Rusia retomó los ataques contra la población civil anoche, causando al menos 16 muertos y 97 heridos en distintas ciudades de Ucrania. Al principio, la federación rusa atacó con 36 drones Shahed, los cuales gueron seguidos por la aviación estratégica con 18 Tupolev Tu-95MS “Bear” que lanzaron al menos 90 misiles desde la región del Caspio alrededor de las 6:00 a.m., y a continuación se utilizaron bombarderos de largo alcance Tupolev Tu-22M3 “Backfire” que lanzaron 8 misiles de crucero desde la región de Kursk.
Járkov fue también alcanzada por misiles S-300 lanzados en modo balístico, mientras que también Rusia lanzó desde Crimea varios misiles S-400 e Iskanders. Desde allí, aviones MiG-31 realizaron el lanzamiento de al menos cinco misiles Khinzal.
Ucrania reclamó la destrucción de la mayoría de los misiles por parte de su defensa aérea, pero varios alcanzaron edificios residenciales, una maternidad, escuelas, un shopping e instalaciones industriales y militares, la en Kiev, Odesa, Lviv, Zaporizhzhia, Kharkiv y Dnipro.
La Fiscalía General de Ucrania informó de 16 muertos y 97 heridos, entre ellos al menos dos niños de 6 y 8 años, aunque continúan las operaciones de búsqueda de víctimas y se espera que los números serán mayores.
Después del bombardeo se produjo un apagón en las regiones de Kiev, Dnipropetrovsk, Odesa y Járkov.
Según el gobierno ucraniano, el ataque masivo contra Ucrania le costó a Rusia al menos 1.270 millones de dólares en armamento lanzado.
Este ataque se da apenas pocos días después de que Ucrania destruya con misiles Storm Shadow el buque ruso Novocherkask (con toneladas de munición y drones iranies) en Crimea, en otro ataque que demostró la debilidad de las defensas rusas para proteger sus bases militares en Crimea.
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