El equipo, donado por la empresa Geotex, es el primero certificado en la región y permitirá el traslado seguro de pacientes con COVID-19, sin poner en riesgo a la tripulación.
El pasado 14 de octubre la empresa Geotex realizó la donación al Ejército Argentino de un módulo de bioseguridad para traslado de pacientes en aeronaves Cessna 208B EX Grand Caravan, en apoyo de la Operación Manuel Belgrano, para la lucha contra el COVID-19.
Según explicaron desde la fuerza, los trabajos comenzaron en marzo, con la propuesta de hacer un módulo para los helicópteros Bell UH-1H y Huey 2, pero al conocerse mejor la enfermedad, se determinó que la prioridad serían los traslados entre localidades realizados con aviones, por lo que, tras analizarse la instalación en los Cessna Grand Caravan y Citation Bravo, se decidió avanzar en el primer modelo, debido a su cabina más voluminosa que permite una adaptación más fácil.
El teniente coronel Luis Bennardi, explica que al día siguiente de decretado el confinamiento, el pasado viernes 20 de marzo, convocaron a Geotex y el lunes tuvieron la primera reunión, en donde les plantearon los requisitos. Ocho días después probaron el primer prototipo en un UH-1H. “A partir de ese modulo se analizó con distintas tripulaciones, si se iba a poder trabajar en la cabina como se estaba acostumbrado a hacerlo y le hicieron a la empresa sugerencias. Hicieron un segundo modulo y la pandemia fue evolucionando. Nosotros fuimos haciendo un seguimiento de lo que iban haciendo distintos ejércitos de países de Europa, América del Norte y Latinoamérica y frenamos un poco el módulo del UH, porque las dimensiones de nuestro país nos demandaban tener primero un avión sanitario, el ejercito tiene cinco” contó Bennardi. Así, se avanzó con dos prototipos, de los cuales el segundo fue llevado a Córdoba en donde fue certificado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), para que puedan actuar como jueces y ver si la solución que Geotex les daba estaba acorde con la necesidad. El INTI planteó algunas sugerencias e hicieron un informe, haciéndose los ensayos solicitados por el instituto, procediendo entonces a intervenir la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta (DIGAMC) que hizo la certificación del producto definitivo, el Módulo Aerotransportable BSL-2.
El módulo está fabricado en material plástico, totalmente impermeable e ignífugo, con nivel de bioseguridad 2 y certificación internacional NFPA 2112.
Este módulo es denominado por el Ejército como Tipo A, para llevar un paciente en una camilla, ya que se está trabajando en otro, denominado Tipo B, para trasladar pacientes sentados. “El Ejército tiene gente desplegada en todo el país, supongamos que en el norte a alguien le da resultado positivo, hay que evacuarlo a su asiento de paz y no es necesario llevarlo en camilla, y a lo mejor hay que llevar 5 o 6 personas. Entonces otra versión del módulo es igual por fuera, pero el piso va a ser diferente para que en vez de soportar la camilla se le puedan poner asientos” agregó Bennardi. Dicho módulo permitiría la instalación de hasta unos seis asientos, totalmente aislados de la cabina de los pilotos.
Además, esperan contar con módulos BSL-2 para los otros dos Caravan de la fuerza y un módulo para pacientes sentados.
Eduardo López, de Geotex, explica que el módulo se saca y se pone en veinte minutos “hasta que la gente tenga más experiencia y lo pueda hacer más rápidamente, lo importante es que es con jabón o alcohol al setenta por ciento es fácil de desinfectar, con lo cual se desinfecta el módulo y no la aeronave. Y el avión, rápidamente, luego de hacer una evacuación sanitaria, luego de un proceso de media hora, puede hacer otro tipo de misión, esa es la importancia del módulo”.
Así, los pilotos quedan totalmente aislados del personal que está en el módulo, mientras que el mecánico asiste en el cerrado del módulo y de las puertas, equipado con un traje especial y guantes, que se descartan antes de subir al avión.
El proyecto con Geotex ahora incluye también el plan para equipar diez helicópteros UH-1H o Huey 2, uno por cada Sección de Aviación que tiene el Ejército en el interior menos Mendoza donde hay Lama, además de tener otros cuatro en Campo de Mayo, para trasladarse a cualquier lugar donde los necesiten. Por ahora se está trabajando en modificaciones al prototipo, para poder certificarlo.
Además, se ha trabajado con una cápsula desarrollada por la empresa FixView, para el Citation Bravo y ahora se está haciendo otra con otra empresa, pensando también en equipar un UH-1H para evacuación aeromédica, con camillas, oxígeno y todo lo necesario, todo desarrollado en la Argentina.
Esas camillas irían dentro del módulo. “Pensamos proteger a las personas en tres capas: el traje de protección personal para aquellos que lo necesiten, después el módulo y después la capsula” explicó Bennardi.
López explicó que además han desarrollado el diseño de un módulo para el CASA 212 y han realizado los planos para un módulo para el Black Hawk, a pedido del Ejército de Colombia, que pretende contar con unos sesenta módulos, aunque por la imposibilidad de viajar y al no tener un Black Hawk militar en el país, no se ha podido evaluar un prototipo. Además, la Fuerza Aérea Uruguaya y la de Chile han mostrado interés en equiparse con los módulos, en el primer caso para sus CASA 212.
También han realizado algunos trabajos a requerimiento de la Policía Federal Argentina y la Prefectura Naval, aunque sin llegar a la realización de prototipos hasta ahora.
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