Más de 377.000 horas voladas por 29 ejemplares en 60 años de servicio no son suficientes para medir la importancia del Lockheed C-130 Hercules para la Força Aérea Brasileira (FAB) y, sobre todo, para Brasil.
El 29 de febrero de 2024, el turbohélice cuatrimotor que entró en operación en la FAB en 1964 realizó su último vuelo en Brasil para el 1º Grupo de Transporte, poniendo fin a un legado inolvidable. Siendo la aeronave más longeva que permanece en servicio activo en Brasil, cumplió misiones de transporte de tropas, carga, lanzamiento de paracaidistas y carga, misiones humanitarias, extinción de incendios, búsqueda y rescate, reconocimiento y fotogrametría aérea, reabastecimiento de combustible en vuelo y apoyo antártico.
Apodado cariñosamente "Gordo", a través de estas tareas, integró el vasto territorio nacional y proyectó la imagen del país a nivel internacional.
Sin embargo, como todo tiene un ciclo, la vida operativa del imponente y mítico carguero llegó a su fin, y su misión fue asumida plenamente por su sucesor, el Embraer KC-390 Millennium, el avión más grande jamás diseñado y producido en el hemisferio sur.
El KC-390 tiene mayor autonomía, alcance, velocidad y tiene sistemas de aviónica, autoprotección y lanzamiento de carga útil más precisos. La modularidad permite la conversión para cumplir con el reabastecimiento de combustible en vuelo o la extinción de incendios mucho más rápido, además de presentar una mayor disponibilidad en la línea de vuelo y un rápido cambio entre misiones.
En la próxima edición de la revista Pucará contaremos la historia completa del C-130 en la FAB.
Video de Leandro Dantas.
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