantener su estructura de poder. El estado quebrado no puede reemplazarlo. Cuanto mayor sea la eficacia del bloqueo, más se debilitaría su poder político y disminuirán los medios para seducir a su base empobrecida. Se trata de provocarle una anorexia de poder cortándole el anabólico de las divisas que canjean cada día por otra noche en Miraflores.

ree

Ahora vamos a despejar otras fantasías ¿significa que Trump va a presionar para que regrese la democracia a Venezuela? Puede lograrlo como producto derivado, pero no pareciera que ese sea su desvelo. Las negociaciones de Maduro y Gernell solo trataron sobre migraciones y petróleo. Es más fértil pensar que para Trump esta situación le da una ganancia entre su público interno, Con Maduro acorralado sería más fácil acelerar las deportaciones y evitar que el régimen siga facilitando la salida masiva de ciudadanos hacia los EEUU. Es lo que prometió en la campaña. Por otro lado, el mostrarse haciendo un esfuerzo decidido para contener la llegada de droga e inmigrantes ofrece ganancias políticas inmediatas. Por ahora, esas iniciativas no se acompañan en el respaldo con medidas concretas para que el presidente Edmundo Gonzales construya poder.

Tampoco hay que hacerse muchas ilusiones sobre lo que podría suceder si caen Maduro y sus cómplices. Es cierto que los destructores y el submarino cuentan con el arsenal suficiente de Tomahawk a bordo para mandarlos a conversar con Soleimani. Y, como dijimos, tienen los permisos. Pero incluso una operación especial de los Marines no garantiza un cambio de régimen. La captura del Chapo Guzmán no terminó con el Cartel de Sinaloa y con tanto dinero en juego habrá muchos candidatos entusiasmados con hacerse con el control del Cartel de los Soles y su caja.


ree

Y, por otro lado, a diferencia de otros carteles, el de los Soles es parte de un gobierno que tiene el respaldo de otros estados de igual signo político como Rusia y China. Por eso pareciera que Trump prefiere verlo implosionar antes que hacerlo explotar en línea con su estilo. Es aquí en donde entra la parte final del análisis, que tiene que ver con un cambio en la estrategia de EEUU respecto a los países latinoamericanos. La diplomacia lejana de Biden hacia Latinoamérica parece haber cambiado a un enfoque más proactivo con Trump.

Cuando Trump renombró al Golfo de México como Golfo de América dio una pista que pasó como otro de sus desvaríos geográficos. Con el envío de una flota está confirmando que el Caribe es su “Mare Nostrum” y aquí se termina de armar el rompecabezas naval de Teddy Roosevelt 2.0. Con su “política de las cañoneras” Trump busca producir efectos grandes con esfuerzos mínimos sin comprometerse en conflictos abiertos y costosos desde cualquier punto de vista. Esta política combinada con los aranceles parecieran ser el núcleo de su política hemisférica. Latinoamérica es deficitaria en su intercambio con EEUU y aun así Trump aplicó un castigo preventivo del 10% sin importar si se trataba de gobiernos afines o adversarios. Canadá y México ya tienen el 25% precisamente por la cuestión del narcotráfico y las migraciones. Guyana, un aliado necesario en esta trama, recibió un 15%, igual que Venezuela, pero cuyas tarifas son mayores por existir un 25% adicional a sus exportaciones petroleras. Nicaragua recibió el 18%. Con los datos del AEGIS, puede que estas escalas comiencen a cambiar.


ree

La mayor novedad está en el esfuerzo político importante de EEUU en lo que considera su “patio trasero”. Una flota puede ser un argumento tan fuerte como una inversión china o una declaración de respaldo de Putin a Maduro, como la que le hizo llegar a través de Delcy Rodríguez. Si Putin quisiera jugar una carta más fuerte como cuando el Kremlin hizo correr el rumor de que Rusia consideraba instalar misiles nucleares en Venezuela, la flota de EEUU en el litoral venezolano puede interceptar cualquier carga si cuadra como amenaza directa a su seguridad. El acto de presencia y la posibilidad de usar misiles o Marines tiene un efecto más allá de Caracas. Mostrar los dientes siempre es más atractivo que entrar en una batalla y los países del área saben que unos pocos miles son una advertencia seria para sus capacidades militares.

Más aún si el permiso antiterrorista le da a Trump el permiso para lanzar operaciones militares que incluyen incluso a un país del tamaño de México. En campaña y ya en el gobierno, Trump no descartó golpear con sus fuerzas a los carteles inclusive al otro lado del Río Bravo.


ree

Trump se montó sobre esa superioridad para presionar a Maduro y de paso a todos los que forman parte del circuito comercial del Cartel de los Soles. Con tres barcos, un submarino, algunos aviones y unos miles de Marines inauguró una nueva etapa de las relaciones con sus vecinos. Ahora hay que ver cuál es el punto de exigencia de Trump. Por lo pronto, Maduro parece haber sentido el impacto y comenzó a organizar una defensa sobreactuada ante una invasión improbable. Busca tapar con un nacionalismo épico los agujeros contables que debe afrontar.

Si Trump usa esa presión para imponer sus condiciones en el “Mare Nostrum”, Maduro se verá obligado a aceptar lo inevitable y tomar los recaudos para reforzar su estructura de control interno. Tiene que darles a sus militares y militantes algo que reemplace el sobresueldo del Cartel. Si esa compensación no alcanza o los factores internos o externos consideran que no está gestionando bien la crisis, podría darse una rebelión o un desplazamiento por un golpe interno. Es imposible saber cuál es el escenario más probable y que grupo podría prevalecer en ese caso.

Si EEUU decide que su dilema con las drogas y la migración está en la existencia del régimen de Maduro, no tendrá otra opción que pasar de la amenaza pasivo-agresiva de la flota a medidas más radicales. Más aún si el bloqueo no resulta efectivo en los tiempos que necesita. Y luego hay que ver cómo reaccionan otros estados de la región, más aún si ocurriese un incidente con la Armada Venezolana, que no debe descartarse porque Maduro necesita darle cuerpo a su huida hacia el melodrama de la nación a punto de ser invadida. Y porque le mojaron la oreja.


ree

Colombia sabe que no puede oponerse militarmente y que su ejército no va a apoyar a Maduro, que a su vez abastece a los mismos grupos terroristas que acaban de derribar a un helicóptero de la Policía en Antioquia matando a 13 soldados de ese país. En todo caso Petro debe hacer frente a su creciente impopularidad, a la rebelión del Parlamento contra sus reformas y a la de los desmovilizados que decidieron volver a tomar las armas. Enfrentar además a los EEUU y quedar atado a los carteles es una receta para el desastre.

Brasil, a pesar de la disputa entre Trump y Lula por Bolsonaro y los aranceles, sabe que defender a Maduro no le genera ganancia alguna. Por el contrario, solo le daría más fuerza a los grupos criminales vinculados al chavismo como el Comando Vermelho y el Primer Comando de la Capital.


ree

México sabe que los vínculos entre los carteles de Sinaloa y El Sol la dejan caminando en una cornisa. Cuba atraviesa una crisis energética y económica absoluta. Nicaragua, lo único que puede ofrecer como resistencia creíble es una foto de Rosario Murillo sin maquillaje. Y el resto de los países del Caribe entienden la determinación de los EEUU para luchar contra las drogas y deberán afrontar a sus propios grupos asociados con el narco, lo cual puede ser una empresa peligrosa para muchos mandatarios acostumbrados a convivir o ser parte de ellos.

De manera que la movida de la flota norteamericana en el Caribe tiene más alcance que lo que pueda provocar en Venezuela. Sus efectos comenzarán a verse a medida que se corten las rutas del tráfico de drogas y sus beneficiarios comiencen a sentir el efecto de la sequía de dólares.

Para terminar, queda por ver qué pide Trump desde una posición de fuerza. Es posible que negocie aranceles, migraciones y quizás apoye a algunos políticos de su agrado para asegurarse un mayor control de la región y, de paso, disminuir la presencia de potencias rivales.

Si genera el fin de la dictadura chavista está por verse y será una derivada interesante que se festejará como corresponde. Por ahora es prematuro prometerlo y en todo caso será importante que la Casa Blanca prevea el “día después” para evitar la llegada de otro régimen similar. Pero por ahora tenemos solo el boqueo a las rutas narco y debemos esperar sus efectos. Maduro y el resto de los capos narcos seguramente explorarán soluciones y eso dará lugar a otros escenarios. Por ahora, lo que hay es una flota, un mercado obturado y muchas narices ansiosas.

bottom of page