Conflicto India – Pakistán, un análisis
- Jorge Robles Mella
- 2 jun
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Por Jorge Robles Mella, Director Ejecutivo del Centro de Estudios Estratégicos y Aeroespaciales de la Fuerza Aérea de Chile.
Contexto histórico
Sin lugar a duda que el conflicto histórico entre India y Pakistán es uno de los más antiguos y complejos del mundo reciente, donde sus orígenes se remontan a la partición de la India en el año 1947. Debemos recordar que, durante la era colonial británica, la India estaba unida bajo un solo gobierno, sin embargo, las tensiones religiosas y culturales entre hindúes y musulmanes llevaron a la demanda de una patria separada para los musulmanes, lo que resultó en la creación de Pakistán como un estado independiente de mayoría musulmana.
Sin embargo, la partición fue el inicio de una crisis permanente entre ambos estados, acompañada de violencia y profundas heridas. El estado de Pakistán quedo dividido en dos, lo que a la larga ocasionaría una guerra civil, un conflicto permanente entre India y Pakistán y producto de una de las crisis entre ellos, terminó con la independencia de Bangladesh.
Tras la descolonización británica, India y Pakistán han estado involucrados en varios conflictos, principalmente por la región de Cachemira, territorio en disputa situado en la frontera entre ellos. Tanto India como Pakistán reclaman dicha región en su totalidad, pero controlan solo partes de ella. Lo anterior ha llevado a una serie de guerras y enfrentamientos militares a lo largo de los años, lo que ha generado un ambiente de desconfianza y hostilidad entre los dos países.
Asimismo, existen otros temas que han aumentado las tensiones entre India y Pakistán, que incluyen el terrorismo y el apoyo mutuo a grupos insurgentes en el territorio del otro. India ha acusado repetidamente a Pakistán de patrocinar actos de terrorismo en su territorio, mientras que Pakistán por su parte ha argumentado que India está involucrada en actividades subversivas en Baluchistán y otras regiones de Pakistán. Estas acusaciones, han llevado a mantener una crisis permanente y a una mayor militarización de la región, lo que ha exacerbado aún más las tensiones geopolíticas de la zona.

Un conflicto permanente
El conflicto histórico entre India y Pakistán ha llevado a varias guerras entre las que se pueden señalar:
1.- Primera guerra, entre los años 1947-1948. Pocos meses después de la partición, estalló la primera guerra entre India y Pakistán. Las fuerzas indias y paquistaníes se enfrentaron en Cachemira, con la intervención de tribus de Cachemira respaldadas por Pakistán. La guerra terminó con un alto al fuego que fue mediado por la ONU, donde Cachemira fue dividida entre India (que controla Jammu y Cachemira) y Pakistán (que controla Azad Cachemira y Gilgit-Baltistán) y la creación de una línea de control que divide Cachemira en dos partes.

2.- Segunda guerra del año 1965. Ese año Pakistán lanzó la "Operación Gibraltar" para infiltrar soldados disfrazados de insurgentes iniciándose una guerra que se intensificó rápidamente. Ambos países utilizaron fuerzas terrestres, aéreas y navales en una serie de enfrentamientos. La guerra terminó con un alto el fuego bajo mediación de la ONU y la firma del Acuerdo de Tashkent, sin cambios territoriales significativos.
3.- Tercera guerra del año 1971. Esta guerra fue un punto de inflexión en la historia del conflicto, con resultados muy profundos. Esta guerra estalló entre India y Pakistán debido a la lucha por la independencia de Bangladesh (entonces conocido como Pakistán Oriental). India apoyó a los rebeldes de Bangladesh, lo que llevó a una escalada del conflicto en el ámbito militar. Las fuerzas indias capturaron Daca, la capital de Pakistán Oriental, y Pakistán se rindió. Lo anterior resultó en la creación de Bangladesh como un estado independiente.

4.- Cuarta guerra del año 1999. Este enfrentamiento militar conocido como la Guerra de Kargil, tuvo lugar en la región de Cachemira. Se desarrolló entre mayo y julio de 1999, cuando fuerzas pakistaníes y militantes infiltrados ocuparon posiciones estratégicas en el distrito de Kargil, dentro del territorio controlado por India. La guerra comenzó cuando tropas pakistaníes, junto con combatientes irregulares, cruzaron la Línea de Control y se establecieron en posiciones elevadas, lo que les dio ventaja táctica sobre el ejército indio. India respondió con una ofensiva militar masiva para recuperar el territorio, utilizando artillería pesada y ataques aéreos.
Finalmente, bajo presión internacional, Pakistán retiró sus tropas, y el conflicto terminó con la victoria de India. La Guerra de Kargil fue muy significativa porque ocurrió poco después de que ambos países se convirtieran en potencias nucleares, lo que aumentó la preocupación global sobre una posible escalada nuclear.
Con posterioridad a la cuarta guerra, se han presentado diversos eventos de crisis entre India y Pakistán, continuado en forma permanente la disputa por la región de Cachemira, lo que sigue siendo el principal foco de tensión. Es así que se han presentado numerosos enfrentamientos fronterizos y ataques terroristas entre los cuales se pueden señalar:
a) Incidente de Uri en el año 2016 donde se produjo un ataque terrorista contra una base militar india en Uri, cerca de la Línea de Control. Dicha situación dejó 19 soldados indios muertos. La India respondió con ataques muy específicos contra presuntos campamentos terroristas en Pakistán.
b) Crisis de Pulwama-Balakot en el año 2019, donde se efectuó un atentado suicida en Pulwama, el cual mató a 40 miembros de las fuerzas de seguridad indias. India respondió con ataques aéreos en Balakot, dentro de Pakistán, lo que llevó a combates aéreos entre ambos países sin un mayor incremento de la crisis.
c) Enfrentamientos en la Línea de Control: se debe considerar que han existido múltiples enfrentamientos menores entre las fuerzas indias y pakistaníes a lo largo de la frontera en Cachemira, con intercambios de fuego de artillería y bajas en ambos lados, sin llegar a un aumento de la crisis. Asimismo, se pueden mencionar que desde el año 2008 se han efectuado más de 100 ataques terroristas contra la India por parte de Pakistán.
En resumen, la historia del conflicto entre India y Pakistán es muy compleja y llena de altibajos en su relación vecinal. Desde la partición en 1947, en las guerras que se han presentado y en la crisis constante en Cachemira, se observa que ambos países han luchado por mantener o incrementar su posición territorial en la región en disputa y a raíz de esto han experimentado una serie de desafíos en su relación. Aunque han existido los esfuerzos de paz, la resolución del conflicto sigue siendo esquiva hasta el día de hoy, hecho que ha sido acompañado de constantes ataques terroristas.
Aumento de la capacidad nuclear
Tal como se mencionó anteriormente, y a pesar de las numerosas guerras y crisis entre India y Pakistán, se han llevado a cabo cumbres y diálogos de alto nivel, pero hasta ahora no se ha logrado un avance significativo en la resolución del conflicto. En forma paralela, ambos países han desarrollado una capacidad de ataque nuclear incrementando con los años sus inventarios de armas atómicas contando hoy en día, ambos países, con la capacidad de destruirse mutuamente varias veces.
India se convirtió en una potencia nuclear en 1974, cuando realizó su primera prueba nuclear, llamada Smiling Buddha (Buda Sonriente). Lo anterior fue descrito en aquella oportunidad como una "explosión nuclear pacífica", demostrando la capacidad de la India sin declarar abiertamente la militarización. Posteriormente, en 1998, llevó a cabo una serie de pruebas nucleares bajo la operación Shakti, consolidando su estatus como estado con armas nucleares.

Por otro lado, Pakistán comenzó su programa nuclear en la década de 1970, en respuesta a la prueba nuclear de India en 1974. La crisis de Brasstacks de 1987 con Pakistán y el surgimiento del programa nuclear de Pakistán aceleraron aún más los esfuerzos de la India. En 1989, el primer ministro Rajiv Gandhi autorizó la militarización, y es probable que la India completara las ojivas nucleares en 1994. Posteriormente, en el año 1998, Pakistán realizó sus propias pruebas nucleares, conocidas como Chagai-I, estableciéndose como una potencia nuclear.
Se debe considerar que el reconocimiento de un país como potencia nuclear no está formalmente designado por una única entidad, pero el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) reconoce cinco estados con armas nucleares: EE. UU., Rusia, China, Reino Unido y Francia. India y Pakistán, por ende, poseen una capacidad nuclear, la cual es ampliamente reconocida por la comunidad internacional, lo que produce preocupación por sus constantes crisis.
La India tiene aproximadamente 164 ojivas nucleares y tiene capacidad nuclear terrestre, marítima y de lanzamiento aéreo. El estado había declarado una política de no primer uso, lo que significa que han prometido nunca usar armas nucleares primero en un conflicto. Sin embargo, a partir de agosto de 2019, India dijo que estaba reconsiderando esta política.
A partir de 2024, Pakistán tiene aproximadamente 170 ojivas y continúa expandiendo y modernizando gradualmente su arsenal nuclear.
Ambas naciones desarrollaron capacidades nucleares fuera del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), enfrentando sanciones internacionales que luego fueron levantadas para India debido a asociaciones estratégicas con Estados Unidos y otros estados. Finalmente se debe considerar que el programa de la India fue impulsado inicialmente por la amenaza de China, con Pakistán como foco secundario, mientras que los esfuerzos de Pakistán estaban singularmente dirigidos a contrarrestar a la India.
2025, una nueva crisis
Considerando lo anteriormente señalado, India y Pakistán están en una crisis permanente. Así podemos observar que se encuentran en un proceso continuo de mantener sus capacidades de defensa acordes a la tecnología y a la amenaza que cada uno observa.
Por ejemplo, India es el segundo mayor importador de armas después de Ucrania, según un informe del “Stockholm International Peace Research Institute” (SIPRI) sobre las compras de armamento de India y Pakistán destaca que India fue el segundo mayor importador de armas en el mundo entre 2020 y 2024, con un 8.3% de las importaciones globales.
Así, las tensiones de la India con China y Pakistán impulsan en gran medida sus importaciones de armas, que ahora se están desplazando cada vez más hacia los proveedores occidentales. Por lo anterior, la India está cambiando sus relaciones de suministro de armas hacia proveedores occidentales, sobre todo Francia, Israel y Estados Unidos.
Con lo anterior, nos encontramos que India es el principal cliente de armas para Francia, Israel y Rusia, considerando que las exportaciones aproximadas de Francia son de un 30%, las de Israel de un 34%, y las de Rusia de un 38% de sus respectivas exportaciones de armas a nivel global.
Por otro lado, Pakistán es uno de los principales receptores de las armas exportadas por China.
El desarrollo de las capacidades militares de ambos países es bastante significativo en los últimos años, tanto por la cantidad de sus medios como la tecnología de ellos.
Para el caso de la India: aviones Rafale, misiles MICA, submarinos Scorpéne, misiles antiaéreos Barak-8, misiles antibuque Spike, drones Heron y Hermes, entre otros medios.
En el caso de Pakistán: aviones JF-17, misiles PL-15, tanques VT-4, fragatas tipo 54, submarinos Hangor, entre otros.
En relación con sus medios aéreos la Fuerza Aérea de India, está clasificada en cuarto lugar a nivel mundial según el Índice de potencia de fuego global de 2025, con más de 2.200 aviones, incluidos 513 cazas.

La Fuerza Aérea de Pakistán (PAF) ocupa el séptimo lugar entre las fuerzas aéreas más poderosas del mundo aproximadamente, con aproximadamente 1.400 aviones, incluidos 328 cazas.

Así llegó el 22 de abril del presente año, día en el cual se registró un gran atentado en territorio administrado por India en Cachemira, él que cobró la vida de 26 civiles. Aunque ninguna organización se atribuyó formalmente la autoría, el gobierno indio responsabilizó a elementos vinculados a Pakistán, lo que este último país rechazó categóricamente. Esta acusación se realizó en un contexto de mucha presión donde India comenzó a preparar una respuesta militar.
Con lo anterior, en la madrugada del 7 de mayo de 2025, la India lanzó la “Operación Sindoor”, una ofensiva militar con misiles y bombardeos dirigidos a nueve supuestas bases terroristas en territorio paquistaní y la región de Cachemira, bajo control de Pakistán. Según el gobierno indio, el objetivo era: “desmantelar infraestructuras desde las que se habrían orquestado ataques recientes contra civiles indios”, en la zona de Pahalgam del pasado 22 de abril.
Las autoridades indias han confirmado que la operación fue “precisa”, evitando instalaciones militares y priorizando objetivos vinculados al terrorismo. Sin embargo, Pakistán denuncia que los misiles impactaron en zonas civiles, incluyendo mezquitas, y reporta decenas de muertos y heridos, entre ellos mujeres y niños. El ataque se produjo tras varios días de tensión, con acusaciones cruzadas con aumento de las hostilidades y el cierre de fronteras, agravando una relación históricamente de conflicto en especial, con dos estados con capacidad nuclear.

La reacción de Islamabad no se hizo esperar, fue así como el gobierno paquistaní calificó el ataque como “un acto de guerra flagrante y no provocado” y prometiendo responder en el momento y lugar que considere adecuado. Asimismo, el primer ministro Shehbaz Sharif convocó de urgencia al Comité de Seguridad Nacional, declarando el estado de emergencia en Punjab y aumentando la alerta máxima a hospitales y servicios de emergencia. De igual manera, Pakistán aseguró haber derribado varios aviones indios en represalia, dentro de los cuales se encontrarían aviones Rafale de la India.
Por lo anterior, y habiendo transcurrido menos de tres semanas desde el inicio de las operaciones militares, aun no se cuenta con la suficiente información para poder efectuar un estudio más profundo de ellas. Sin embargo, en dicha información se encuentran algunas consideraciones, que permiten deducir algunos elementos importantes.
Se debe recordar que las operaciones militares efectuadas hasta el momento se han centrado solo en el medio aéreo con ataque de misiles, drones y misiles tierra-aire a objetivos muy específicos. Asimismo, se pudo comprobar el uso de misiles PL-10 y PL-15 en los aviones JF-17 de la FAP. El misil PL-15 es un misil de procedencia China, de largo alcance. el cual es guido por un radar activo, en su versión de exportación se estima puede alcanzar los 145 km (en su versión no exportable supera los 200 km) siendo un misil con capacidad BVR con una velocidad superior a Mach 4.
Se debe considerar que India se demoró casi dos semanas en iniciar esta operación, lo que le permitió a Pakistán tener tiempo para preparar su defensa como para su reacción con nuevas variables producto de su actual capacidad de defensa, lo que obligó a la India considerar nuevas variables en el empleo de los medios.
Algunas experiencias de la crisis y de las operaciones efectuadas hasta el momento son:
· Uso de tecnología avanzada: Pakistán ha demostrado una creciente sofisticación en su sistema defensivo, utilizando misiles aire-aire PL-15 de origen chino para interceptar aeronaves indias.
· Cambio en la doctrina militar india: Este país efectuó la práctica de ataques transfronterizos directos y específicos con el menor daño colateral, ampliando así su estrategia de disuasión sin activar la amenaza nuclear. Sin embargo y considerando la respuesta de Pakistán y el derribo de aviones de primera línea, efectuó una rápida verificación de su doctrina de empleo.
· Sistema de defensa de India: La India desplegó un eficiente sistema de defensa aérea altamente sofisticada en la respuesta de Pakistán en 2025, en especial una red integrada contra sistemas autónomos, logrando interceptar y derribar centenares de drones.
· Impacto geopolítico: China ha jugado un papel clave como proveedor de armamento a Pakistán, mientras que EE.UU. está siendo un actor importante en detener el conflicto actual.
· Reacción internacional: se centró inicialmente en la posibilidad de una guerra nuclear, la que fue bajando en su percepción, ya que es una preocupación comprensible cuando empeora la violencia entre Estados con armas nucleares.
Conclusión
Pakistán e India continuarán sosteniendo que sus capacidades nucleares son para la disuasión. A estas alturas, ambos gobiernos están utilizando una retórica que indica su voluntad de seguir intercambiando ataques aéreos y fuego de artillería. En otras palabras, mostrar confianza en que la otra parte está, y seguirá estando, disuadida desde la perspectiva del empleo de armas nucleares. Es probable que este sea el caso a corto plazo, pero también será importante que los gobiernos de Nueva Delhi e Islamabad aprovechen la oportunidad que brinda la disuasión para iniciar un diálogo sobre cómo detener el ciclo de violencia.

Gran parte del mundo se centra, con razón, en las terribles consecuencias que podría tener una guerra nuclear entre Pakistán e India, por lo que se hace necesario buscar un terreno común en el que esas preocupaciones mutuas conduzcan a un camino que disminuya el conflicto.
En conclusión, el conflicto entre India y Pakistán es y continuará siendo un tema complejo y arraigado que ha causado una gran cantidad de sufrimiento y tensiones en la región por años. La disputa por Cachemira, las diferencias religiosas y políticas, y los numerosos incidentes violentos a lo largo del tiempo han mantenido el conflicto vivo. A pesar de los esfuerzos de mediación y diplomacia, la situación actual sigue siendo inestable y no se vislumbra una solución definitiva en el horizonte. Es un conflicto que requiere de un enfoque continuo y una búsqueda de soluciones pacíficas para lograr una estabilidad duradera en la región
Bibliografía