Dialogamos con los directivos de Palcort Tech, una empresa colombiana que se afianza en el mercado de simuladores, como una de las principales proveedoras de la Fuerza Aérea Colombiana, y que ahora apunta al mercado internacional.
Por Santiago Rivas
En 2007, Alex Martínez y Jhon Jairo Palomino empezaron a trabajar con el objetivo de desarrollar un simulador de Cessna T-37 para la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), lo cual fue el puntapié inicial para una empresa que hoy ha alcanzado el primer nivel en calidad de simulación para América Latina, con sus últimos desarrollos, como son el simulador de Tucano y Basler AC-47 Fantasma, los cuales están próximos a inaugurarse.
Según explica Jhon, el primer trabajo fue investigar lo que era el estado del arte en simulación y las normas aeronáuticas en esta área. Luego, buscaron que los equipos que fabricaran tengan la estabilidad requerida para estar en operación 24x7. “Eso es importante, porque un simulador, lo que busca es reducir las horas de uso de las aeronaves reales. Y que su comportamiento sea muy similar para que la instrucción sea positiva. Lo otro en que nos centramos fue cómo podíamos hacer que el simulador cumpla la mayor cantidad de misiones que tiene estipuladas el cliente en el proceso de entrenamiento. Básicamente, un simulador lo que hace es representar una reducción de costos en el entrenamiento, reentrenamiento y la formación de los pilotos” explica.
Una vez que lograron integrar los sistemas y tener ya el conocimiento para desarrollar el simulador, el 26 de enero de 2011 crearon la empresa Palcort Tech en Bogotá, para poder ser proveedores de la FAC. A la par del desarrollo del simulador, comenzaron a hacer mantenimiento y modernizaciones de otros ya en servicio en la fuerza. “La tecnología va cambiando muy rápido, entonces simuladores que fueron adquiridos en el 2008, en el 2015 ya entramos a hacerles algunas modernizaciones o a aumentar su vida útil y recuperar capacidades que se habían perdido” cuenta Jhon. “Los simuladores no son baratos, pero si se proyecta el retorno de inversión en el tiempo, en un periodo de diez años, te va a salir muy económico” agrega.
Así, por ejemplo, se hizo en 2020 la integración de sistemas visuales modernos en el simulador de Super Tucano de la FAC, empleando tecnología de led. Dicha modernización ya lleva 7.000 horas de operación sin inconvenientes, cuando antes se debían cambiar las lámparas cada 700 horas, con un valor de unos 1.500 Euros cada una.
Ya en el desarrollo del simulador del T-37 empezaron a trabajar en la plataforma de movimiento, ya que en general en ese entonces eran hidráulicas y ellos decidieron hacerla eléctrica, pensando en la reducción de costos y en la contaminación auditiva. “Ahí continuamos y llegamos a lo que somos ahora, que somos una compañía mucho más grande, con un talento humano impresionante. Tenemos dos pilotos, Alex es el piloto principal en la compañía y tenemos un piloto de helicópteros, ellos están evaluando constantemente como está evolucionando la operación y la interacción del piloto con la aeronave” explica Jhon y agrega que hoy son 17 personas, más la parte administrativa que se contrata de manera externa.
El principal elemento que ya desarrollaron con el T-37 como filosofía del diseño de simuladores es el empleo de equipos que sean propios del modelo de la aeronave. Entonces, si el cliente necesita un simulador específico, se hace un relevamiento de información y le dan la posibilidad de que vuele el simulador con los equipos del avión.
Esto hace posible que el alumno aprenda la ubicación geoespacial correcta de los equipos y que su memoria muscular le permita saber dónde está ubicado cada switch sin necesidad de mirarlo. “Lo otro que permite es que todo el software, el comportamiento y la velocidad de respuesta de los elementos sea la respuesta del avión. Entonces, si usted voló 200 horas en el simulador realmente ya conoce los tiempos de respuesta de cada cosa. Como todo el software es cambiante con la evolución de las aeronaves, si el fabricante del avión dice ‘ese ya no es el software versión 1, sino que es la versión 2’, fácilmente llega al simulador, ingresa la actualización y ya tiene una versión igual a la del avión. Lo otro que permite hacer es la actualización de las radioayudas como si fuera el avión” cuenta Jhon.
En las actualizaciones ellos van guiando a los clientes para que se hagan sin inconvenientes, con un procedimiento muy claro.
Simulador de Tucano
Actualmente están en la parte final de la entrega del simulador del Embraer Tucano para la FAC, que ya voló 84 horas durante enero para que el cliente vaya conociendo su uso, y se espera que durante 2022 ya vuele mil horas. “Tiene una utilización baja al principio, pues los alumnos apenas están aprendiendo. Ese simulador es especial porque a diferencia de los simuladores que se suelen hacer en la región, exceptuando a Embraer, reúne muchas cosas del avión real con protocolos aeronáuticos. Eso quiere decir que no es solamente un simple USB que se utiliza para conectar las partes del simulador, sino que utiliza los protocolos de comunicación de las aeronaves, que son más estables y estándares para conectar equipos” cuenta Jhon y agrega que es un Flight Training Device nivel 6, homologado y calificado por un equipo de la compañía y de la FAC, en base a la normativa más exigente. Así cumplieron con los requerimientos de los pilotos, que era que el avión sirviera para entrenamiento básico, desde encender y apagar la aeronave hasta la realización de vuelos de prueba o de aceptación. Pasando en el medio por tráficos, emergencias, acrobacia, transición, etc.
Actualmente, dicho simulador está instalado en el Comando Aéreo de Combate 2 en Apiay y será oficialmente inaugurado en un mes. Alex Martínez agrega que “como empresa nos hemos caracterizado por ser lo más serios posibles con las entregas. Dejando un poco de lado esa cultura latinoamericana de las empresas de quedar mal y después justificar por qué quedaron mal. Nosotros lo entregamos diez días antes de la fecha pautada. El proceso se terminaba después de dos fases, cada una de aproximadamente un año y se entregó antes probado y volando, con un entrenamiento para los operadores”.
Por otro lado, están trabajando en el desarrollo de un simulador del Basler AC-47T Fantasma, empleando la cabina de un C-47 dado de baja, el cual esperan tener listo en abril de este año. “Esto es un proyecto que permite integrar nuevos campos de desarrollo de la industria en nuestro país y en esta región porque a diferencia de los otros simuladores que se suelen hacer que son con pantallas, este simulador va a tener un sistema colimado profesional, como el que utilizan los simuladores categoría B y va a ser hecho aquí en Colombia” explica Alex. Adicionalmente va a tener un dispositivo óptico, que es una mira para que el avión pueda disparar y hacer la entrega de armamento de acuerdo con las misiones que se hacen en la FAC.
También agrega que un plan que tienen luego es conectar los distintos simuladores para que los pilotos puedan operarlos de manera conjunta e interactuar entre ellos, incluyendo simuladores de otros proveedores. “Esto trayendo los conceptos de simuladores tanto de la OTAN como de la USAF, teniendo en cuenta que para el desarrollo de misiones es mejor conectar los simuladores que llevar los aviones. Es mucho más económico y permite que los pilotos queden mucho más entrenados. Entonces la idea es que la FAC de el siguiente paso, no solamente teniendo en cuenta la gran cantidad de simuladores que tiene, sino que su industria le permita a la fuerza utilizar aviones con hardware real, con cabinas reales o simulaciones con una réplica exacta de la aeronave siendo simulada aerodinámicamente, y aparte conectarlas para que las tripulaciones puedan entrenar el tema de interoperabilidad” agrega.
Por otro lado, están avanzando en el desarrollo de simuladores para UAV, colaborando con la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana (CIAC), para sus aeronaves Quimbaya y Coellum, que están siendo producidas en Colombia.
Hacia el mundo
Con esta entrega Palcort Tech plantea ahora salir a trabajar en el resto de América Latina, colaborando con compañías locales para ofrecer sus equipos a las fuerzas aéreas y empresas de la región. “Consideramos que podríamos iniciar procesos de colaboración con compañías locales para poder trabajar en conjunto y, si se le va a comprar a otros países ¿por qué no hacerlo con países de la región?” dice Jhon.
Así, por ejemplo, apuntan a ofrecer el simulador de Tucano para otros países de América Latina y tienen mucho interés en poder plantearlo para la Argentina como parte del proceso de modernización de los aviones que está llevando adelante Redimec, adaptando el simulador colombiano a los equipos de los aviones de la Fuerza Aérea Argentina. La posibilidad de trabajar en red lo ven como un valor adicional, pensando no solo en trabajar con otros simuladores locales, sino que se puede plantear para interconectarlos con simuladores de otros países. “Nuestra intención es ofrecer a otros países lo mismo que hicimos en Colombia y poder brindarnos entre todos acceso a protocolos y a comunicación, que realmente es estándar y no necesariamente implica fugas de información” agrega Alex.
Consultado sobre la posibilidad de ofrecer el simulador de Tucano a la Argentina, Alex destaca que “lo ideal sería que los equipos principales, los que tienen más carga en la cabina, sean equipos originales. Y lo que nosotros proponemos es hacer una alianza de compañías para poder desarrollar el simulador. Ellos el tema del hardware, la cabina, y nosotros la interacción, la aerodinámica, el modelo de vuelo y demás información que necesitan. Eso trae como ventaja que el tiempo de desarrollo es más corto y los costos serían mucho menores”. Esto, explica Alex, permitiría, por ejemplo, que con la entrega del primer avión modernizado ya esté listo el simulador, “y ese proceso no sea tan doloroso como en Colombia, que cuando modernizaron demoraron cinco años volando y al quinto año llega el simulador”.
Otros equipos
Además de simuladores, Palcort Tech también tiene un área de partes aeronáuticas, proveyendo de componentes para reemplazar obsolescencias, tanto con desarrollos propios como con productos de estantería.
“Dentro de esa área empezamos con el desarrollo de un equipo para grabar datos en vuelo, el cual es nuestro producto estrella en cuanto a esta parte” explica Jhon, y cuenta que “ese equipo se encarga de grabar datos en las aeronaves que no pueden tener un sistema de grabación de datos o caja negra, sea porque son antiguas o porque no lo requiere la norma. Es un equipo no invasivo, no se va a conectar a los instrumentos del avión, sino que tiene sus propios sensores y de la aeronave solo toma la energía y la caja de audio, para grabar todo lo que hablen los pilotos entre ellos como por radio. Desarrollamos un software que toma esa información, la analiza e informa de eventos ocurridos y en qué momento ocurrieron. Entonces podemos tener unas prácticas de vuelo más seguras. Entonces, si tuvo un aterrizaje fuerte, si tuvo vibraciones en vuelo, si excedió los parámetros permitidos por el fabricante. En total nosotsos evaluamos 53 eventos. Y todo eso alineado con un programa de aseguramiento de la calidad de vuelo. Ya tenemos vendidos 57 y los primeros llevan volando 4 años. El anteaño pasado iniciamos el proceso de certificación de este equipo ante la autoridad a nivel nacional, en aras de que hay reconocimientos institucionales con diferentes países y que este equipo se pueda homologar a otras regiones del mundo”.
Si bien no está aún certificado como “caja negra”, dentro del proceso de certificación fueron cumpliendo pasos, el primero de los cuales era que sea un producto seguro para volar, lo que se logró ya que se hizo bajo estándares militares. “No nos han entregado el certificado, porque está en revisión documental, pero ya se ha aprobado” cuenta Alex. El segundo paso fue evaluar la resistencia del cilindro interno que protege la información, para temperaturas hasta 900 grados, impactos, aplastamiento, inmersión en agua, etc., lo cual está en proceso de certificación. “En este momento, aunque no han sido siniestros, han servido para analizar eventos que han sucedido y han permitido aclarar la situación. Pilotos que se declaran en emergencia y cuando aterrizan dan su versión, se recopila la información, se hace todo el trazado y se dice ‘ustedes hicieron esto mal…’. Esa es la idea del equipo, ser proactivos para que cada día volar sea más seguro” culmina Alex.