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Procyon 2042, presente y futuro de la industria naval colombiana

Por Erich Saumeth

 

El último año y medio ha sido un periodo de noticias en extremo positivas para el sector naval colombiano. En efecto y para julio del pasado 2022 se botaba el nuevo Buque de Investigación Científico-Marina, Simón Bolívar, del tipo Damen OSRV 8316, con el que precisamente la Armada Colombiana (ARC) adelanta la X Expedición Antártida Colombiana 2023-2024 en el continente blanco.

En ese mismo sentido y para noviembre también de 2022, la ARC y el astillero colombiano Cotecmar, firmaban la construcción de la primera Plataforma Estratégica de Superficie (las nuevas PES 10714CO), así como de su cuarta OPV, en este caso el Patrullero Oceánico Colombiano -POC (cuyo primer corte de lámina se dio en marzo de 2023) y del primer (de dos) Buque de Apoyo Logístico del tipo BAL 6012, todo lo anterior en desarrollo del Sistema Integral de Defensa Nacional SIDEN.  

 



Plan 2030

La materialización de estos proyectos ha sido el resultado de un detallado y cuidadoso trabajo, enmarcado en el Plan 2030 a partir del cual se propusieron los Planes Orión (recuperación y repotenciación de flotillas) Puente (sostenimiento de capacidades) y Faro (innovación tecnológica propia), con los cuales esta nación ha venido construyendo unas capacidades operacionales que la han llevado a constituirse en una armada mediana, enfocada en proyectar una disuasión creíble desde el punto de vista convencional, pero también combatiendo con bastante éxito el Multicrimen regional desde sus puertos y costas.

Esta prospección pudo materializarse gracias al trabajo de diseño y construcción del astillero nacional Cotecmar, empresa que potenció sus capacidades para proyectarse como la base industrial de los nuevos y recientes proyectos navales.

 



Procyon 2042

Como consecuencia de la pandemia de COVID 19, la Armada Colombiana decidió oportunamente reajustar tiempos y estrategias de acuerdo a las nuevas realidades, replanteando su Plan de Construcción y Optimización Naval (Procyon) a 2042, por medio del cual pretende convertirse en una armada mediana, con las capacidades operacionales de desplegar hasta 100 embarcaciones y 40.000 efectivos, encuadrados en sus flotillas de superficie, submarina y en sus componentes de Infantería de Marina y Aviación Naval.

Procyon es entonces la hoja de ruta que ha comenzado a desarrollarse de acá a los próximos 19 años, trazado para poder cumplir con las misiones constitucionales de defensa de la soberanía y de la integridad territoriales y en consonancia también con lo dispuesto por el gobierno nacional en su nueva Política de Seguridad Humana 2022-2026, que prioriza la salvaguarda de los recursos marinos y submarinos nacionales, reconociendo la defensa de los mismos como uno de los activos estratégicos más importantes del Estado.

Las responsabilidades del gradual cumplimiento de lo proyectado recaen sin duda en el comando de la armada (COARC), que debe liderar los procesos que permitan el desarrollo sostenible e ininterrumpido de los productos y metas trazadas, requiriéndose para ello de la conducción clara, precisa y responsable del nuevo mando.

 



Astillero y empresa nacional

Como aliado estratégico, para la Armada poder contar con un astillero propio ha mostrado ser más que conveniente, particularmente para la industria marítima nacional, pues a través de éste se han posibilitado servicios tales como los de la construcción, actualización y mantenimiento de embarcaciones no solo de la ARC, sino además para el mercado civil, recordando la importancia del Know How que representa y el abrumador apalancamiento que significa para la industria naval y general, lo que se traducirá en la creación de nuevas empresas, productos y empleos, pero, sobre todo, conocimiento.

El horizonte es entonces claro, para un sector que viene adquiriendo una notable relevancia pues impulsará a Colombia como un país con las capacidades tecnológicas necesarias para adelantar procesos de carácter estratégico, ofreciendo soluciones en este sentido a posibles clientes tanto regionales como mundiales, potenciando operacionalmente a su Armada, como una fuerza que, con medios navales de superficie (tanto marítimos como fluviales) y, en un futuro, silentes, diseñados y fabricados nacionalmente, proyectará poder naval tanto en el Mar Caribe como en el Océano Pacífico. Ojalá así sea.

 

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Pucará Defensa

Análisis, opinión e información estratégica sobre Defensa y Seguridad en América Latina 

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