Se realizó en Brasil la mayor feria de Defensa de América Latina, con una muy pobre presencia argentina, que dejó en evidencia el contraste entre un país donde su economía y su sociedad se benefician del sector, con otro que lo ha dejado de lado.
La mayor feria de la industria de defensa en América Latina, LAAD, tuvo lugar en Rio de Janeiro durante la última semana. Contó con la participaron 192 delegaciones, provenientes de 71 países y fue el marco en el que, sobre todo, se destacó la Base Industrial de Defensa del anfitrión, que es hoy un pilar de su economía.
La Argentina contó con un pabellón muy reducido, en un lugar poco visitado de la feria y sin anuncios sobre nuevos productos. “Esto demuestra el total desinterés que tiene el actual gobierno en materia de defensa”, sostuvo Santiago Lucero Torres, Presidente del Foro Argentino de Defensa (FAD), y destacó: “Brasil empezó a desarrollar su defensa muchos años después que nosotros y recién en la década del 60’ comenzó a hacerse fuerte, inspirados en parte en empresas como Fadea, la que este gobierno ha puesto en manos totalmente incompetentes”.
Mientras que en Brasil la participación de la industria de defensa ronda el 5% del PBI, en la Argentina es insignificante. “Hasta la década del 80’ nuestro país llegó a ser una potencia regional generando empleo genuino en las distintas fábricas que teníamos y aprovechando nuestra ‘materia gris’ que fue y es un diferenciador”, destacó Lucero Torres y resaltó que “Brasil, en 50 años, pudo desarrollar una industria que exporta a más de 150 países, con una historia de innovación, excelencia tecnológica y compromiso para satisfacer clientes en todo el mundo”.
Hasta los años 80’ la Argentina fabricaba tanques y otros vehículos militares, buques de guerra, aviones y muchos otros productos e insumos. Hoy, apenas logra entregar pocas cantidades de productos, de menor complejidad y en plazos sumamente largos.
Brasil, mientras tanto, ya cuenta con 1110 empresas con productos de defensa, de las cuales 132 son consideradas estratégicas, con exportaciones que, según el año, varían entre 2000 y 5000 millones de dólares. Se calcula que, por cada real en ventas al mercado interno, cuatro se logran en exportaciones, según la Associação Brasileira das Indústrias de Materiais de Defesa e Segurança (ABIMDE).
Por otro lado, Lucero Torres destacó: “Necesitamos una mirada a largo plazo para poder volver a ser un jugador respetable en esta industria estratégica. Es mucho lo que se pierde por poner a manos inoperantes a un sector clave para el desarrollo de nuestro país” y agregó: “El próximo gobierno deberá encender la luz y revisar cada centavo gastado en estos cuatro años y cada proyecto financiado con el FONDEF, porque la simulación de que hacen cosas es otra práctica que debemos erradicar”.
Durante la inauguración de la feria en Brasil, fue el propio ministro de defensa de dicho país, José Mucio Monteiro Filho, quien destacó que “la base industrial de defensa emplea actualmente a cerca de 2,9 millones de personas en Brasil, con 1,6 millones de empleos directos y 1,3 millones de empleos indirectos”, lo cual significa casi un 3% de la fuerza laboral de Brasil. Además, es una industria de alto valor agregado, que demanda empleos de alta calificación y genera tecnologías que luego se vuelvan al sector civil.
“Mientras Brasil tiene como objetivo a mediano plazo aumentar las inversiones en defensa para el crecimiento de su industria, Argentina se encuentra en caída libre. Ahora somos nosotros los que debemos inspirarnos en ellos, en sus buenas prácticas y profundizar la cooperación en todos los campos”, destacó Lucero Torres.
Además, el Presidente del FAD sostuvo: “Aún tenemos mucha capacidad y talento, solo falta la decisión política para darle al sector la importancia que los países más desarrollados del mundo le dan. No podemos seguir rifando semejante sector estratégico para el desarrollo poniéndolo en manos de lo más inoperante de la política” y resaltó: “Idoneidad, profesionalismo y acuerdo político para una visión de largo plazo serán la clave para dar vuelta la página”.
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