Ucrania hunde a Rusia en una crisis de su sector energético
- Ignacio Montes de Oca
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Por Ignacio Montes de Oca
Ucrania sumergió a Rusia en una crisis profunda con sus drones sancionadores. Desde junio la campaña de ataques se hizo más eficiente y la crisis de desabastecimiento se extendió a todo el territorio ruso. Vamos a revisar cifras y hechos.
Hasta el 31 de diciembre de 2024, los ataques ucranianos ya habían causado una pérdida de capacidad de refinado ruso de 41,1 millones de toneladas métricas. Esos 1 a 1,2 millones de barriles por día (bpd) que dejaron de procesarse representaban un 13% del total de la producción. Desde enero los ataques se intensificaron. Veamos la cronología de los blancos principales. En enero fue alcanzada la refinería de Kstovo en Nizhny Novgorod que produce 15 millones de toneladas anuales de refinados. En febrero la de Lukoil en Volgogrado que produce 13,5 millones. También en febrero fue alcanzada la refineria de Saratov que produce 7 millones de barriles anuales y en marzo la de Kirishi en Leningradi que produce 20 millones. Hablamos de los mayores ataques, para verlos todos dejo un enlace con mas detalles:
En julio le tocó el turno a la de Ilsky en Krasnodar que produce 3 millones y llegó agosto que fue un mes muy sancionador, con ataques en las refinerías de Novokuibyshevsk (3 millones anuales), la planta de Rosneft en Ryazan (17,1 millones), la de Saratov (7 millones), la de Syrzan en Samara (8,5 millones), la de Tuaspe en Krasnodar (16 millones), Afipsky también en Krasnodar (7,2 millones), Novokuibyshevsk en Samara (8,3 millones), la refinería de Omsk (18 millones), la de Lukoil en Volgogrado (13,5 millones), la de Novoshakhtinsk en Rostov (12 millones) otra vez la de Afipsky en Krasnodar y nuevos golpes a la de Syzran en Samara. Llegó septiembre y la lista se engrosó con mas ataques a la planta de Rosfnet en Ryazán, a la de Gazprin en Bashkortostán (10 millones).
También en septiembre fue alcanzada nuevamente la refinería de Kirishi en Leningrado, la de Bashneft en Bashkortostán (12 millones) y reforzadas las sanciones en las plantas de Saratov y de Syzran en Samara. En total, se redujo entre un 17% y un 20% adicional el refinado.

Este listado muestra los ataques principales sin contar los que alcanzaron a depósitos de combustible, oleoductos y medios de transporte de combustible. Si se atacó a una refinería más de una vez es para asegurar que fuera debidamente sancionada con un alto en la producción.
Vamos a los efectos más profundos. Es difícil hacer una estimación del daño total, pero las cifras varían desde el 26% al 32% según la fuente. Pero hay formas indirectas de medirlo a partir del precio del combustible en el mercado ruso y su disponibilidad. Los precios de la gasolina AI 95, la más consumida, subió entre un 17% y un 20% según la zona. El diésel tuvo un aumento del 15% al 18%. En regiones del sudoeste como Krasnodar y Rostov los aumentos fueron mayores y en la Crimea ocupada aún más por la ausencia de oferta. Putin se vio obligado a suspender hasta diciembre las exportaciones de gasolina y diésel para abastecer al mercado interno. La mayor demanda estacional por la época de cosecha y el consumo en el frente por el aumento de la fuerza militar contribuyeron a que se tome esa decisión.

El impacto en el corte de las exportaciones es grande. Rusia es uno de los mayores exportadores mundiales de diésel. En 2023 llegó a vender 35 millones de toneladas. La restricción implica perder un ingreso de entre U$S 3.000/3.500 millones de dólares o 180.000 barriles diarios. Esa pérdida de ingresos explica a su vez la otra parte del aumento en el precio interno del combustible, porque el gobierno ruso incrementó en un 6% en abril y de un 16% en julio de las tasas indirectas sobre su consumo. Y otro poco contribuye el alza del IVA del 20% al 22%.
Esa situación se volvió aún más crítica porque el precio del crudo sin refinar cayó en un 20% en los últimos meses por el derrumbe a U$S 55/60 por barril debido a los ataques y las amenazas de mayores sanciones. Ese ingreso representa el 25/30% del presupuesto federal ruso. Es decir que además de perder ingresos por no poder exportar refinados, pierde también divisas por la menor rentabilidad de las exportaciones de crudo sin refinar, por más que haya mantenido los volúmenes de envíos a China en India, sus principales clientes externos. Esto es otro problema porque a causa de la guerra que consume cerca del 40% del presupuesto estatal, no tiene excedentes de dinero para importar combustibles y combatir la escasez. O debería pagar un sobreprecio de hasta el 40% para poder importarlo debido al riesgo de sanciones.

Todo contribuye además a que su déficit central siga creciendo. En los primeros siete meses de 2025 acumuló U$S 61.400 millones y puede acelerarse por el corte de exportaciones de refinados, la ganancia menor en la venta de crudo y el mayor gasto militar. Mal momento para Putin.
La falta de combustible se agudiza en algunas zonas de Rusia y eso implica informar a la población que la guerra toca la puerta de sus hogares. O de sus automóviles. Incluso zonas como Moscú y San Peteresburgo, que Putin protegió de sus efectos, sienten las sanciones ucranianas. Se espera que el impacto sea mayor porque la escasez y el aumento en los precios de los combustibles puede contribuir a sumar entre un 2% y un 3% al índice de inflación. Y otro 1% al 2% por el aumento de costos logísticos y de producción. Esto puede trastocar la baja de agosto. Se le debe sumar el impacto de la decisión de la Unión Europea de terminar con las excepciones otorgadas a Hungría y Eslovaquia para que compren petróleo y gas ruso y avisar que le impondrá aranceles a sus compras. Si logra frenar esas compras, le restarían otros U$S 8.100 millones.

Para terminar, hay otro problema asociado en los ataques a las refinerías. Rusia es el segundo exportador mundial de crudo, pero al reducirse el envío a las plantas de refinado tiene otro problema adicional en su capacidad de almacenaje, que es limitada y está a límite.
Para explicarlo de un modo sencillo: Rusia extrae grandes cantidades de crudo a diario, pero debe ir enviando esa producción porque puede almacenarla hasta cierto punto. Con las refinerías frenadas en parte tiene sus depósitos a tope desde hace meses y eso es un problema. Putin tiene petróleo de sobra, pero le desborda el barril. Eso implica revisar las cifras de producción porque ya no hay espacio para guardarlo y las perspectivas de exportación no son las mejores. Y ese excedente empuja el precio global hacia abajo y arrastra sus ingresos.
Mientras tanto, Ucrania percibe que sus ataques están teniendo un efecto profundo y sigue su campaña sin interferencias, porque sus drones son de producción nacional y no necesitan de permisos para ser lanzados. Y con el tiempo mejora el alcance y precisión de sus dispositivos.

Algunos de los nuevos drones como los AN-196 Liutyi, la nueva versión del UJ 26 con un alcance de 2.000 km y el FP-5 Flamingo, capaz de llegar a blancos a 3.000 km son parte del arsenal dedicado a sancionar a las refinerías rusas. Putin sabe que no tiene defensas efectivas.
De este modo, ordenando la secuencia y los datos es posible entender lo que sucede en Rusia y el impacto de la ofensiva ucraniana que, en lugar de concentrarse en atacar blancos civiles, busca debilitar a su enemigo golpeándolo en su economía y en su ambiente interno. De allí que Putin haya decidido vender que además de Ucrania debe hacerle frente a un enemigo más grande forzando la hostilidad europea por medio de incursiones de drones y aviones de combate. Huele a temor y algo de desesperación. A todo menos a combustible.
PS: la guerra es un fenómeno político. Si solo se mira el frente puede tenerse una impresión equivocada de lo que realmente sucede con la guerra iniciada por Putin en 2014 y continuada en 2022. Vade retro "expertos". La retaguardia rusa es un desastre y Ucrania es la responsable
Me olvidé del factor geoestratego. El combustible representa el 20% al 25% del consumo en la calefacción de las regiones rurales, en particular en las zonas más frías como Siberia, en donde además la electricidad es generada en un 10% por usinas diésel o de gas.
Va de recuerdo este video de Gazprom de 2022: