Por Santiago Rivas
Algo positivo que se puede ver en estos últimos meses es la creciente relevancia que desde los medios de comunicación masivos de la Argentina le están dando a la defensa, en medio de la campaña para las próximas elecciones presidenciales. Sin embargo, este interés, que reflejar también el interés de la sociedad, no se ve reflejado en los políticos que, en general eluden el tema y, cuando lo hacen, dan vergüenza y llevan a preguntarse cómo la sociedad elige ese nivel de representantes.
Ya lo habíamos visto en diciembre de 2022, cuando el presidente Alberto Fernández dijo en una entrevista al Financial Times que la “Argentina tiene que destinar sus recursos a cosas más importantes que a la compra de aviones militares. Estamos en un continente muy desigual, pero no hay problemas de guerra y se busca la unidad entre los países” y ahora fue el turno de uno de los precandidatos a presidente por Juntos Por el Cambio y actual jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. En el programa “Multiverso Fantino”, conducido por Alejandro Fantino, se le preguntó “qué tipo de perfil piensa para la defensa en Argentina y si buscaría reforzar el armamento u otro tipo de perfil”, a lo que Rodríguez Larreta respondió “No, buscaría un perfil internacionalista, un perfil que tenga la visión geopolítica. Yo no creo en la defensa como una cosa aislada de la Argentina defendiéndonos de todo el resto. Hoy no tenemos una hipótesis de conflicto. Acá lo importante es mucho más geopolíticamente como nos relacionamos con otros países, con los que coincidimos para, por ejemplo, atacar el tema del narco, es un tema ya continental, para ese tipo de cosas. Hipótesis de terrorismo internacional, que la tenés que hacer coordinado con otros países. Le daría mucha importancia en la defensa al tema geopolítico internacional.”
La declaración es grave por muchos motivos, primero que todo porque viene de alguien que supuestamente se viene preparando para ser presidente y tiene un equipo que lo asesora, por lo que vale la pena analizar a fondo lo que plantea.
Carl von Clausewitz plantea en su libro “De la guerra”, que “la guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero instrumento político, una continuación de las relaciones políticas, una gestión de las mismas por otros medios”, lo que se puede extender a que la disuasión por medio de las armas también es un acto político, ya que expresa la voluntad de un estado por hacer valer sus intereses por medio de la fuerza si es necesario. A su vez, la geopolítica es, según la Real Academia Española (RAE), el “estudio de los condicionamientos geográficos de la política”. Así, la defensa, como acto político que es parte de las relaciones entre los estados, siempre se piensa desde una visión geopolítica.
Rodríguez Larreta planteó en su respuesta que no buscará reforzar el armamento, sino un perfil internacionalista y con una visión geopolítica. La primera parte de su respuesta es clara, ya que dice que no habrá inversión en equipamiento. Esto fue reafirmado cuando Fantino le preguntó, a continuación “¿No te pondrías a comprar armamento?” a lo cual la respuesta fue “Si hay que comprar, comprás, no es el objeto del ministerio. Es mucho más un tema de relaciones geopolíticas que defensa”. En este sentido, lo que se puede ver es un desconocimiento sobre si es necesario comprar equipamiento y que no tiene claro si, en su visión, es necesario mejorar el equipamiento de las Fuerzas Armadas. Hoy, la lamentable situación del equipo que poseen las Fuerzas Armadas Argentinas es un tema bastante conocido y del que hay muchísima información, que debe conocer al detalle quien aspira a ser Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
Por otro lado, el objeto del Ministerio de Defensa es proveer a la defensa de la nación, por lo que está entre su objeto la compra de armamento para cumplir su cometido, mientras que las relaciones geopolíticas son un área del Ministerio de Relaciones Exteriores. Si bien la defensa es un brazo de la política exterior, no es el Ministerio de Defensa quien define dicha política. Por lo tanto, este punto de sus declaraciones demuestra un desconocimiento de las funciones de cada ministerio.
Ahora, al analizar la segunda parte de su primer planteo, sobre el “perfil internacionalista y con una visión geopolítica”, es preciso volver a destacar que toda la defensa siempre, desde la existencia de los ejércitos, tuvo una visión geopolítica. Y luego es interesante analizar su planteo de perfil internacionalista sumado a su respuesta de no comprar equipamiento ya que, si bien su respuesta no es clara y da más la idea de que habló sin saber lo que decía, también genera la idea de que plantea delegar la defensa en las capacidades de otros estados, algo que ya alguna vez ha sido planteado por algunos políticos, lo cual plantea abandonar la soberanía nacional.
Cuando indica que no cree en la defensa como “una cosa aislada de la Argentina defendiéndonos de todo el resto” también demuestra un profundo desconocimiento del tema, ya que hoy prácticamente ninguna nación tiene esa visión de la defensa, ni siquiera aquellas dictaduras como Corea del Norte o Irán que, aunque peleadas con gran parte del mundo, construyen su defensa junto a sus pocos aliados. Las Fuerzas Armadas de Argentina, desde hace décadas vienen pensando la defensa interactuando con los países de la región y otros del resto del mundo, como se ve en ejercicios internacionales (cuando los políticos lo permiten), intercambios de información, intercambios de personal que va a hacer cursos en otros países y muchas otras tareas en donde se actúa con una visión regional que ha sido más profunda, consistente y prolongada que aquella que ocurrió en las más altas esferas gubernamentales.
Hipótesis de conflicto
Los políticos argentinos, desde hace muchos años, repiten hasta el cansancio que la Argentina no tiene hipótesis de conflicto. Un conflicto, según la RAE, es un “problema, cuestión, materia de discusión”, por lo que cabe preguntarse si realmente la Argentina tiene hipótesis de conflicto, o sea, si puede ocurrir, de manera hipotética, algún problema con algún otro país. Cuando tenemos una parte del territorio nacional ocupado ilegalmente por una potencia desde hace 190 años, la respuesta es clara. La Argentina no es que tenga hipótesis de conflicto, sino que tiene un conflicto real. Que un precandidato a presidente desconozca esto es grave.
Fuerzas de Seguridad grandes
Una cuestión que se ha venido viendo en varios sectores políticos es su visión de que las Fuerzas Armadas son básicamente unas Fuerzas de Seguridad más grandes y, por lo tanto, deben cumplir las mismas funciones o participar en funciones de seguridad. Sin embargo, aunque ambas emplean armamento y se entrenan para situaciones de enfrentamiento, su misión es totalmente distinta. Mientras las Fuerzas de Seguridad tienen un objetivo de prevenir el delito y, en caso de tener que enfrentar delincuentes, buscan capturarlos para llevarlos a la justicia, las Fuerzas Armadas tienen como objetivo proteger los intereses nacionales y emplear la fuerza para neutralizar, de la manera más efectiva posible, a aquel que los ataque, incluyendo, de ser necesario, su aniquilación, y donde la supervivencia del enemigo es un factor secundario frente al objetivo primario de impedirle su accionar. Las Fuerzas Armadas solo deberían actuar ante cuestiones de seguridad interna, como combatir el narcotráfico o el terrorismo, si las Fuerzas de Seguridad han sido sobrepasadas y ya no tienen capacidad de cumplir con su misión, tal cual lo establece la Ley 24.059 de Seguridad Interior.
Sin embargo, al describir su visión de la defensa, Rodríguez Larreta destacó que “lo importante es mucho más geopolíticamente como nos relacionamos con otros países, con los que coincidimos para, por ejemplo, atacar el tema del narco, es un tema ya continental, para ese tipo de cosas. Hipótesis de terrorismo internacional, que la tenés que hacer coordinado con otros países”, lo cual son cuestiones de seguridad y no de defensa. Si bien es cierto que el narcotráfico se ha vuelto un problema gravísimo en América Latina, la participación de las Fuerzas Armadas en su combate debe darse solo de manera excepcional y si no hay otros medios disponibles en las Fuerzas de Seguridad, pero claramente esta no es una función de la defensa.
Hasta ahora, sin embargo, como indiqué al principio, si bien en los medios se ha comenzado a tocar el tema de la defensa y el mal estado de las Fuerzas Armadas tras cuatro décadas de desinversión, son muy pocos los políticos que tocan el tema y no se ve que tengan planes serios para el sector, demostrándose un profundo desconocimiento cada vez que hablan de defensa.
La ignorancia sobre defensa y geopolítica pareciera ser algo irrelevante para muchos, pero denota algo mucho más grave y es la falta de un proyecto de país, de un objetivo claro sobre hacia dónde quieren llevar la Argentina y el desconocimiento de qué se necesita para que una nación que es la octava en superficie en el mundo y una de las más ricas en recursos naturales, pueda jugar un rol relevante en la región y el mundo.
Es cierto que la Argentina tiene problemas urgentes, pero estos no deben taparnos lo importante, porque una nación sin un rumbo claro, sin un proyecto de país, nunca va a llegar a ningún lado.
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