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La Armada Argentina en una nueva Etapa de Mar

Por Santiago Rivas Fotos Santiago Rivas y Armada Argentina


Entre el 21 y 27 de agosto, la Armada Argentina realizó su ejercicio más importante desde 2017, con la participación de buques de la División de Corbetas, División de Destructores y División de Patrullado Marítimo, aviones del Comando de Aviación Naval, personal de la Infantería de Marina, Buzos Tácticos y Comandos Anfibios.

En la fase final del ejercicio se contó con la presencia del ministro de defensa, Jorge Taiana, quien embarcó en el destructor ARA “Sarandí” junto al Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Julio Horacio Guardia; el Jefe del Estado Mayor Conjunto, General de División Juan Martín Paleo; del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, Brigadier Mayor Xavier Julián Isaac, y al secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Sergio Rossi.

La Fuerza de Tareas estuvo a cargo del comandante de la Flota de Mar, Contraalmirante Jorge Juan Siekan, quien embarcó en el “Sarandí” junto a su Estado Mayor, encabezado por el Jefe de Operaciones de la Flota, Capitán de Navío Darío Buscarolo, y los Comandantes Naval, Anfibio y Logístico, Capitán de Navío Gustavo Príncipi; de la División Destructores, Capitán de Navío Damián Orgiazzi; y de la División Corbetas, Capitán de Navío Horacio Calafell.


Las corbetas ARA Robinson, Spiro y Espora junto al destructor ARA Sarandí.

Inicialmente de destacaron desde la Base Naval Puerto Belgrano el destructor ARA “Sarandí” de la División Destructores; las corbetas ARA “Espora”, ARA “Spiro”, ARA “Robinson” y ARA “Gómez Roca” y a la lancha rápida ARA “Intrépida” de la División Corbetas; que efectuaron una primera fase de ejercitaciones a los que el día 22 se les unió el patrullero oceánico ARA “Piedrabuena” de la División Patrullado Marítimo.

El ARA “Piedrabuena” se unió lanzando un ataque con sus RHIBs (Rigid Hull Inflatable Boat, botes semirrígidos) desde una distancia de 10 millas de la Flota de Mar, tras lo cual patrullero tomó posición a 20 millas para actuar como señuelo, mientras las lanchas lanzaban un ataque simulado con misiles antitanque sobre los buques.

Finalizado el ataque, se realizaron maniobras de formaciones tácticas, con cambios de rumbo y cambios de formación, que se fueron complicando a medida que el viento fue creciendo y aumentó el oleaje, hasta tener olas de más de 3 metros y más de 40 nudos de viento.

Por la tarde se sumó un Beechcraft B200M Super King Air de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima, que realizó varios sobrevuelos de los buques, mientras también se incorporó un helicóptero AS-555SN Fennec de la 1º Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros.

Por la noche se hizo un ejercicio de lanzamiento de bengalas, desde el ARA “Sarandí”, culminando las operaciones del día.



Durante el lunes se hicieron algunas maniobras y, mientras el ARA “Piedrabuena” y la ARA Robinson entraban en la Base Naval Puerto Belgrano, el resto de la flota realizó ejercitaciones el día martes con la Infantería de Marina frente a la Base de Infantería de Marina Baterías, incluyendo un ejercicio de operación anfibia. Además, participaron dos Beechcraft T-34C Turbo Mentor que efectuaron ataques simulados.

El día jueves se agregó un helicóptero Sikorsky UH-3H de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, que efectuó vuelos de transporte hacia el ARA “Sarandí”. Se efectuaron nuevamente maniobras en formación, con virajes y cambios de formación entre los buques, donde participaron el citado destructor, las corbetas ARA “Espora”, “Spiro” y “Robinson” y el patrullero ARA “Piedrabuena”. El clima por momentos fue complicado, con chubascos, viento de hasta 56 nudos y olas de unos tres metros de altura. También se practicó el pasaje de revista por parte del ARA Sarandí, como ensayo de la revista naval que se haría con el ministro de defensa el día viernes.


Las corbetas MEKO 140 en plena navegación.

A las 18:30 se hizo un ejercicio de hombre al agua, con poca visibilidad, en donde en 60 segundos se desplegó el bote de rescate, el cual se aproximó a un objeto flotante que sirvió para la ocasión, simulando el rescate y retornando al patrullero.

El viernes, además de la citada revista, se efectuó un ejercicio de tiro con cañones, primero con los Oto Melara Compact de 76 mm de las corbetas MEKO 140, luego el Oto Melara de 127 mm del ARA “Sarandí” y finalmente con los cañones Breda Bofors 40/70 de ambas clases de buques. Dado que el cañón Leonardo Marlin WZ de 30 mm aún no fue probado, el ARA “Piedrabuena” no participó de dicho ejercicio, aunque desplegó el blanco de tiro (llamado Tomato) hacia el que apuntaron los buques y luego realizó una demostración del despliegue y recuperación de los RHIBs, las cuales finalmente hicieron la recuperación del blanco al mediodía.


El ARA Sarandí haciendo fuego con su montaje Breda Bofors 40/70 de proa y babor

Terminado el tiro, las unidades se dividieron para hacer ejercicios de trasbordo de cargas, con el ARA “Sarandí” trabajando con las corbetas “Espora” y “Robinson” y el ARA “Piedrabuena” con la corbeta ARA “Spiro”, mientras se desplegaron los RHIBs para permanecer en alerta en caso de que haya un hombre al agua.

Este despliegue permitió no sólo la ejercitación individual de cada buque de guerra, sino también una interacción constante mediante maniobras de diverso tenor, que permitieron afianzar en forma progresiva la destreza en la conducción y manejo de los medios.

El comandante de la Flota de Mar destacó la importancia de concretar esta Etapa de Mar “Todo lo que realizamos durante estos días en el Mar Argentino fue aprendizaje absoluto. El esfuerzo y profesionalismo de la gente hizo que culmináramos esta Etapa con unidades adiestradas, lo que marcó una evolución altamente satisfactoria”, expresó el Contraalmirante Siekan.

Por su parte, el ministro Taiana destacó que “de parte de este Ministerio hay un compromiso con la Armada Argentina de recuperar capacidades y medios. No es una tarea fácil, pero contamos con el apoyo de una sociedad que hoy ve en la Armada Argentina, en sus hombres y mujeres, la fortaleza y el instrumento que nos permita defender nuestra soberanía marítima” y agregó que “en el mundo que tenemos por delante el mar es cada vez más importante. El Atlántico Sur, sus islas y la Antártida Argentina, esa Argentina bioceánica que tenemos por delante, requiere una Armada activa, inteligente, equipada y ágil”.

Hoy, la Armada Argentina requiere, entre muchas otras necesidades, una urgente modernización de sus principales unidades de superficie, con el proyecto de modernización de los buques tipo MEKO 360 y 140 detenido desde hace más de diez años, así como el reemplazo de los destructores ARA “Hércules” y “Santísima Trinidad”.



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