En esta segunda parte del reporte sobre el Airbus Media Briefing 2022, en el cual Pucará Defensa fue el único medio argentino invitado mostramos hacia dónde va evolucionando el Eurofighter y cómo ya se empieza a gestar el programa Future Combat Air System, así como el empleo de drones en el escenario del combate aéreo futuro.
Por Santiago Rivas
A continuación del reporte anterior, nos sumergimos en el área de la aviación de combate, en donde Airbus tiene tres conceptos principales, el primero de los cuales es la evolución del Eurofighter Typhoon en las próximas décadas, el segundo es el programa FCAS – Future Combat Air System) y el tercero es el empleo de drones.
Eurofighter
En aviación de combate, Andreas Hammer, jefe del área de aviones de combate, destacó el programa Halcón por 20 aviones Typhoon Tranche 4 con radar E-Scan, para el Ejército del Aire de España, mientras avanza la producción del primero de los 38 aviones similares para Alemania, lote denominado Quadriga. A la vez, el próximo contrato de mejoras en los sistemas de armas, conocido como P4E, incluirá radares E-Scan totalmente integrados, entre otras capacidades, mientras que la empresa está trabajando en el Eurofighter Long Term Evolution (LTE) para pensar las futuras capacidades del sistema de armas, lo cual esperan desarrollar en 2023.
Hammer explicó que el Eurofighter nació como caza de superioridad y evolucionó a multirol, posee una relación peso potencia superior a 1 y cuenta con supercrucero, para volar por encima de la velocidad del sonido sin postcombustión. Además, cuenta con un botón para recuperar al avión a vuelo nivelado solo, en caso de que el piloto se desoriente. Actualmente hay 680 Typhoon entregados a 9 fuerzas aéreas, pero proyectan que el avión seguirá vigente hasta la década de 2060.
Además, ven que la guerra en Ucrania está generando un desgaste en los aviones que patrullan el Báltico y eso demanda más del área logística.
Así, mientras la empresa trabaja en el block P4E, también avanza en los P5E y P6E, pensando en el LTE, que tendría un primer paso para llevar los aviones al estándar P5E y luego un segundo para ir al P6E. Entre las mejoras que se planean, se incluye un databus más potente, mejorar la capacidad de procesos y en desarrollar un nuevo cockpit con un Large Area Display conectado con un casco con realidad aumentada.
En Alemania se espera que los nuevos Eurofighter reemplacen a los Tornado, que se darán de baja para el final de la década, por lo que tendrán más capacidad antisuperficie y antirradar, así como capacidad de ataque electrónico con un jammer. El desarrollo está siendo definido ahora con Alemania, que está analizando los estudios de Airbus, y por ahora Alemania apunta a 15 aviones de ataque electrónico Tranche 5, pero en la empresa confían en que ese número aumentará. Esos aviones reemplazarán a los Tranche 2, así como los Quadriga lo harán con los Tranche 1.
En dichos aviones de ataque electrónico, Alemania apunta a la capacidad de detección de amenazas en los 360º, mientras que los británicos apuntan a esa capacidad con el nuevo radar ECR 5, pero solo hacia delante.
Future Combat Air System
Alemania, Francia y España hicieron hace 3 años un acuerdo para los requerimientos operacionales del futuro caza de 6º generación, incluyendo una versión embarcada y acordaron también avanzar en el desarrollo de los demostradores de tecnología. Actualmente hay 16 empresas trabajando con Airbus, Dassault e Indra y este año aumentaron por diez la inversión en el programa, apuntando a que en 2023 haya 2000 personas trabajando en el mismo, aunque también explica Bruno Fichefeux, jefe del programa FCAS, que éste llevará mucho tiempo.
“El FCAS es un sistema de sistemas y el Eurofighter jugará un rol con el FCAS como avión de apoyo” explicó, donde los cazas de nueva generación operarán junto a lo que llaman Remote Weapon Carriers como multiplicadores de fuerza. Además, se integrarán con otras plataformas aéreas, navales, terrestres, cibernéticas y espaciales para conformar un sistema multidominio.
Luego, mostró en un video cómo se espera que operen todos los componentes del sistema: En una misión, todo comenzaría con la detección desde el espacio de las amenazas en tierra y el aire. Luego, los A400M lanzan drones que operarán con aviones de 6º generación en una primera ola y una segunda ola de aviones de 4º generación, también junto a drones. La información se comparte con buques, que pueden lanzar misiles de crucero, y en la pantalla de los cazas. A la vez, los Eurodrones hacen reconocimiento en tiempo real.
Los drones en una primera oleada atacan las defensas antiaéreas y otros interfieren los sistemas enemigos, comandados desde los cazas.
Al enfrentar a los cazas enemigos, los drones se hacen pasar por cazas para que el enemigo agote sus armas contra ellos. Si bien se mostró el uso de armas de energía dirigida, que está estudiando MBDA, explicaron que eso por ahora no es parte de la colaboración entre las empresas. Finalmente, se relevan los daños causados al enemigo con el uso de drones y satélites.
Si bien explicó que para algunos contextos operacionales el FCAS sería la mejor plataforma para lanzar los drones, esto limita las armas a llevar por el caza, así como su capacidad stealth y combustible. Lanzándolos desde el A400M permitiría alcanzar unos 40 a 50 drones Light Remote Carriers y de 8 a 12 pesados. Además, se pueden considerar otras plataformas como Eurofighter y Loyal Wingman para el lanzamiento de los drones.
Esto permite alcanzar la sorpresa, engañar al enemigo y saturarlo, además de interferir sus sistemas y emplear sensores para detectar su actividad. Todo esto con menor costo por efecto, menos riesgo para las tripulaciones, mayor eficiencia táctica, más disponibilidad de recursos de la fuerza e interoperatividad generacional.
Fichefeux destacó que la guerra en Ucrania demuestra la importancia de tener superioridad aérea desde el comienzo, y que, de haberla tenido alguno de los bandos, el conflicto habría sido mucho más breve y con muchas menos pérdidas de vidas y materiales.
Entre otros puntos que remarcó del programa, ve que será un gran desafío pasar de la 4º generación directo a la 6º, pero la idea es ir integrando de a poco todo lo nuevo con lo que ya tienen y que el Eurofighter continúe cumpliendo un rol secundario aún cuando ya esté en servicio el FCAS.
Por otro lado, le dio mucha importancia a la soberanía para procesar datos y actuar solos, con medios propios. Actualmente están en la 1B del desarrollo, de maduración de la tecnología del avión de combate, los “Remote Carriers” (RC), la “nube de combate” (Combat Cloud, CC), motores, sensores y tecnología stealth, lo cual será seguido por una serie de demostradores, que deberían comenzar a volar para 2028.
Mientras, esperan ir aplicando muchas de estas mejoras en sistemas actuales.
Remote Carriers
Un concepto futuro que ya se viene evaluando es el de los Remote Carriers (Transportes Remotos), lo cual es el empleo de drones para llevar distintos tipos de cargas útiles de acuerdo a la misión, que puede ir desde combate aire-aire, ataque aire-superficie, guerra electrónica o servir como señuelo para las armas enemigas.
La empresa por ahora viene trabajando en desarrollar la tecnología a través de los drones DT25 de UpNext, apuntando a la integración con aviones tripulados ya existentes.
En 2020 ya probaron trabajar en red entre un helicóptero H145 y desde un Learjet, logrando interconexión entre las aeronaves, mientras que en 2021 un drone operó interconectado con un Eurofighter. En 2021 hicieron el primer lanzamiento de un drone desde un A400M, aunque sin encender el motor, mientras que en 2022 se hizo en Finlandia una demostración de operación multidominio con cinco drones, un helicóptero H145 y un Learjet (más otro simulado), donde los Learjet simulaban ser aviones de caza, el H145 haciendo apoyo aéreo cercano y los drones operando en conjunto. Los DT25 estaban equipados con sensores electroópticos y sensores de medidas de apoyo electrónico (ESM). El objetivo era localizar e identificar sistemas de defensa aérea enemigos, proveer apoyo aéreo cercano para fuerzas especiales con el H145 apoyado por los Remote Carriers.
Así, se demostraron las capacidades de operación en equipo con los drones, incluyendo la replanificación y reasignación de blancos de manera dinámica durante la ejecución de la misión, fusión de datos de los sensores de manera colaborativa entre los sistemas a través de la red, vuelo orientado por sensores e identificación de blancos de manera automática a través de IA.
Finalmente, en noviembre pasado se hizo el primer lanzamiento desde un A400M del DT25 encendiendo su motor, donde el drone fue primero comandado desde el avión lanzador y luego desde tierra. Esto permite demostrar la capacidad del A400M para lanzar drones, de manera de poder lanzar grandes cantidades de estos sin que lo haga el FCAS, cerca de la zona de combate.
La idea de los Remote Carriers es que tengan diseño modular, de manera de poder cambiárseles rápidamente la configuración, desde llevar sistemas de interferencia, misiles aire-aire, aire-superficie, bombas guiadas o drones más pequeños, con partes frontales que puedan estar equipadas, según la misión, con radares aire-aire, aire-superficie o equipos de guerra electrónica.
Desarrollar el Remote Carrier, explicó Fichefeux, permite tener un producto en 4 o 5 años, menos que un caza, y tener capacidad para adaptarse mejor al teatro de operaciones, llevando distintas cargas.
Eurodrone
Finalmente, Hammer se refirió al Eurodrone, del cual están eligiendo los principales sistemas, como el electroóptico y Satcom que empleará el UAV, mientras empiezan a preparar la industrialización. La producción tendrá su línea de ensamblado en Tablada, Sevilla, y los componentes principales serán producidos en Cadiz.
Además, están analizando el desarrollo de la guerra en Ucrania para evaluar el empleo de los drones tácticos, como el proyecto Aliaca, mientras que Dumont agregó que por ahora no están apuntando al uso de drones suicidas o municiones merodeadoras.
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