La semana pasada el Banco Central de la República Argentina autorizó los fondos de la mitad del primer pago correspondiente al contrato por la compra de tres Lockheed P-3C y un P-3N Orion para el Comando de la Aviación Naval Argentina. Estos son 5 de los 10 millones de dólares que se deberán pagar para cumplir con la primera cuota. Sin embargo, para la liberación del primer avión, Noruega exige que se cumpla no solo con el remanente de dicha cuota antes del 31 de marzo, sino también con la segunda, por otros 10 millones de dólares (el contrato total es por unos 60 millones), más los costos de mantenimiento de los aviones ocurridos desde la firma del contrato en octubre de 2023 hasta la actualidad, para que éstos se mantengan en servicio.
Con este primer pago, el Comando de Aviación Naval Argentina podría recibir en 2024 el primero de los aviones, que actualmente se encuentra en la Base Aérea Davis Monthan en Estados Unidos, mientras que los restantes podrían empezar a entregarse a partir de 2025 cuando se cumpla con las siguientes cuotas, lo cual no ocurriría este año.
Así, la fuerza calcula que los pagos pendientes que demanda Noruega para la entrega de los aviones podrían hacerse en los próximos dos meses, y recién ahí el primer Orion estaría en condiciones de viajar a la Argentina.
Mientras tanto, las demoras en la puesta en servicio del Grumman S-2T Tracker 2-AS-23, del cual solo faltan componentes menores desde 2023, está afectando seriamente la capacidad de vigilancia marítima de la Armada, debiéndose emplear hoy un C-130H Hercules de la Fuerza Aérea, sin equipamiento para búsqueda, para hacer patrullaje en las 200 millas, al igual que pocos días atrás se hizo lo propio con un Beech TC-12 Huron de la Armada, configurado como transporte.
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