La próxima entrada a Río de Janeiro de dos buques de la Armada Iraní, que están desde el mes de enero merodeando en aguas del Atlántico Sur, genera una importante molestia en el gobierno estadounidense, así como en algunos otros estados occidentales. La presencia de los buques en el Estrecho de Magallanes, así como su posible cruce del Canal de Panamá destaca también la necesidad de proteger dichos pasos marítimos.
Por João Paulo Moralez
En 1903, el entonces presidente de Brasil Rodrigues Alves firmó con Mozafar Adim Shah Cajar, líder del Imperio Cajar (actual Irán), el Tratado de Amistad y Comercio. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, celebrar el 120 aniversario de la relación entre los países es la razón por la cual el gobierno brasileño autorizó el atraque de dos buques de la Armada Iraní que se dirigen al Canal de Panamá.
Es común, casi todos los años, que Río de Janeiro sea visitado por buques de la armada de otros países, reforzando la paz entre los pueblos, la amistad y las relaciones bilaterales.
Pero más allá de lo inusual, la visita de la Armada de Irán crea un malestar para Brasil frente a otras naciones del mundo.
Brasil e Irán
Aunque el Tratado de Amistad y Comercio se firmó en 1903, fue solo en la década de 1960 que las relaciones entre los países comenzaron a intensificarse. En 1961, la delegación de Brasil en Teherán fue elevada a la categoría de embajada y, al año siguiente, entró en vigor el acuerdo cultural entre los países firmado en 1957.
Ya en 1965, el líder de la Monarquía de Irán Mohammad Reza Pahlavi estuvo en Brasil promoviendo la presencia brasileña en su país a través de la cultura, libros, películas y obras de teatro.
En la década siguiente, en 1975, un acuerdo estableció la creación de una comisión de cooperación económica y técnica.
Y en 1988, Brasil vendió 15 Embraer EMB-312 Tucano a Irán cuando la guerra Irán-Irak se acercaba a su fin. El propio Iraq ya había recibido, a través de la producción hecha en Egipto, 80 EMB-312 Tucano a mediados de la década de 1980.
Fue con la llegada del gobierno de Lula en 2003 que las relaciones entre los países se intensificaron.
En 2010, Lula realizó un viajen a Irán, el primero de un presidente de ese país al Brasil, Mahmoud Ahmadinejad, blanco de críticas y denuncias de las leyes internacionales de derechos humanos en casos de persecución, tortura, represión y acoso civil a la libertad de expresión. Ahmadinejad también hizo declaraciones controvertidas contra Israel y Occidente.
Se firmaron siete nuevos acuerdos entre los países durante los dos gobiernos de Lula, casi duplicando la cantidad establecida hasta ahora durante décadas. Lula incluso negoció conversaciones entre Ahmadinejad y Turquía sobre un acuerdo nuclear.
El regreso de Lula al poder vuelve a poner a Irán en el radar de Brasil, en un momento en que el país persa está experimentando una serie de oleadas de protestas contra su régimen político que continúa violando una serie de derechos humanos. Uno de los casos más emblemáticos fue la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, quien fue detenida por la Policía Moral y asesinada por el Estado en septiembre de 2022. Los cargos contra Amini fueron romper el código de vestimenta por dejar que apareciera un mechón de su cabello.
Circunnavegación con escala en Brasil
A fines de septiembre de 2022, la 86ª Flotilla de la Armada Iraní comenzó un viaje de circunnavegación del planeta. Según el país, la misión es “mostrar la autoridad del amado pueblo de Irán a todo el mundo”. En una época de abusos de poder y represión de su población, con el contraalmirante Shahram Irani, los buques “mostrarán el poder de la nación iraní. La 86ª flotilla está transmitiendo el mensaje de paz y amistad a las naciones del mundo”.
La 86ª Flotilla está compuesta por el IRIS Makran, un barco construido por el astillero japonés Sumitomo Heavy Industries Ltd, que fue botado el 10 de septiembre de 2009 y completado el 8 de marzo de 2010. Llamado Al Buhaira, el petrolero fue adquirido por Irán, que comenzó a modificarlo en 2019 en el astillero iraní ISOICO para convertirlo en un buque base avanzado.
En la práctica, el buque es capaz de transportar personal militar, helicópteros, drones y otros equipos para llevar a cabo misiones especiales, combatir la piratería, la seguridad marítima, realizar barrido de minas y misiones humanitarias.
No se conocen, con certeza, las capacidades específicas del barco, sin embargo, cuenta con una cubierta para grandes operaciones de helicópteros, drones, tiene 228m de largo, manga de 42m, 21m de altura y autonomía de 1.000 días en el mar.
Su puesta en servicio en la Armada iraní fue el 12 de enero de 2021, pasando a llamarse Makran.
El segundo barco es la fragata clase Mowj IRIS Dena, clase que cuenta con cuatro buques en operación de los siete planeados. De construcción iraní, el Dena es del Astillero Shahid Darvishi, del puerto de Bandar Abbas, y comisionada el 14 de junio de 2021. Tiene 96m de eslora, 11m de manga, velocidad de 30 nudos, está equipada con radar de largo alcance 3D PESA y tiene tubos lanzadores de chaff.
El conjunto de armamentos incluye un cañón Farj-27 de 76 mm, un Fath-40 de 40 mm, dos cañones Oerlikon de 20 mm y dos ametralladoras .50; cuatro lanzadores de misiles tierra-aire Mehrab para defensa antiaérea, cuatro lanzadores de misiles de guerra antisuperficie Noor o Qader y dos lanzadores triples de torpedos antisubmarinos de 324 mm.
Finalmente, lleva un Bell 212 para misiones utilitarias y antisubmarinas.
Después de abandonar el país, la 86ª Flotilla hizo una parada en Yakarta para repostar y se dirigió hacia América del Sur con destino a Río de Janeiro, donde debía atracar del 23 al 30 de enero de 2023.
El 25 de diciembre, la Flotilla pasó cerca de la Zona Económica Exclusiva de la Polinesia Francesa y fue acompañada por un Dassault Falcon 200 de la Aéronavale.
El gobierno brasileño decidió cambiar la autorización posponiéndola para una nueva fecha, del 26 de febrero al 3 de marzo.
Esto se debió a que la fecha inicial coincidió con la reunión de Lula con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Estados Unidos rechaza el apoyo de Brasil para recibir los buques y la embajadora de Estados Unidos en Brasil, Elizabeth Bagley, dijo la semana pasada que “los buques en el pasado han facilitado el comercio ilícito y las actividades terroristas y ya han tenido sanciones de la ONU. Brasil es un país soberano, pero creemos firmemente que estos barcos no deben atracar en ninguna parte”.
El 10 de febrero, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Michael McCaul, emitió la siguiente declaración tras la decisión de Lula de dejar atracar buques iraníes en Brasil antes de su reunión con Biden: “Es totalmente inaceptable que el presidente Lula da Silva simplemente posponga, en lugar de prohibir, la visita de dos buques de guerra iraníes a Brasil para apaciguar a la Casa Blanca antes de la reunión de Lula con Biden hoy. Uno de estos barcos, el Makran, es sospechoso de estar involucrado en una venta de armas a Venezuela que finalmente fracasó. Irán ha buscado durante mucho tiempo hacer más progresos en la región, y se espera que el presidente Biden inste al presidente Lula da Silva a rechazar por completo cualquier atraque futuro de estos dos buques”.
También debe tenerse en cuenta que países como Francia y Noruega, partidarios de la nueva política en Brasil, están supuestamente en contra de Irán.
Además de los viejos coqueteos con Brasil, Irán mantiene buenas relaciones con países marcados por dictaduras violentas y regímenes autoritarios y no democráticos como es el caso de Bolivia, Nicaragua y Venezuela.
Pasaje frente a Argentina y Chile
Tras su paso por el Océano Pacífico, el día 29 de enero los buques entraron al Estrecho de Magallanes, ingresando por la ruta del Faro Islotes Evangelistas, pasaje que les fue autorizado como “paso inocente”, según establece el Derecho Marítimo Internacional, por lo que embarcaron práctico chileno desde Radioestación Marítima Bahía Félix hasta Posesión, a pesar de que normalmente se exige el uso de prácticos desde
Punta Arenas hacia Posesión (en dirección al Atlántico). Así, se asignaron cuatro oficiales navales como pilotos, no usando prácticos civiles. El cruce fue normal y con buenas condiciones meteorológicas, navegando por el medio del estrecho, por lo que no se los divisó desde Punta Arenas. Además, fueron escoltados por el OPV Marinero Fuentealba hasta salir por el Océano Atlántico el día 30 de enero.
Significativamente, la Argentina recién tomó conocimiento del paso de los buques unos días después, cuando ya navegaban dentro de la Zona Económica Exclusiva del país. Así, se inició el monitoreo de los barcos iraníes con un Grumman Tracker y un Beechcraft B200 del Comando de Aviación Naval y el 8 de febrero pasado se detectó a la fragata IRIS Dena navegando, con su AIS apagado, con rumbo sur a 50 millas de la costa frente a la localidad de Monte Hermoso, provincia de Buenos Aires, siendo seguida desde entonces por los aviones hasta que dejó la Zona Económica Exclusiva. El IRIS Makran no fue detectado, por lo que se cree que navegaría mar adentro. A 30 millas por detrás de la fragata navegaba el guardacostas estadounidense USCGC Stone, también con su AIS apagado. Llamó la atención a la Armada Argentina el rumbo sur del buque, así como el hecho de que ya hacía varios días que estaba navegando en la zona, por lo que se deduce que estaban realizando algún tipo de maniobra. Desde entonces, los buques se han mantenido en aguas del Atlántico Sur, sin saberse el tipo de operaciones que están realizando, mientras esperan atracar en Brasil el próximo 26 de febrero.
Es importante aclarar que los buques militares o guardacostas no tienen obligación de navegar con su AIS encendido, pero normalmente cuando se transita frente a costas de otros países se hace con el AIS encendido como muestra de buena voluntad. Se entiende que el buque norteamericano lo llevaba encendido para no delatarse ante el buque iraní, pero este último, supuestamente en un viaje de buenas intenciones, no tenía razones para llevarlo apagado. El USCGC Stone amarró en el puerto argentino de Puerto Madryn el día 12 de febrero para reaprovisionarse, zarpando el día 14.
Si bien inicialmente se ordenó la zarpada del OPV ARA Piedrabuena para seguir a los buques, finalmente se canceló dicha orden pocas horas antes de que el buque deje su base en Mar del Plata, y se mantuvo el control por medio de aviones.
Canal de Panamá - el punto más relevante
A pesar de la controversia, el paso de barcos iraníes por Brasil no es lo que más preocupa a países como Estados Unidos. Lo más destacado de la circunnavegación es el Canal de Panamá, un lugar que sin duda será el escenario para la proyección de poder de Irán y el poder por su proximidad al territorio estadounidense.
Aunque el gobierno de Washington se ha expresado en contra de la autorización, Panamá autorizará el paso si el país no expresa actitudes hostiles y paga las tarifas.
Panamá ha adoptado una postura dura contra las empresas que intentan eludir los embargos impuestos contra el gobierno de Teherán. Hoy en día, más de 8.600 buques, que representan el 16% de la flota mundial de buques, tienen bandera panameña. Sin embargo, a 136 se les canceló su registro porque participaron en acciones ilegales.
Sin embargo, la detección de los buques frente a las costas argentinas indicaría que circunnavegaron el extremo sur de América del Sur para pasar del Océano Pacífico al Atlántico, en lugar de hacerlo por el Canal de Panamá (hasta ahora no lo cruzaron y se espera que desde Brasil sigan con rumbo este para retornar a Irán luego de pasar por el Cabo de Buena Esperanza. Este cambio de ruta podría deberse a la postergación de la visita a Brasil.
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