La Fuerza Aeroespacial Colombiana realizó junto a la USAF los ejercicios Ángel de los Andes y Relámpago VIII, en la segunda mitad del mes de agosto y hasta el 1º de septiembre, ambos llevados a cabo en la Base Aérea de Palanquero, sede del Comando Aéreo de Combate No 1 (CACOM-1), ubicado en Puerto Salgar, Cundinamarca. Los ejercicios tienen como objetivo reforzar las capacidades interoperables y el nivel de pericia de las tripulaciones durante el desarrollo de operaciones militares aéreas supervisadas bajo estándares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte-OTAN.
En el transcurso de más de dos semanas, en Ángel de los Andes, se realizaron misiones de simulación de rescate en combate, búsqueda y salvamento en condiciones climáticas de 38 grados, con escenarios naturales característicos de la geografía colombiana, evaluando la inmediatez y capacidad de respuesta de los equipos participantes: El 23rd Special Tactics Squadron (23rd STS) de la USAF, personal de la US Coast Guard y el Grupo de Operaciones Especiales Aéreas (GROEA) de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, quienes reafirmaron el lema que los caracteriza "lo más cercano de crear una vida, es salvarla”.
Durante este entrenamiento, por el lado de Estados Unidos participaron aeronaves Boeing F-15C Eagle del 159th Fighter Squadron de la 125th Fighter Wing de la Guardia Nacional de Florida, apoyados por reabastecedores Boeing KC-135R Stratotanker y transportes Boeing C-17 Globemaster la USAF y helicópteros Boeing Vertol CH-47F Chinook y UH-60A+ Black Hawk del 238th Aviation Regiment de la South Carolina Army National Guard.
Por el lado colombiano lo hicieron los Airbus C-295 del Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM), Embraer A-29B Super Tucano del Escuadrón de Combate 312 del CACOM-3, Basler AC-47 Fantasma del Escuadrón de Combate Táctico 113 e IAI Kfir C-10 del Escuadrón 111 del CACOM-1 y helicópteros UH-60L Ángel y AH-60L Arpía de los Escuadrónes 511, 512 y 513 del CACOM-5.
Por su parte, en el ejercicio Relámpago VIII que va de la mano con Ángel de los Andes y que tiene como objetivo fortalecer la seguridad hemisférica y la estabilidad regional, mediante el trabajo conjunto entre las fuerzas de ambos países; se realizaron diferentes tipos de operaciones aire-aire y aire-superficie para ajustar procedimientos en operaciones combinadas, entrenar a las tripulaciones de ambos países en la operación junto a aviones de distinto tipo, mejorar las tácticas en los distintos tipos de misiones y mejorar la confianza mutua entre ambas fuerzas.
Estas dos experiencias operacionales, pretenden proyectar y elevar desde el ámbito doctrinario la capacidad de entrenamiento de las fuerzas participantes, para cuando sean requeridos en un momento real, puedan llevar adelante con total pericia y de manera oportuna lo aprendido.
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