Por Lewis Mejía Prada
La Marina de Guerra del Perú (MGP) sigue adelante con sus proyectos de desarrollo naval de cara a bicentenario de la independencia, que se celebra el 21 de julio del próximo año 2021.
El más claro objetivo de estos esfuerzos institucionales es mantener el posicionamiento del Perú en el ámbito marítimo del Pacífico Sur, contribuyendo a la protección del medio acuático y al mantenimiento de la paz.
En ese marco, y luego de un minucioso estudio de reemplazo de unidades navales, hoy se encuentra construyendo el segundo buque multipropósito en el Callao, las patrulleras de interdicción marítima en Chimbote y las Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS) en Iquitos.
Se trata de una estrategia de descentralización de proyectos que beneficia a la población, garantiza el crecimiento de la economía y aumenta el conocimiento del personal en nuevas tecnologías navales.
No solo eso, la Armada Peruana sabe que las capacidades operativas deben incrementarse ante las nuevas amenazas y el cambio constante de la tecnología, y desde esa perspectiva se lleva adelante la modernización de las unidades submarinas tipo U-209/1200 en alianza con el constructor alemán.
Otro punto en agenda es la modernización de las fragatas misileras BAP Aguirre y BAP Bolognesi, clase Lupo (de origen italiano), que permitirá tener una adecuada capacidad en el corto plazo.
Se suma la adquisición de helicópteros multimisión marítimos ligeros fabricados por Kaman Aerspace, modelo SH-2G Super Seasprite, que junto a lo anterior garantizará la capacidad de realizar operaciones navales contra amenazas convencionales y asimétricas, en concordancia con el mandato constitucional.
Sin embargo, se tiene claro que dichas fragatas, junto a otros buques, deberán ser reemplazadas en el mediano plazo por otros buques del tipo multirol, un proyecto que se estudia en la actualidad.
Mayores capacidades
En el 2021, la continuidad de los proyectos más importantes de la Marina de Guerra se refiere a la construcción del Buque Multipropósito BAP “Paita”, tipo LPD (Landing Platform Dock o buque de transporte anfibio) clase Makassar.
Esta moderna unidad de alto bordo presenta un avance del 50% y es desarrollada en el Centro de Operación SIMA Callao, a través de la asesoría e intercambio tecnológico con la empresa surcoreana Daewoo International.
El buque resulta ideal para llevar a cabo las misiones de ayuda humanitaria, afrontar las situaciones de riesgo y desastres naturales, y efectuar operaciones de desembarco de vehículos anfibios desde el mar.
Asimismo, llevar vehículos de transporte de tropas o de carga general, pertrechos militares y materiales de apoyo a la población, así como contribuir con la evacuación de damnificados ante desastres.
Entre las características, resalta un desplazamiento de 11.394 toneladas, 16 nudos de velocidad, 122 metros de eslora (largo), 22 metros de manga (ancho), 56 metros de altura y puede embarcar 557 personas.
Producción de patrulleras
Sin embargo, lo más moderno es el inicio del programa de construcción de las lanchas de interdicción marítima modelo CB90 para la Dirección General de Capitanías y Guardacostas de la MGP, fruto del contrato con la empresa N. Sundin Dockstavarvet, también conocida como Docksta.
Como se recuerda, en junio pasado el SIMA Perú acordó la adquisición del diseño, los planos, materiales y herramientas para el ensamblaje, así como el trabajo conjunto y asistencia técnica con el astillero sueco para la construcción de las dos primeras CB90.
Los planos ya están en las oficinas del SIMA Callao, en tanto se programa la llegada de los primeros suministros de paquetes CKD (Complete Knock Down o completamente desensamblado) para proceder con la fase de construcción de los dos primeros ejemplares.
Las CB90, que por primera vez se construirán en un astillero sudamericano, significan la introducción en el portafolio del SIMA de una plataforma multipropósito de aluminio con probadas capacidades a nivel mundial.
Además, ofrece a la Armada un producto para diferentes tipos de operaciones de interdicción de actividades ilegales, tanto en el ámbito marítimo costero, como en los ríos de la selva y lagos, para operaciones de desembarco, y operaciones especiales y de asalto, actividades netamente de índole militar.
La mano de obra calificada de operarios peruanos en el proyecto hace que el SIMA Perú genere empleo local y consolide su clara posición de liderazgo en el desarrollo de la industria naval; y le coloca como un socio estratégico para Docksta, que evalúa la posibilidad de exportar la CB90 a países de la región.
Más proyectos
Entregadas a la Marina de Guerra en julio de este año, la quinta y sexta Patrulleras Marítimas BAP “Río Tumbes” y Río Locumba”, constituyen otro proyecto de importancia que demandó el procesamiento de 400 toneladas de acero y la generación de 500 puestos de trabajo directos e indirectos, con la contratación de empresas nacionales para diversas actividades conexas.
A la fecha, estas modernas Unidades Guardacostas realizan sus pruebas de navegación antes de ser entregadas a la Armada en enero del 2021, habiendo sido construidas en el Centro de Operación de SIMA Chimbote bajo estándares de calidad de la Asociación Internacional de Sociedades Clasificadoras (IACS).
Su modalidad de construcción CKD aporta ventajas: la industria nacional asimila nuevas tecnologías gracias al trabajo conjunto y asistencia técnica con la coreana STX Corporation, y en el desarrollo en conjunto de sistemas de armas con la española Escribano Mechanical & Engineering.
Las dos patrulleras se suman a las cuatro primeras ya ejerciendo sus funciones de seguridad marítima, seguridad de la vida humana en el mar, protección del medio ambiente, combate de la pesca ilegal, la piratería y el narcotráfico.
Plataformas de apoyo
No solo embarcaciones para la defensa nacional conforman el portafolio de planes de construcción ‘in house’ de nuevas unidades para modernizar a la Armada Peruana.
Como parte del Proyecto de Inversión Pública “Ampliación y Mejoramiento de los Servicios Públicos y Programas Sociales”, hace poco se construyeron cinco Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS) para atender los poblados más alejados de la Amazonía, y una para los habitantes del Lago Titicaca, en Puno.
Estas unidades fluviales llevan atención médica y servicios sociales del Estado, al ir dotadas con equipos de tele medicina, cirugía menor, laboratorio, farmacia, además de módulos para brindar a la población los servicios de registro de identidad nacional, Banco de la Nación, entre otros.
A principios del 2021 se concluirá la construcción de la sexta PIAS, la “Río Yavarí”, que contará con 16 módulos de atención: RENIEC, Banco de la Nación, Ministerio de la Mujer, Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, Ministerio de Salud, EsSalud, Ministerio de Educación, así como consultorios de medicina general, oftalmológico, obstetricia, odontológico, laboratorio, sala de cirugía menor, sala de observación y atención al recién nacido, tópico, triaje, inmunización, cadena de frío y farmacia.
Cada PIAS emplea 21,400 horas-hombre en su construcción y procesa 217 toneladas de acero, y en el proyecto participan 22 empresas de la región amazónica relacionadas a la industria naval.
Fuerza silente
Sin embargo, el proyecto de inversión que causa mayor expectativa en el ámbito sudamericano es el de la “Recuperación de la Capacidad Submarina en el Teatro de Operaciones Marítimo”.
Este también es ejecutado por el SIMA Perú y significa la reparación de media vida, con la complejidad del corte de casco, para cuatro submarinos tipo 209/1200 para la Armada del Perú.
Los buques fueron comprados en la década del 1980 a los astilleros Howaldstwerke Deutsche Werft HDW (hoy parte del grupo ThyssenKrupp Marine Systems TKMS) de la República Federal de Alemania.
El vertiginoso avance tecnológico de los últimos años, sumado al desgaste natural del material, hicieron necesaria su modernización que les permitirá operar con seguridad en los próximos años.
En este trabajo se aplica el corte del casco resistente separando al submarino en dos partes para retirar de a bordo los grandes equipos, como los motores, que serán reemplazados por otros nuevos, así como incorporar nuevos sistemas.
Hace cinco años se inició este proyecto de modernización para cuatro submarinos con el reemplazo de los equipos y sistemas por tecnología actual, y a la fecha, concluyen los trabajos en la primera unidad y se inician en la segunda.
Lo que se viene
La renovación de las unidades de superficie, que son las fragatas y corbetas, responde a un plan de modernización integral que la Armada Peruana viene trabajando en forma muy cuidadosa y priorizada.
Y se refiere a la repotenciación de lo que se tiene en servicio; luego, la incorporación de unidades de segundo uso durante la fase de transición; y finalmente, la asimilación de unidades nuevas producidas en el país.
Al respecto, se han hecho importantes mejoras tecnológicas en las unidades actualmente en servicio, con prioridad a las que tienen mayor proyección de años de servicio.
En el 2021 se prevé la incorporación de una segunda corbeta de segundo uso procedente de la República de Corea (la primera llegó en 2015) que sumará capacidades en operaciones antisuperficie, antiaérea, antisubmarino y de apoyo a la autoridad marítima.
También se está explorando la posibilidad de transferir dos fragatas misileras clase Maestrale de Italia, una mejora del diseño de las fragatas Clase Lupo con mayor alcance de sensores y armas.
Y a partir del 2026 se prevé incorporar seis buques de tipo multirol, un proyecto hoy en fase de concepción y estudio de opciones, a ser preferentemente enteramente construidos en el Perú.
También se evalúa la posibilidad de transferir por lo menos dos submarinos de segundo uso de armadas extranjeras, a partir de un ofrecimiento de la armada del Brasil.
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