El prototipo del ENAER T-40 Newén ya está casi listo.

El programa T-40 Newén (anteriormente Pillán II) avanza a paso firme y ya registra un 97% de progreso en su construcción, según informaron autoridades chilenas durante una visita de la ministra de Defensa, Adriana Delpiano, a la Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER), organismo responsable del desarrollo del nuevo entrenador básico que reemplazará al histórico T-35 Pillán, en servicio desde hace más de 40 años.

La aeronave, concebida como un proyecto estratégico para modernizar la formación de pilotos de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), será entregada oficialmente en abril de 2026, fecha en la que comenzará un periodo de pruebas y certificación. De acuerdo con los planes de ENAER, la fabricación en serie está prevista para iniciar en 2027, un hito que marcará el retorno de Chile a la producción sostenida de aeronaves.

El programa contempla la construcción de 33 unidades, destinadas a renovar completamente la flota de entrenamiento militar del país. Entre sus innovaciones, el Newén incorpora una estructura fabricada mayormente en materiales compuestos como fibra de carbono, un rediseño aerodinámico con winglets removibles, motorización moderna y una cabina completamente digital tipo glass cockpit, alineada con los estándares internacionales de entrenamiento aeronáutico.

Más que un avión, el T-40 Newén es presentado como un sistema integral de instrucción, que incluye simuladores avanzados con realidad virtual y aumentada, estaciones de control en tierra y plataformas de planificación y evaluación. Para la FACh, esta actualización permitirá reducir la brecha entre los entrenadores básicos y los aviones de combate de última generación, elevando la calidad del entrenamiento de los futuros pilotos.

Las autoridades chilenas subrayan que el avance del programa implica también un impacto económico y laboral, con la generación de empleo calificado para ingenieros, técnicos y operarios especializados. La ministra de Defensa y la comandancia de la FACh han reiterado que el Newén no solo moderniza la instrucción militar, sino que además fortalece el tejido científico-tecnológico del país.

Con un prototipo prácticamente terminado y una hoja de ruta definida hacia su certificación y producción en serie, el T-40 Newén se consolida como uno de los desarrollos aeronáuticos más importantes de Chile en las últimas décadas y como un símbolo de la nueva etapa industrial de ENAER.