Se realizó una nueva edición del Ejercicio UNITAS LXIV en el Océano Atlántico, frente a las costas del Caribe colombiano, en el cual intervinieron 20 Armadas del mundo, ya que se sumaron representantes de las Armadas de Alemania, Corea del Sur y Reino Unido, además de los países que integran del continente americano, conformando una Fuerzas de Tarea Multinacional. La Armada Argentina, a pesar de que había aceptado participar, no tomó parte del ejercicio por decisión del Ministerio de Defensa local.
Este ejercicio cobra vital relevancia ya que se celebran los 200 años de la batalla naval del Lago de Maracaibo (Venezuela, 24 de Julio de 1823), donde se enfrentaron las escuadras del almirante colombiano José Padilla y del español Laborde, quien tuvo que rendirse y retirarse a Cuba para regresar a Europa, asegurando de esta forma la independencia de la región.
En este UNITAS, que se desarrolló del 11 al 21 de julio, el cual fue liderado por la Armada Colombiana, participaron más de 6000 militares, 23 unidades de superficie, 3 submarinos y 29 aeronaves, siendo aportados la mayoría de los medios por Colombia y los Estados Unidos. Como siempre, en estos ejercicios se realizaron operaciones aéreas y navales, que en este caso se llevaron a cabo frente a la costa de Cartagena de Indias y las terrestres en Coveñas y Barranquilla, totalizando más de 120 operaciones que incluyeron el lanzamiento de munición de guerra, haciendo hincapié en la cooperación en materia de seguridad en lo que respecta a las amenazas transnacionales como el narcotráfico y el terrorismo.
Entre los buques se encontraron, las fragatas ARC Almirante Padilla y ARC Caldas, los submarinos ARC Pijao y ARC Indomable, el OPV ARC Victoria, los buques logísticos ARC Golfo De Uraba y ARC Golfo De Morrosquillo y los ARC Punta Espada, ARC Simon Bolivar, ARC Caribe, ARC Isla Albuquerque y ARC Providencia.
Además de aquellos de la Armada de Colombia, la fragata Defensora de la Armada de Brasil, con un Westland Lynx Wildcat, la corbeta BAP Aguirre y el buque multipropósito BAP Pisco de la Marina de Guerra del Perú, el ARM Tabasco de la Armada de México con un Panther, la corbeta BAE Manabí de la Armada de Ecuador con un Bell 206 y el BAE Hualcopo, el Almirante Toro de la Armada de Chile con un Bo105, el Ventose de la Armada de Francia con un Panther, el destructor HMS Dauntless de la Royal Navy, con un Wildcat, las patrulleras Amador Guerrero y General Torrijos del Servicio Nacional Aeronaval de Panamá y los buques de la US Navy USS Little Rock con un MH-60, el destructor USS Cole, el buque de desembarco dique USS New York con dos LCAC, dos MH-60, dos MV-22 Osprey y dos UH-1Y, el USNS Burlington con un drone Aerosonde y el submarino nuclear USS Pasadena.
Además, se desplegaron tres P-8 Poseidon de la US Navy, un CASA CN-235 del Armée de l’Air Frances y tres Bell 412, un CN235 y dos Beech 350 King Air de la Armada de Colombia.
Dentro de las operaciones de guerra electrónica, antisubmarina, defensa aérea, interdicción marítima, anfibias y de Fuerzas Especiales, se realizaron por primera vez ejercicios de entrenamiento en temas de ciberdefensa en un entorno de guerra naval, con el objetivo de impedir y contrarrestar estos ataques y evitar que sean vulnerados los sistemas de las unidades, garantizando las operaciones. También en esta edición se realizaron operaciones integradas con sistemas aéreos no tripulados (drones), con la particularidad de que se utilizaron equipos subsuperficie.
También, como es costumbre, cuando se realizan este tipo de ejercicios hay una jornada dedicada al apoyo a las comunidades, en este caso la ubicada en la isla de Tierra Bomba, frente a Cartagena, recibieron diferentes tipos de servicios, arribando alrededor de 90 toneladas de carga y más de 1200 efectivos.
Dentro de los medios que tomaron parte, los Boeing P-8A Poseidon de la US Navy realizaron tareas de búsqueda antisubmarina, adquisición de blancos y ataque a un submarino que estaba realizando operaciones en el área, el cual era asistido por un Beechcraft B-350 King Air de la Armada de Colombia que realizaba tareas de designación y trackeo de blancos.
Los helicópteros, dada su versatilidad y acceso a áreas reducidas, realizaron distinto tipo de tareas, ya sea traslado de cargas entre distintos buques, heli-desembarcos, transporte de parte del sostén logístico a tierra para el apoyo de las operaciones terrestres de los infantes de marina, misiones ASW, lanzamiento de paracaidistas desde los Bell UH-1Y del US Marine Corps, reconocimiento, CASEVAC, etc.
Los F/A-18C Hornet del escuadrón VMFA-112 del USMC, operando desde Palmerola, Honduras, realizaron tareas de demostración de fuerza, siendo apoyados por un KC-130 Hercules de reabastecimiento en vuelo.
En cuanto a las operaciones de interdicción, el personal naval realizó ejercicios de Visita, Abordaje, Búsqueda y Acompañamiento (VBSS), a los buques involucrados.
La Fuerza Aérea Colombiana, participando con sus IAI Kfir C10, apoyados por el Airbus ECN-235-100M Phobos que actuó como Control Aéreo Avanzado, realizaron un ataque coordinado, desde diferentes direcciones, para evitar a las defensas aéreas.
Por último, la Armada Colombiana efectuó el lanzamiento de un misil SSM-700K C-Star desde la fragata ARC “Caldas” (FM-52), impactando y hundiendo al patrullero ARC “San Andres” (PO-045), junto con el lanzamiento de un torpedo desde un submarino.
Esta clase de ejercicios, se realizan para combinar las capacidades, estandarizar procedimientos de operaciones y comunicaciones en forma conjunta, incrementando la complejidad a medida que se avanzan con los objetivos impuestos por la dirección del ejercicio.
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