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Programas para mantener capacidades

Hacemos un repaso breve por los programas de reequipamiento y modernización de Argentina, Chile, Colombia y Perú, en tiempos en que los cuatro deben lidiar con recortes de presupuesto y crisis políticas.

 

Por Santiago Rivas

 

Es bien sabido que la defensa en América Latina es un sector que debe pelear constantemente por presupuesto e interés por parte de los sectores políticos, lo cual dificulta significativamente mantener las capacidades, mientras que también en la mayoría de los casos los gobiernos no comprenden la importancia de la base industrial de defensa, por lo que tampoco se invierte adecuadamente en ese sentido. Sin embargo, todos los países mantienen una serie de programas para mantener o recuperar capacidades, los cuales muestran distinto grado de avance según la realidad económica de cada país y la prioridad que cada gobierno da la defensa.

En este reportaje abarcaremos cuatro de los principales países de América Latina para hacer un repaso a sus principales programas de defensa.

 



Argentina

El país ha comenzado a darle más importancia al sector de la defensa, luego de más de 30 años de abandono en los cuales perdió casi la totalidad de su capacidad militar. En la actualidad, los programas de recuperación de capacidades de las fuerzas armadas son muchos, dado el grado de deterioro alcanzado, por lo que es preciso enfocarse en los principales

En el caso del Ejército Argentino, por un lado, la Escuela Superior Técnica del Ejército “General Manuel Savio” desarrolló la modernización de los fusiles FAL y sus derivados, con el objetivo de mejorar su puntería, reducir su peso y optimizar su ergonomía, para poder ser usado en todo tiempo. El objetivo es tener versiones para tirador destacado con cañón liviano de 21 pulgadas y pesado (del fusil FAP), carabina (cañón de 16 pulgadas) y de asalto (cañón de 11 pulgadas). Además, trabaja en el desarrollo de un lanzagranadas de 40mm para ser incorporado a dichos fusiles. Los trabajos de modernización los realiza Fabricaciones Militares.

La modernización del TAM VC es otro trabajo que actualmente incluye a la industria local, ya que la modificación de los tanques, incorporando equipos provistos por Elbit Systems, es realizada por la Agrupación Arsenales 601 del Ejército Argentino, en lo que antiguamente fue la fábrica TAMSE en la que los TAM fueron construidos. Por el momento sólo hay un prototipo de la versión definitiva y el proyecto avanza con demoras debido a la falta de presupuesto en la implementación de la primera etapa, para modernizar 104 tanques. Entre 2015 y 2019 estuvo prácticamente paralizado y se retomó lentamente desde 2020, debiéndose actualizar los equipos instalados en el prototipo original, ya que muchos habían sido discontinuados. En 2021 comenzaron a modificarse las primeras torretas para avanzar con la serie, trabajo que realiza la empresa IMPSA, hoy mayormente de propiedad estatal. Tras hacer los ensayos operativos en abril de 2023, incluyendo tiro, se planeaba terminar 2023 con la entrega de una primera serie de 10 ejemplares modernizados, lo cual no se llevó a cabo debido a que el gobierno no otorgó el presupuesto. En 2024 difícilmente progrese debido a la falta de presupuesto.

Luego de modernizados los TAM de combate, la fuerza planea continuar con la variante VCTP de transporte de personal, que deberá incluir, al igual que el TAM VC, la instalación de sistemas eléctricos para mover la torre, nuevos sistemas de puntería, de autoprotección y la posibilidad de lanzar misiles antitanque.

Por otro lado, la fuerza apunta a la compra de un lote de blindados IVECO Guaraní, para lo cual se firmó en enero de 2023 una carta de intención por 156 unidades, entre las que se encuentran 120 vehículos de Transporte de Personal (VCBR-TP) con torre ARES Remax con ametralladora de 12,7 mm, 27 vehículos de Combate de Infantería (VCBR-CI) con torre UT30-BR con cañón de 30 mm y 9 vehículos Puesto Comando (VCBR-PC). Actualmente se está trabajando en la definición de los detalles técnicos y financieros para la firma de un contrato. Sin embargo, el gobierno no avanzó en la firma del contrato y recientemente Estados Unidos entregó una propuesta por 184 General Dynamics Stryker de segunda mano, lo cual podría echar por tierra el acuerdo con IVECO.

Además, la fuerza tiene previsto avanzar en la compra de un lote de cañones autopropulsados de 155 mm, habiendo analizado el Nexter Caesar francés y el Elbit Atmos israelí, aunque es un programa que recién está en sus comienzos. Los vehículos serían para reemplazar a los cañones autopropulsados AMX ya dados de baja, luego de que no se materializara una posible compra de M109 de segunda mano de Estados Unidos.

Luego de cerrar la compra, junto a la Fuerza Aérea Argentina, de un total de seis Bell 407GXi (tres para cada fuerza) para reemplazar a los helicópteros Lama, la Aviación de Ejército intenta avanzar en la compra de un modelo de helicóptero mediano que reemplace a los AS332 Super Puma, analizándose el Sikorsky S-70i Black Hawk, el Leonardo AW139 y AW149 y el Airbus H225M Super Puma. Inicialmente se busca comprar unos 20 ejemplares, que reemplacen también a parte de la flota de Bell UH-1H en misiones de asalto, dado el cambio doctrinario de los últimos años hacia fracciones de infantería de mayor tamaño que demandan helicópteros más grandes. Si bien en junio de 2023 se firmó una carta de intención por 12 helicópteros Super Puma usados por 360 millones de dólares, esto no progresó y se siguen analizando los otros modelos, existiendo algunas propuestas de Estados Unidos por Black Hawk usados, mientras que la fuerza ha considerado al AW139M como el modelo con menores costos operativos y que permitiría operar más horas.

En materia naval, el astillero Tandanor está en proceso de entrega del buque hidrográfico ARA “Petrel” para la Armada Argentina, aunque el mismo ha mostrado algunos problemas de diseño que vienen demorando considerablemente los trabajos, y avanzando en la construcción de una serie de doce remolcadores para la fuerza, pero mientras se esperaba botar el primero para agosto o septiembre de 2023, los trabajos se vienen demorando considerablemente.



Además, la fuerza está realizando una modernización limitada de sus corbetas tipo Meko 140, comenzando por la ARA Parker, pero disminuyendo su capacidad de combate y adaptándolas a su uso como patrulleras. Si bien la Armada necesita pensar en la construcción de un reemplazo para sus destructores Meko 360 y las citadas corbetas, actualmente no hay ningún programa concreto en ese sentido.

Por otro lado, se está avanzando en el programa para construir un buque polar, por parte de Tandanor, con colaboración del Astillero Río Santiago, del cual ya se compró el diseño a la empresa Aker y en 2023 se estaba trabajando en la ingeniería de detalle, para comenzar a construirlo en 2024, pero tampoco se logró un avance significativo y actualmente no hay fecha para empezar los trabajos de construcción.

La recuperación de la capacidad submarina es otro punto fundamental para la fuerza, para lo cual se están analizando ofertas de Naval Group y de thyssenkrupp Marine Systems por hasta cuatro ejemplares de las clases Scorpéne y 214 respectivamente, para los cuales debería participar en su construcción Tandanor.

El Comando de Aviación Naval Argentina cerró en noviembre de 2023 la compra de tres P-3C y un P-3N Orion a Noruega, aunque aún no se hizo el pago correspondiente para que se lleve adelante la entrega de las aeronaves, prevista para diciembre. Ahora se apunta a que pueda hacerse en el mes de marzo. Además, se está negociando la compra de seis Leonardo AW109 nuevos para reemplazar al último AS-555SN Fennec operativo, mientras se está intentando conseguir la aprobación de los fondos para el programa de cambio de asientos eyectables para los Super Etendard, de manera de ponerlos en servicio.

En materia aeronáutica, FAdeA sigue a ritmo lento la producción de aviones IA-63 Pampa III, aunque los malos manejos de la gestión de la empresa complican el avance de la producción, ya que el dinero aportado por la Fuerza Aérea Argentina fue desviado por la empresa para otros gastos y ahora no se dispone de los fondos para pagar a los proveedores. Además, la modernización de los Pampa II al estándar Pampa III avanza lento con el segundo ejemplar que sufrió un accidente leve durante uno de los vuelos de prueba. Mientras, avanza el desarrollo del entrenador básico IA-100 Malvina, del cual se espera tener listo el prototipo en 2024.



Sin embargo, el mayor programa de incorporación de la Fuerza Aérea Argentina es la compra de un nuevo avión de combate, dado que la fuerza hoy solo dispone de un puñado de viejos A-4AR Fightinghawk para dicha tarea, desde la baja de los Mirage en 2015. Actualmente está casi definida la compra de 24 Lockheed Martin F-16A/B Block 15 MLU Fighting Falcon de segunda mano provenientes de la Fuerza Aérea Danesa, más un lote de armamento y sensores provistos por Estados Unidos. Si bien ya está tomada la decisión política, el gobierno ha pedido que se puedan postergar algunos pagos previstos para 2024 de manera que el peso mayor de la compra sea más adelante, cuando se espera que la situación del país mejore. De obtenerse esto, inmediatamente se firmaría la compra.

La Dirección General de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea Argentina está a cargo del desarrollo de UAV junto a la empresa Invap, los cuales se producirán en FAdeA. Actualmente están desarrollando la familia Vigía, que va desde el AR-1F “Búho” de instrucción hasta el proyectado AR-2E “Kuntur” de 14 metros de envergadura, aunque el programa también progresa muy lentamente.

 

Chile

El país vivió una enorme modernización de su capacidad de defensa entre los años ´90 y 2018, en que las tres fuerzas incorporaron todo tipo de material, aunque en su gran mayoría era de segunda mano. La crisis desatada en 2018 y el nuevo gobierno de tendencia de izquierda ha llevado a la parálisis de casi todos los programas de defensa, que ahora enfrentan un futuro incierto.

El más importante de ellos era la modernización de la flota de F-16 Fighting Falcon, de los cuales la fuerza incorporó en 2006 un lote de diez F-16C/D Block 50 nuevos, seguidos por dos lotes de F-16A/B MLU ex holandeses que totalizaron otras 36 unidades.



Ante el envejecimiento de los aviones, en 2019 la FACH planteó un programa de modernización de toda la flota, por un costo de 634,7 millones de dólares. El programa incluía la recorrida de todas las células, la provisión de diecinueve sistemas conjuntos de mira montados en casco (JHMCS) de Collins Elbit Vision Systems, seis bombas MK-82 inertes; dos MXU-650KB Air Foil Groups (AFG); cuarenta y cuatro GPS/INS integrados Northrop Grumman LN-260; cuarenta y nueve radios tácticas conjuntas del sistema de distribución de información multifuncional (MIDS JTRS) de BAE Systems, actualización, integración y prueba de equipos y software de aviónica, software y soporte de software, radios Rohde & Schwarz ARC-238, radioaltímetros combinados de altitud (CARA Combined Altitude Radar Altimeter), apoyo del Sistema de Planificación de Misión Conjunta (JMPS), IFF BAE Systems AN/APX-126, aplicaciones criptográficas, equipos de codificación y dispositivos de cifrado, repuestos y soporte para sistemas de armas, componentes de bombas, módulos de telemetría compactos de gran ancho de banda (HCTM), equipo seguro de comunicaciones y navegación de precisión, pantallas de aeronaves, repuestos adicionales, publicaciones, cartas y documentación técnica, equipos de integración y prueba, servicios de apoyo logístico, técnico y de ingeniería. También se estudiaba la posibilidad de sumar un nuevo radar AESA.

Sin embargo, en 2020 el congreso de Chile decidió no aprobar el presupuesto para el programa y el 31 de octubre de octubre de 2023 finalmente el US Department of Defense comunicó la firma de un contrato con Lockheed Martin Aeronautics Co., por un monto fijo de 177 millones de dólares para la modernización de los F-16A/B MLU Fighting Falcon de la Fuerza Aérea de Chile al estándar tape M6.6 dentro del Operational Flight Program and Systems Upgrade. Los trabajos se realizarían en Fort Worth, Texas; Greenville, Carolina del Sur, y en Chile y se espera que concluyan para el 30 de noviembre de 2032.

Este es un programa bastante menor que el originalmente planteado y seguramente solo abarque entre unas 12 a 18 de células, dado el monto contratado.

La fuerza además apunta a comprar un nuevo modelo de avión de reabastecimiento en vuelo, dado que de los tres KC-135E Stratotanker incorporados, solo vuela uno y con muchos problemas de mantenimiento. El objetivo, dados los recursos disponibles, es apuntar a una cantidad similar de KC-135R.

Además, la empresa ENAER lanzó en 2022 el proyecto Pillán 2, para producir un nuevo entrenador básico que reemplace al exitoso T-35 Pillán. El avión parte del proyecto original, pero incorporando muchas mejoras al diseño, así como también aviónica, instrumentos y diversos sistemas de última generación.



En cuanto al Ejército, la fuerza esperaba poder modernizar su parque de tanques Leopard 2 y algunos de sus blindados, como los Marder, pero no ha podido avanzar también por las restricciones de presupuesto. Las denuncias de corrupción que han golpeado a la fuerza en los últimos años, debido al pago de sobreprecios en muchos procesos de compra, han llevado también a que se suspendan casi todos los programas de modernización e incorporación de nuevo material, lo cual está teniendo un impacto grande en la sostenibilidad de la capacidad militar.

En el caso de la Armada de Chile, el nuevo buque polar Almirante Viel ya se encuentra en la fase final de su construcción por parte del astillero local Asmar, siendo hasta ahora el buque más grande fabricado por dicho astillero para la Armada de Chile. El plan de la fuerza es, posteriormente, continuar con la construcción de OPV, de los cuales ya entregaron cuatro del diseño Fassmer OPV 80, aunque ahora se proyectan otros dos, pero de mayor tamaño, con 90 metros de eslora y un desplazamiento de 2500 toneladas.

 

Colombia

Este es uno de los países que más ha invertido en defensa en América Latina en los últimos tiempos, tanto debido a la guerra interna que viene viviendo desde hace casi sesenta años como por la tensión que vivió con Venezuela en las últimas dos décadas, aunque esta última se ha reducido desde la llegada a la presidencia de Colombia de Gustavo Petro.

La Fuerza Aérea Colombiana tiene como su programa principal la compra de aviones de combate para reemplazar a su flota de IAI Kfir, habiendo seleccionado en diciembre de 2022 al Dassault Rafale, aunque no se pudo avanzar aún en la firma de un contrato, luego de que se venciera la asignación presupuestaria aprobada en 2022 (que solo alcanzaba para una primera compra de 3 a 4 aeronaves). La oferta de Dassault fue considerada superior a las de F-16 Block 70 y Gripen NG por muchos aspectos, a pesar del mayor costo operativo de las aeronaves. Especialmente por las capacidades que brinda el Rafale, así como las facilidades ofrecidas por Francia y a que es un modelo de aeronave ya maduro y no en desarrollo, entre otros factores.



Además de los Kfir, Colombia necesita reemplazar su flota de A-37B Dragonfly, que ya ha sido puesta en tierra, para lo cual apuntan a una plataforma con mayores capacidades, especialmente que sume la capacidad de defensa aérea, para lo cual están analizando modelos como el KAI FA-50 y el Leonardo M346FA.

Mientras, en 2023 firmó un contrato por cuatro Beechcraft T-6C+ Texan II adicionales, que se suman a los seis ya incorporados, aunque el plan es alcanzar las 24 unidades. Estos aviones reemplazaron a los viejos Cessna T-37, dados de baja a fines de 2021.

Por otro lado, se compraron dos Boeing 737-700/800, esperándose la compra de un tercero, mientras que los dos primeros serán modificados por Elbit Systems con sistemas de guerra electrónica, de una manera similar a como ya se hizo con dos CASA CN-235 (uno de los cuales se perdió en un accidente).

Además, el 30 diciembre de 2022 se aprobó la compra del sistema de defensa antiaérea IAI Barak MX por un valor de 131,2 millones de dólares, mientras se espera más adelante avanzar en un sistema de mayor alcance. Esta compra se ha visto complicada por las restricciones impuestas por el gobierno de Israel luego de que el presidente Petro apoye los ataques terroristas de la organización Hamás del 7 de octubre de 2023.

En helicópteros, tanto la Fuerza Aérea como el Ejército y la Armada apuntan desde hace tiempo a la compra de un reemplazo a las flotas de Bell UH-1H, Huey 2, 212 y CUH-1N, apuntando inicialmente a una compra conjunta, que incluiría a la Policía, pero no ha logrado llegarse a un acuerdo entre las fuerzas sobre el modelo a elegir, debido a que cada una tiene necesidades distintas. El Ejército prefería el Leonardo AW139, la Armada estaba entre el AW139 y el Black Hawk y la Fuerza Aérea prefería el Airbus H145. Por el momento, es muy probable que cada fuerza avance por su cuenta, aunque no se espera una definición en el corto plazo.

En cuanto al Ejército de Colombia, el principal programa es el de la compra de sistemas de artillería autopropulsada Elbit Systems Atmos de 155 mm, para los cuales se asignaron 101 millones de dólares a fines de 2022. Estos serán los primeros en su tipo en la fuerza, que hasta ahora solo cuenta con artillería remolcada, aunque esta compra también está siendo afectada por las restricciones impuestas por Israel y probablemente termine siendo cancelada.

Además, se está avanzando en la compra de una cantidad no determinada de General Dynamics Land Systems LAV III, del cual ya se poseen 32 unidades, por un monto de 305 millones de dólares, mientras se siguen recibiendo 145 M1117 donados por Estados Unidos en 2021, que se suman a 69 incorporados anteriormente. Actualmente quedan pendientes de entrega 59 unidades del nuevo lote.

El Ministerio de Defensa compró cuatro MRAP Hunter TR-12-2022 diseñados y construidos en Colombia por Armor International, de los que se destinarán uno a cada fuerza (incluyendo la Policía Nacional, dependiente de dicho ministerio), mientras que se compraron cinco blindados Titán-C producidos localmente por las empresas Integrated Defense Solutions (IDS) y Greit.



En cuanto a la Armada de Colombia, tiene programas muy ambiciosos que están avanzando, comenzando por el programa PES (Plataforma Estratégica de Superficie) que apunta a la construcción de hasta cinco fragatas del diseño Damen Sigma 10514. Los buques serán construidos en Colombia por el astillero Cotecmar y a fines de 2022 se firmó el contrato de construcción de la primera unidad.

Además, la Armada de Colombia contrató a Cotecmar la construcción de un primer OPV del diseño OPV-93C, denominado Patrullero Oceánico Colombiano (POC), que aplica la experiencia obtenida en los tres patrulleros del tipo OPV 80, pero con mayores dimensiones y capacidades, especialmente en cuanto a la capacidad para un helicóptero ligero y el despliegue de una lancha interceptora por popa, además de mayor capacidad para transporte de personal y mayor autonomía. La construcción del buque comenzó en 2023 y se espera que sea seguido por otros ejemplares de la misma clase.



Junto a estos buques se contrató la construcción del primero de dos Buques de Apoyo Logístico y Cabotaje del tipo BAL-C 6012, diseñados enteramente por Cotecmar. Es un buque de carga y cabotaje de 60 metros de eslora, 12,5 metros de manga, 1380 toneladas de desplazamiento a plena carga, capacidad para 19 tripulantes y 60 pasajeros, área de cubierta de 300 m2 con grúa de carga de 20 toneladas de capacidad y una rampa lateral para el ingreso de vehículos, además de una bodega de 40 m2 bajo cubierta.

 

Perú

El Perú actualmente está en una situación similar a la Argentina en cuanto a la obsolescencia de gran parte de su equipamiento de defensa, producto de muchos años de recortes de presupuesto y malas políticas de defensa. Así, hay muchos proyectos que están casi estancados desde hace varios años o avanzan muy lentamente, mientras que las necesidades de reemplazar equipos viejos van en aumento.

El Ejército del Perú tiene como primera necesidad el reemplazo del remanente de los 250 tanques T-55 que ya tienen 50 años de uso. Si bien se analizaron muchos modelos y se evaluaron en Perú el UralVagonZavod T-90S ruso y el Norinco MBT-2000 chino, no se llegó a la firma de ningún contrato.



Lo mismo sucede con la compra de blindados 8x8 para reemplazar a los viejos Unimog UR-416 y FIAT- Oto Melara 6614-G y 6616-H, habiéndose solicitado en 2022 propuestas por un lote de 30 unidades. En 2021 se habían evaluado los modelos ucranianos BTR-4MV1 (8x8), OTAMAN (6x6) y Kozak-2M (4x4), pero la guerra en Ucrania frenó cualquier negociación con dicho país, al igual que con Rusia. Por ahora, los modelos en estudio son el GDLS M-1126 Stryker, el Terrex II/III de ST Engineering, el PARS III de FNSS y el Arma de Otokar.

En cuanto a armas ligeras, la fuerza apunta a comprar diez mil fusiles de asalto calibre 7,62x51 mm para empezar a sustituir a los ya superados FN FAL 50-00 y 50-63, de origen belga y argentinos. Si bien hasta diez proveedores presentaron sus propuestas técnico-económicas, y también participaron con sus productos en algunas demostraciones y pruebas, no se tomó una decisión final.

La Marina de Guerra del Perú sí viene avanzando con la modernización de cuatro submarinos tipo U-209/1200 por parte del astillero SIMA, de los cuales el primero, el BAP Chipana, ya fue puesto de nuevo a flote tras el cambio de sus cuatro motores diésel y generadores eléctricos. Los trabajos en el segundo ejemplar actualmente están con bastante grado de avance.



Además del reemplazo de la planta motriz, la modernización de los cuatro submarinos incluye la instalación de una escotilla para acoplar un pequeño vehículo de rescate tipo DSRV, un nuevo sonar, así como la incorporación del Sistema Integrado de Combate “Kallpa,” desarrollado localmente, que permite fusionar los datos captados por el nuevo sonar y demás sensores con los sistemas de armas. Se suma a la modernización el cambio del periscopio por el Hensoldt Optronics SERO 250 S, que ofrece mejores niveles de amplificación de la imagen, cámara de televisión de alta definición, cámara de TV de bajo nivel de luz (LLTV) y telémetro láser.

En construcciones, avanzan los trabajos finales del segundo buque multipropósito LPD (Landing Platform Dock) de 11,300 toneladas de desplazamiento a plena carga, de la clase Makassar, bautizado BAP Paita, el cual fue botado en enero de 2023 y se suma al BAP Pisco ya en operaciones.



También se están construyendo seis patrulleras costeras clase Pativilca, de un total de diez unidades proyectadas, mientras por otro lado se construyen seis patrulleras de interdicción marítima tipo CB-90HSM de un total de 24 planeadas. Dos de ellas ya están siendo probadas y cuatro están en proceso de terminación.

Además, se prevé la adquisición de embarcaciones fluviales para combatir la minería ilegal, más la construcción de dos Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS) para apoyo a la comunidad en la cuenca amazónica.

La Marina del Perú también espera modernizar cuatro de sus fragatas clase Lupo, que son las principales unidades de la flota de superficie, mientras se va definiendo el proyecto de su reemplazo, dada la antigüedad de los buques.

Para aumentar la capacidad de protección del mar, la fuerza planea incorporar una serie tres OPV, para lo cual se han recibido ofertas de Navantia (clases Avante 1800 y 2200), Naval Group (OPV-90), Damen Group (OPV-2200), Fassmer (OPV-80MK II), Hyundai Heavy Industries (HDP-2200) e Israel Shipyards (SAAR S-80). El objetivo es tener buques con un desplazamiento de 1.500 a 2.200 toneladas, capacidad para transportar dos contenedores de 20 pies y dos botes tipo RHIB para interdicción, cubierta de vuelo y hangar para un helicóptero liviano, tripulación de 70 personas para un alcance de hasta 6.000 millas náuticas y 30 días de operaciones.

La Fuerza Aérea del Perú hoy apunta como principal programa al reemplazo de su flota de MiG-29, luego de que se frenara el programa de modernización y ante los problemas para mantener la flota, que hoy está completamente en tierra. Se han evaluado distintas alternativas, casi todas por material usado, como incorporar otro lote de Dassault Mirage 2000 o incluso apuntar a F-16 Fighting Falcon de segunda mano.

Mientras, avanza la modernización de diez Sukhoi Su-25, de los cuales ya se han entregado cuatro, con retrasos causados por falta de presupuesto, la pandemia y la guerra en Ucrania.

Con el objetivo de reemplazar a los retirados Cessna A-37B Dragonfly y Aermacchi MB-339, pero que también podría incluir un reemplazo del MiG-29, se han evaluado propuestas de aviones de combate ligero, como el KAI FA-50 y el Leonardo M346FA.



En alas rotativas, la fuerza apunta a reemplazar sus aparatos ligeros, especialmente los Bell 212, Bell 412 y MBB Bo105, habiéndose preseleccionado al Leonardo AW139, aunque no se ha firmado un contrato.

Con Leonardo también se espera poder firmar la compra por las cuatro opciones por C-27J Spartan incluidas en el contrato original por cuatro ejemplares, de manera de poder reemplazar efectivamente los Antonov An-32.

Finalmente, la fuerza planea la reconstrucción de su sistema de defensa aérea de mediano alcance, equipado con misiles rusos SA-2, hoy ya obsoletos, así como la renovación de sus radares de vigilancia.

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