¿Cuántos migrantes pasan por día por el Tapón del Darién?, ¿a qué peligros se enfrentan?, ¿cuáles son las ayudas humanitarias que se realizan?
Por Florencia Lucero Heguy
El Tapón del Darién es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo de los últimos tiempos. Situada entre Colombia y Panamá, la selva de más de cinco mil kilómetros cuadrados conecta Sudamérica con Centroamérica, convirtiéndose en un trayecto estratégico para quienes intentan llegar a Estados Unidos. La migración a través del Darién es imparable porque centenares de migrantes provenientes de Venezuela, Haití, Ecuador, Chile y Brasil cruzan el Tapón del Darién, poniendo en riesgo su vida. A las complejas condiciones naturales que presenta la selva se le añade la presencia de grupos criminales que roban, secuestran y violan.
Su nombre
La extensa región abarca la totalidad de la provincia panameña del Darién y los distritos de Chimán y el este de Chepo. En Colombia, se extiende hacia los departamentos de Chocó y Antioquia. Llamada “el Tapón del Darién”, esta selva fue reconocida como una barrera natural entre ambos países, ya que no existe una vía terrestre oficial que conecte ambas regiones. El término tapón se utiliza porque en este punto se interrumpe la ruta Panamericana, que vincula diversos países del continente.
En números
Hasta 2018, cruzaban el Darién personas provenientes de Asia y África que buscaban incorporarse a las caravanas centroamericanas. En 2021 los tránsitos se dispararon, llegando a los 130 mil, en 2022, con un auge primero de las Antillas y luego de Venezuela, se llegó a los 250 mil, y en 2023 se duplicó llegando a superar los 500 mil migrantes.
Para cruzar el Tapón del Darién, los migrantes salen de Necoclí en Colombia, allí embarcan y cruzan el Golfo de Urabá hasta la localidad colombiana de Acandía y penetran en la selva hasta llegar a San Vicente en Darién, donde el gobierno de Panamá ofrece asistencia a los migrantes. Además, tienen estaciones de recepción migratoria temporales en ambas fronteras, donde se toman datos biométricos de los migrantes y se ofrecen servicios sanitarios y de alimentación. Después son transportados a otro centro cerca de la frontera de Costa Rica.
Medidas contra los migrantes en Estados Unidos
Uno de las vías adoptadas por Estados Unidos para aliviar la crisis migratoria fue la firma, en junio de 2022, de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, buscando una mayor cooperación de los países del hemisferio occidental. Pero fueron las disposiciones de la Casa Blanca del mes de octubre del 2022 las que pueden llegar a tener mayor efecto, al reducir a 30 mil los permisos mensuales de entrada a Estados Unidos para migrantes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua, que deben tener aprobada su solicitud antes de presentarse allí, y el aviso de que se expulsarán a todos los nacionales de esos países que intenten ingresar ilegalmente.
El anuncio primero fue aplicado a los venezolanos porque eran quienes, en ese momento, estaban llegando masivamente a la frontera sur de Estados Unidos; luego se extendió a los otros importantes grupos migratorios. Cabe destacar que México también se comprometió a tramitar un número similar de permisos de estancia para venezolanos, centroamericanos y caribeños que fueran expulsados de Estados Unidos.
Peligros del Darién
Su espesa vegetación, montañas y ríos lo convirtieron en uno de los cruces más peligrosos del continente para los miles de migrantes que atraviesan cada año. Aunque hay peligros mayores como el crimen organizado y el tráfico de personas.
En medio de esta densa franja tropical, las familias, incluyendo a niños y bebés, enfrentan diversos peligros, desde homicidios, abusos sexuales, trata y extorsión por parte de bandas criminales, hasta la amenaza de animales salvajes, insectos venenosos, los fuertes caudales de los ríos, las pendientes de las montañas y el agobiante calor y la humedad.
Durante el 2023, alrededor de 676 migrantes, principalmente mujeres, sufrieron violencia sexual en su travesía por el Darién. Diciembre fue el mes más crítico, con 214 víctimas, según cifras de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF). Al asedio de los grupos del crimen, se suman la falta de agua y la poca comida.
Además, las autoridades, migrantes y pobladores locales certifican la presencia en el Darién de grupos criminales de diferente naturaleza como bandas dedicadas al narcotráfico, otras al contrabando, guerrilleros y paramilitares. Estos grupos suelen robar las pertenencias y la comida de los migrantes, atacando a quienes cruzan el Darién por territorios de su dominio. A su vez, entre el 10% y 15% de los migrantes que atraviesan el Tapón del Darién sufre violencia sexual en ese recorrido, según la Cruz Roja de Panamá. La organización Médicos Sin Fronteras ha documentado hasta 400 casos de abusos sexuales contra migrantes en el Darién desde abril de 2021.
Los residentes locales han dejado de lado sus medios de subsistencia tradicionales para atender a los migrantes. Detrás de ellos acecha el grupo criminal más grande de Colombia, los Gaitanistas, que dominan el narcotráfico y otros negocios en la zona. También conocidos como Clan del Golfo, Urabeños y Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), surgieron de las cenizas del movimiento paramilitar colombiano y se convirtieron en una fuerza criminal con alcance nacional. Se calcula que obtienen unos 4400 millones de dólares al año por sus actividades en el tráfico de drogas, armas y migrantes y la minería ilegal.
Seguridad y ayuda para los migrantes
Las medidas para reforzar la seguridad, ayudar a los países de donde provienen la mayoría de los migrantes y compartir la carga de la recepción, mientras se proporciona más ayuda humanitaria y protección a quienes cruzan el Darién, ayudaría a orientar las políticas en la dirección correcta. La presencia de familias es cada vez más frecuente, con el 22% del flujo total conformado por niños y adolescentes. La mayoría de estos migrantes van hacia Estados Unidos y muchos de ellos no tienen pasaporte. Para ellos el Darién les da posibilidades que otras rutas más tradicionales no ofrecen porque sus fronteras son porosas y tienen escasos controles. Además, una multitud de lugareños están dispuestos a ofrecer sus servicios como guías y anfitriones. Una vez que los migrantes logran atravesar el tapón, colectivos operados por compañías privadas están disponibles para llevarlos a un menor precio hasta la frontera con Costa Rica.
Con acompañamiento a las familias, jornadas de educación e integración y hasta transporte humanitario, el proyecto Esperanza Sin Fronteras apoyado por la Oficina de Población, Refugiados y Migración PRM del Departamento de Estado de los Estados Unidos y World Vision ha dado respuesta a la crisis migratoria en Necoclí, Antioquia.
En el Tapón del Darién muchas personas refugiadas y migrantes que anteriormente experimentaron violencia de género corren un alto riesgo de volver a experimentarlo en la selva. Una cuarta parte de todas las personas que reciben atención de la Hebrew Immigrant Aid Society (HIAS) en el Darién declararon haber viajado con sobrevivientes de violencia física, psicológica o sexual, y el 23% declaró haber sufrido abusos durante su viaje.
A pesar de los peligros en donde se sumergen y la ayuda que reciben de parte de diversas ONGs, el tapón del Darién se convirtió en una de las zonas más transitadas por migrantes en búsqueda de un futuro mejor.
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