La Armada Argentina despidió al Grumman Tracker
- Santiago Rivas
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Fotos de Sergio GarcĆa Pedroche, Santiago Rivas y JoaquĆn Rivas.
En una ceremonia realizada en la tarde del 1º de diciembre en la Base Aeronaval Comandante Espora del Comando de Aviación Naval de la Armada Argentina se realizó la despedida del Grumman S-2T Turbo Tracker, culminando asà una historia de 63 años en servicio en la fuerza y también la historia de los Grumman S-2 Tracker en servicio militar en el mundo.
La despedida incluyó el Ćŗltimo vuelo del avión 2-AS-23 de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, comandado por el CapitĆ”n de NavĆo (RE) VGM Juan JosĆ© Membrana, el CapitĆ”n de Fragata Fernando Ariel Spoglia (Jefe de la Escuadra Aeronaval NĀŗ 2), CapitĆ”n de Corbeta Norberto MartĆn Baumgartner (comandante de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina) y Suboficial Principal Leandro Núñez.

En el vuelo de despedida el Tracker estuvo escoltado por dos T-34C Turbo Mentor de la Escuela de Aviación Naval, dos Beechcraft TC-12 Huron de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia MarĆtima y un P-3C Orion de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración.Ā
La Armada Argentina comenzó a operar el Tracker en 1962, cuando los primeros seis S2F-1 Tracker (llamados S-2A desde 1962) llegaron al paĆs a bordo del reciĆ©n adquirido portaaviones ARA Independencia (V-1). Cuando llegaron a Argentina el 31 de mayo, se creó la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, primero en la Base Aeronaval Punta Indio, y desde 1963 en la Base Aeronaval Comandante Espora (BACE). Mientras, en 1967 se compró un solo S-2F (el plan era comprar seis S-2A adicionales y cuatro C-1A Traders).

Tras el retiro del ARA Independencia en 1968, los Tracker iniciaron operaciones en su reemplazo, el ARA 25 de Mayo (V-2), a partir de noviembre de 1969, pero a mediados de los setenta, los viejos S-2A estaban mostrando su edad, por lo que la fuerza negoció su reemplazo por seis S-2E Tracker. Los dos primeros, el 2-AS-23 y 25, llegaron a la Base Aeronaval Comandante Espora el 12 de mayo de 1978 y el último, el 2-AS-24, lo hizo en diciembre del mismo año.
Los nuevos Tracker fueron embarcados en el portaaviones el 9 de diciembre de 1978 durante la crisis con Chile por la zona del Canal Beagle, mientras que tres S-2A fueron enviados a la Base Aeronaval RĆo Grande en Tierra del Fuego.

Durante la Guerra de Malvinas, los Tracker participaron desde el comienzo, embarcando el 28 de marzo en el portaaviones cuatro Grumman S-2E Tracker (2-AS-22, 23, 25 y 26). Durante abril operaron desde Puerto Argentino y el dĆa 28 los Tracker 2-A-22, 23, 24 y 26 abordaron el portaaviones nuevamente y navegaron hacia el sur, detectando a la flota britĆ”nica. Tras el hundimiento del crucero ARA General Belgrano los Tracker protegieron el regreso del grupo del portaaviones argentino y realizaron operaciones antisubmarinas el 5 de mayo, cuando se detectó un submarino navegando hacia el sur del portaaviones.
Durante el resto de la guerra los Tracker operaron desde la Base Aeronaval RĆo Gallegos realizando vigilancia marĆtima y misiones ASW, pero sin volver a contactar con las fuerzas britĆ”nicas.

Después de la guerra, los S-2A se retiraron en 1988 y solo los S-2E permanecieron operativos. Si bien desde 1988 el ARA 25 de Mayo estuvo fuera de servicio (y nunca volverÔ a navegar, siendo finalmente vendido como chatarra en 1999), la fuerza siguió capacitÔndose sobre las operaciones en portaaviones y buscando oportunidades para operar en portaaviones. Esta oportunidad apareció en marzo de 1990, cuando el 2-AS-22 y el 2-AS-24 realizaron una serie de toque y siga en la cubierta del USS Constellation, mientras navegaba por la costa argentina, en lo que se llamó Ejercicio Gringo - Gaucho. Con los años estas operaciones se repitieron en portaaviones estadounidenses y brasileños.
En 1989 se llegó a un acuerdo para que el IAI realizara la modernización de los Tracker bajo el proyecto TATA (Turbinización A Tracker Argentino). Para instalar los turbohélices, se eligió la modificación desarrollada en Estados Unidos por Marsh Aviation. El avión 2-AS-23 fue enviado a Israel a fines de 1989 para ser convertido y en julio de 1991 realizó su primer vuelo. La modificación de las otras aeronaves tuvo lugar en Argentina, alcanzando los 2-AS-21, 22 y 24, mientras que los trabajos en el 2-AS-25 nunca se terminaron.
Actualmente, la Armada Argentina era la única operadora militar del Tracker y solo permanecen unos pocos ejemplares del modelo en uso para lucha contra incendios en Francia y California, ademÔs de unos pocos en vuelo con museos y colecciones privadas.
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